Aria
Ya estábamos entrando a un supuesto estudio de cine, cuando adivinen qué: UN INMENSO RÍO VERDE RADIOACTIVO LLENO DE ALMAS EN PENA GRITABA FRENTE A NOSOTROS.
-¡Woah! ¡Qué Hades!- grité extendiendo mis brazos a los lados con la intención de detener a mis hermanos, quienes iban detrás de mí.
La cara de Sophie se estampó en mi espalda baja y mi mano derecha chocó de lleno la cara de Gunther.
-¡AUCH!- gritó él, llevándose las manos a la nariz -¡¿QUÉ PASA CONTIGO?!
-Oh, nada. ¡SÓLO ESTÁBAMOS A PUNTO DE CAER EN ESTA FOSA LLENA DE MUERTOS Y DESECHOS TÓXICOS!- repliqué en el mismo tono, mirando con los ojos muy abiertos, la luz verde que empezaba a cegarme. El alma de una mujer sin ojos en las cuencas trató de agarrar mi pie, pero salté hacia atrás como si tuviera un resorte. (Pues claro, casi me orino encima).
-¡¿Esa no es nuestra tía Mildred?!- se alteró Sophie, empezando a temblar y treparse sobre mí. De alguna manera terminó sobre mis hombros y detrás de mi cabeza. Pregúntame cómo.
Mi respiración iba a mil mientras el THDA me ayudaba a inspeccionar toda la "caverna" (Porque seriedad, eso parecía). Habían estalactitas por todo el techo, todo se veía súper creepy por la luz radioactiva, del otro lado del río había otra plataforma como en la que estábamos (dando paso a una clase de puerta con luz roja saliendo de ella, sin distinguirse nada más) y como a 5 metros de nosotros; había una especie de barca como las que se usan en los canales de Venecia.
Lo raro eran los huesos pegados por todo el casco.
-¡¿Qué Hades están esperando?!- exclamó Martha, asomándose por el lado derecho de la cabeza de Gunther -¡Tenemos que cruzar esto!
-¿Cómo pretendes que pase si Caronte no está?- replicó mi hermano postizo con la mirada de shock por todos lados.
-Eres hijo de Possy, puedes controlar el agua para mover la barca- interrumpió Sophie, haciendo un gesto de obviedad con la cara y la mano.
-¿Possy?- soltó George, imitando la acción de Martha.
-Poseidón- soltó Gunther con tranquilidad.
-Lamento decirlo, pero esto no se mueve ni con el remo- dije yo subiéndome al transporte y tratando de mover el remo, pero parecía estar clavado en hielo sólido -Lo peor de todo es que son almas lo que lo rodean, ni siquiera es agua.
-Dame acá- soltó Sophie con tono insolente y saltó dentro de la barca, me arrebató el remo y trató de moverlo sin éxito.
-JÁ.
-Ajá y qué pasa si hacemos una vela para que Aria mueva este barquito de porquería- rezongó mi hermana dando un pisotón y una de las manos esqueléticas le agarró el tobillo -¡¡AHHH!!
-¿Y más o menos para qué? Esto no se va a mover sólo- repliqué viendo cómo Sophie corría por la barca hasta que logró quitarse la mano del tobillo.
-Eres hija de Zeze, puedes usar el viento para que la vela nos lleve al otro lado- dijo Gunther imitando el tono de la pequeña rubia desde la plataforma.
-¿Zeze?- sí. La situación se repite. Universo, basta de ti.
-Zeeeus- le indiqué al mismo tiempo que Sophie, empezando a exasperarme. Llevamos como una maldita hora decidiendo cómo demonios mover un condenado barquito del Hades -Termina de subirte de una vez.
ESTÁS LEYENDO
Disaster I: El Mensajero Perdido
Фэнтези¿Qué pasaría si en una escuela hubieran tres semidioses a la vez? Nada bueno, eso es seguro. Somos Sophie, Aria y Gunther. No habíamos pensado que nos ocurriría algo así como ser hijos de dioses griegos; pero ha pasado, señores. Hemos sido expulsado...