Estaba débil y cansada de disimular que no pasaba nada y de saber que esa idiota se acostaba con el hombre que amo, tenía ganas de quitarle todo ese pelo de la cabeza, me dolía tanto verlo hablar con ella, ver como la miraba, estaba llena de rabia, hace un poco más de un mes que ni siquiera hacíamos el amor y esa historia me estaba desesperando demasiado
-dígame como esta mi bebe- el doctor había llegado a revisar a mi niño
-Génesis note puedo mentir, tu bebe no está mejorando, las cosas se han complicado demasiado y si sigue así, Génesis me temo que lo perderemos-
-¿De cuánto tiempo estamos hablando?- me arme de valor y trate de enfrentar mi realidad
-no lo sé, puede ser hoy, puede ser mañana o quizás en unas semanas, no lo sé pero el pequeño está totalmente delicado- no pude evitar llorar y cuando vi que Sebastián estaba de pie tras de mi con los ojos empañados quería abrazarlo y él lo noto porque se acercó me abrazo con todas sus fuerzas
-no quiero perderlo-
-lo sé, tranquila tenemos que ser fuertes y estar juntos- sabía que mañana tenía que irse de nuevo a Londres
Entre a verlo de nuevo y lo llene de besos, lo abrace estaba pálido y con los ojitos entre abiertos
-mi amor, aquí esta mami, y quiere que estés aquí con ella- solo respiraba de manera lenta –mi niño tienes que luchar y ser fuerte, para que juegues con Lucía- apenas y parpadeaba –si mi amor Lucía tu hermanita la recuerdas, ella te está esperando en casa con todos tus juguetes-
-Génesis van a entrar a revisar a nuestro bebe-
-no quiero alejarme de el-
-vamos, tienen que revisarlo-
Vi entrar al médico y yo me quería alejar ni un solo segundo de su lado, quería estar en todo momento con el
Entraban y salía la enfermera con cosas de la habitación y me estaba volviendo loca de no saber qué era lo que pasaba
-vamos enfermera ¿Qué es lo que está pasando con mi hijo?- Sebastián detuvo a la enfermera que lo atendía ya bastante molesto
-están colocándole oxígeno al pequeño, ya no es capaz de respirar por si solo- al escuchar eso me tuve que recostar en la pared, la impresión me había caído muy mal, resbale hasta quedar sentada sobre el piso y con la cara entre la rodillas
No podía perder a mi pequeño, me era imposible aceptar esa idea
-Gen levántate, vamos tienes que ser fuerte- lo mire estaba tan disgustada, me pedía ser fuerte cuando estaba a punto de perder una parte de mi vida
-suéltame Sebastián déjame llorar tranquila-
Tome el teléfono llame a Valeria ahogada en llanto, y tan solo me dijo que vendría para acá lo más rápido posible
Cuando Valeria llego la abrace fuerte y no la podía soltar la sola idea de pensar que el medico odia salí en cualquier momento y me dijera que mi niño ya no puede más, me hacía sentir la mujer más triste del mundo, la sola idea de perderlo me ponía muy mal
-¿Cómo están los niños?-
-muy tranquilos, en especial el pequeño Dariam, pensé que estaría más intranquilo sin su hermano-
-tal vez es mejor que lo extrañe-
-ya nena no te estés torturando antes de tiempo-
-no te vayas de mi lado, eres mi hermana la que nunca me abandona, con la única que puedo contar siempre- las hora pasaban lento y Valeria no se había despegado de mí en toda la noche
A la mañana siguiente que llegue de bañarme me encontré con la escena más triste y que me devastaría para siempre, Sebastián besando a esa estúpida en mi propia cara
-Genes yo- solo di paso para ver a mi bebe, detrás de mi entro él y me tomo por el brazo –lo que tu viste fue solo una confusión, ella solo se estaba despidiendo de mi-
-déjame en paz, no me toques- mis manos temblaban de la rabia estaba a punto de írmele encima, cuando el sonido que marco mi vida para siempre.
Era ese sonido que indicaba que el corazón de mi pequeño dejaba de latir, los doctores entraron y entre forcejeos lograron sacarme de ahí, no podía parar de llorar
Cando el medico salió casi caigo sobre el al tratar de que me dijera que era lo que pasaba con mi pequeño
-Génesis lo que nos temíamos definitivamente paso, tu pequeño dejo de respirar y ya nada se pudo hacer por el-
Mi mundo se me estaba derrumbando incluso yo estaba tan débil que tolo sentía como me soplaban y me hacían oler alcohol en un algodón, simplemente era la tristeza más grande después de perder a mis padres que podía sentir
-Gen amor respira tranquila- Sebastián me hablaba y sin embargo el dolor inundaba mi corazón no podía dejar de llorar mis manos estaban poniéndose demasiado frías, y yo solo me podía hundir mas
-quiero verlo- fui a donde estaba a mi pequeño su cuerpo aún estaba tibio, parecía que dormía y solo trataba de despertarlo una y otra vez –tienes que volver mi amor, no me dejes solita, no dejes a tus hermanitos solos ellos te necesitan más que a nadie, incluso tu papi él te enseño a ser fuerte, tú mismo lo decías que papi te enseño a ser valiente, vuelve por favor, despierta, yo te necesito- Valeria me saco de la habitación y me abrazo tratando de levarme afuera
-Génesis cálmate el ya n esta, tienes que ser fuerte, aun tienes dos pequeños a los que les haces demasiada falta- Sebastián se acercó y beso mi frente tratando de limpiarse las lágrimas pero definitivamente estaba tan mal como yo
-yo me hare cargo de todo, tu llévate a Génesis la casa estaré allá en cuanto termine de arreglarlo todo-
Nos fuimos a casa y cuando llegamos lo único que hacía era llorar y abrazarme de sus cosas no quería que me dejara sola, no quería dejarlo ir
La noche la pase despierta al lado de Lucía y Dariam estábamos tan triste aunque Dariam aún no entendía nada de lo que pasaba sentía la tristeza que abundaba en mi espacio
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¿Cómo diablos te conocí? (Parte II)
RomanceHe escuchado muchas veces que la costumbre es más fuerte que el amor, y me parece algo insólito de creer que de alguna manera la simple costumbre, sea más fuerte que algo que dura años en crearse. Yo aún no puedo creer que me pasara, perder todo...