Capitulo XVII

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La sorpresa de que Valeria se marchaba aun trataba de procesarla mi cerebro, y los cuestionamientos me estaban invadiendo

–pero– me detuve y me miro un poco dudosa – ¿Tu hijo?–

–se quedara con Nolan, ya lo decidimos–

–Entonces solo es un viaje de cortesía–

–No, Gen voy en busca de darle un tiempo a mi relación con Nolan, aun las cosas no andan bien, y tengo tías en España que me recibirán muy a gusto–

– ¿Tías? ¿Tu, no se supone que no tenías familia?– baje mi taza de leche y la mire ya bastante confundida

–son tías muy lejanas, pero lo son, las llame y compre dos boletos pero Fred se niega totalmente a dejar el colegio botado– las ideas comenzaron a llegar

–Yo puedo ocupar ese boleto– estaba sorprendida, aunque no más que yo, mi decisión fue tan repentina que me pareció estúpida, pero estaba segura

– ¿Y tus hijos?–

–tienen un padre, y no será para siempre, solo serán unos días– tomo mis manos aun confundida –quiero estar lejos, lo más lejos de el– la abrace tas fuerte –lo amo tanto soy demasiado cobarde como para continuar con esto, ya no puedo, ni tengo fuerzas para luchar–

–Vamos pequeña, iremos juntas, pero como lo hablaras con tus pequeños, nunca te has alejado de ellos por más de dos días– la mire y sentí mi corazón apretarse

–lo sé, pero yo necesito encontrarme, ya no sé lo que soy–

Estaba ya casi por salir el sol y mis pequeños aun dormían profundo, estaba tratando de procesar como decirle que su madre se iría esta tarde a un viaje lejos de ellos, me parecía que en estos momentos yo era una de las madre más desnaturalizadas sobre la faz de la tierra, pero también era una mujer que se estaba perdiendo así misma y que tenía que buscar la manera de controlar el daño que estaban causando las emociones sobre mi

Aun sobre el sofá de Valeria mire mi teléfono y tenía cinco llamadas perdidas de Sebastián, la lluvia cesaba a ratos

–Sebastián esta al teléfono, dice que si aún estas aquí, ¿Qué le digo?–

–dile que no, tengo que hablar primero con los niños y ya luego veré como se lo digo sin que me detenga– asintió y proseguí con la llamada

–Hola– me acosté con ellos sobre la cama

–No se suponía que deberías estar con papá–mire el tenue celeste del techo de la habitación, y di un suspiro

–Quiero que ambos me escuchen– estando aun enredados en mis brazos, se acercaron un poco más –iré a un viaje– ambos se levantaron y me miraron aún más atentos –quiero que sean responsables y que no hagan enojar a papá en lo que yo no estoy–

– ¿Te iras para siempre?– Dariam me miro bastante triste lo que me hacía romperme en mil pedazos

–claro que no mi príncipe, solo serán unos días en los que quiero que ustedes se comporten responsables, yo los llamare a diario, a cada momento, solo será algo breve se los prometo–

–Prométeme que no me separaras de mi papá de nuevo– Lucia me miro enojada pero triste a la vez

–Jamás lo volveré hacer, solo serán unos días y ustedes se quedaran con papi–

–También quiero que tu estés, que estamos todos– la abrace cuando el llanto se había apoderado de ella

–¿Puedo irme tranquila?– ella asintió –tienes que esperar mi llamada todos los días, y esperarme con los brazos abiertos, porque ustedes están en mi corazón y estaré aquí en el momento que menos se imaginen– nos dimos un largo abrazo después de tranquilizarlos, porque yo no los quería ver mal

Llegamos a casa y Sebastián estaba sobre el mueble aun con la ropa de ayer, y lo suficientemente empapado como para que su pantalón aun goteara, solo fue de escuchar la puerta y se levantó de inmediato

–Dime dónde estabas– tomo mi rostro entre sus manos, y pego su frente con la mía

–En un hospital–

– ¿Por qué?– estaba asustado y yo totalmente indiferente

–Pues mis emociones explotaron y llegue hasta el lugar de Erick–

– ¿Por qué no me avisaron nada?, si te hubiese pasado algo yo no sé qué haría–

Lo aparte de mí, y tome una pequeña bolsa de viaje, me dirigí a la recamara metí unos cuantos cambios de ropa y la cerré

– ¿A dónde vas?– lo mire un poco, y seguí guardando algunas cosas sin responder, el vuelo salía en dos horas y tenía que arreglarme

–Mamá se va de viaje– Ariam apareció en la puerta de la remara –pero no te preocupes solo serán unos días y ella nos lleva en su corazón–

–los llevara a ustedes, porque a mí– lo interrumpí para que no dijera algo que lastimara a mi pequeño

–Sebastián, yo los llevare a todos en mi corazón a donde quiera que vaya ustedes estarán en mi corazón, siempre– me miro molesto mientras yo continuaba guardando las cosas

–No iras a ninguna parte–

–Deja que vaya, para que así tú puedas pensar en que le dirás a tus hijos acerca de su nuevo hermanito– me soltó de su agarre y yo continúe con lo que hacia

Salí a despedirme de los pequeños después de tener todo listo

–Les prometo llamarlos a diario, a cada rato, hasta que tenga que volver– le di un beso a ambos –los voy a extrañar, tenía un nudo en la garganta

–Y ¿A mí me extrañaras?– un escalofrió recorrió mi cuerpo y no sabía que decir

–Cuida a los niños–

Me parecía imposible que me fuera y que dejara las cosas así, estaba triste y aún más cuando me di cuenta que los destrozos de la noche anterior aún seguían ahí

Nuestro vuelo estaba por salir, Valeria estaba sentada con un gran vaso de café en el asiento del aeropuerto y estábamos en silencio, como si aún no supiéramos a dónde íbamos

–no te vayas, espera por dios, aún faltan muchas cosas tengo que besarte, no te puedes ir– Sebastián tomo mi hombro y estaba ahí de pie tras de mi

–esto ya es rompe cabezas sin piezas, tenemos que buscarlas para de nuevo estar juntos– las palabras no salían de mí, estaba bloqueada ante sus expresiones de negatividad

–esto es un error, te amo sin medida, yo sé que nada volverá a ser, pero te amo, y sé que en cuanto te vayas te voy a perder– mi vuelo era anunciado y me puse de pie, mire sus ojos empañados era la primera vez que lo veía de esa manera –espera por favor, sé que no has visto de mi lo mejor pero hay muchas cosas que hacer juntos–

–lo siento Sebastián tengo que irme y solo el tiempo dirá que es lo que pasara con nosotros dos– tomo mi brazo

– ¿Qué hago sin ti?, no te puedes ir, te juro que esto apenas empieza, de verdad Génesis te amo– camine dejándolo ahí con el dolor más grande en mi alma –eres una cobarde mi vida, pero te amo, te amo como nadie nunca podrá– sus palabras penetraban en mi

–Lo siento, ya no hay nada que hacer– termine por subir al avión y las lágrimas se estaban asomando

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¿Cómo diablos te conocí? (Parte II)Where stories live. Discover now