¿Cómo diablos te conocí? (Parte II)

Capitulo IX

 Sebastián

Ver a la mujer que amo recogiendo sus cosas me rompía el corazón, no sabía cómo detenerla, pero también entendía que estaba en lo correcto, me había quedado con el cuerpo del placer y ella sufría yo no podía creer que por daño que le hiciera no podía dejar a Karina, ella tenía que marcharse para que yo entendiera la falta que me hace y lo mucho que vale, que por nada del mundo quiero cambiarla, pero ahora era tarde y no podía decirle nada, cualquier palabra que saliera de mí en este momento, no valía la pena porque la herida estaba abierta muy abierta

Llamada

-osito panda te extraño tanto, ya quiero verte-

-Karina tenemos que hablar-

-claro mi osito, dime-

-ahora no, será cuando regrese a Londres, y quiero que por hoy no me llames es más mañana tampoco, quizás hasta que vaya para allá-

-pero osito-

-por favor Karina-

Salí de casa para no seguir viendo como perdía a mi familia por una estupidez mía, tenía que pensar en la manera de retener a Gen y hacer que pensara las cosas, después de unas horas de dar vueltas por todos lados regrese a casa.

-pervers tenemos que hablar- grite desde el sofá pero me respondió el silencio

Entre a nuestra recamara y ya no había nadie, y después al cuarto de los niños y tampoco estaban sus cosas, era evidente, Génesis se había marchado sin ni siquiera despedirse de mí.

Estaba furioso y tenía tantas ganas de beber algo y calmarme llegue al bar y perdí la cuenta en el alcohol que había pasado por mi garganta, perdí concia de mí, pero de lo que realmente quería, estaba ebrio y volví casa con la esperanza de encontrarla de nuevo ahí pero cuando llegue me encontré con lo mismo que estaba cuando me fui

Solo pensé en una sola cosa, ella estaba con su amiguita la lesbiana, tenía que estar ahí

Llegue ahí y empecé a llamar a la puerta

-Gen sé que estas aquí, sal tenemos que hablar ahora- solo podía gritar hasta que vi que la luz se encendió, y sentí que mi corazón también lo hizo al pensar que ella saldría por esa puerta

-Sebastián, ¿Qué demonios te pasa?-

-dile a tu amiga que salga ex gordita preciosa sé que está ahí-

-no ella no eta aquí, mira pasa, que con este escándalo despertaras a todos los vecinos- pase y era cierto, ella no estaba ahí –eres un imbécil, esperaste a perderlo todo para hacer esto-

-ya lo sé, pero no sé qué hacer, ella se fue-

-pues sí que eres idiota, lo que tienes que hacer es solo tomar este aparatito que se llama teléfono móvil, buscar un nombrecito que diga Génesis, presionar el botón de llamar y listo- estaba furioso porque me trataba como si fuese un idiota, pero era cierto, fue algo ridículo no llamarla por teléfono

Ella hablo con génesis unos minutos y yo trataba d quitarle el teléfono, pero con mi embriagues no podía tener la suficiente fuerza, ella termino la llamada y me miraba como si pensara en como deshacerse de la basura, mientras que ella escaleras bajaba su noviecita

-ella está en nuestro viejo departamento- me levante de inmediato y camine hacia la puerta

-¿A dónde crees que vas?-

- a buscar a mí esposa-

-oh mira el chico buscara a su esposa, y él está que se cae de borracho-

-me voy a ir y lo sabes, así que o me llevas o me voy solo, pero si me mato quedara en tu conciencia- levanto ambas cejas y negó con la cabeza una y otra vez

-súbete al auto y ponte el cinturón, Nolan regreso en un rato- la chica solo asintió y nos fuimos hasta el departamento

- ¿De qué te ríes?- le dije mientras manejaba, y ella no paraba de burlarse

-que te vez tan ridículo- me limite a poner los ojos en blanco –eres tan cretino te lo juro- pude sentir su puño en mi pecho cuando m estaba quedando dormido –primero llegas y luego te duermes, porque yo no voy a andar cargando borrachos-

-pero si cargas mujeres, y besas vaginas- sentí lo entumida que había quedado mi mejilla, no sé si eso fue una bofetada o fue un puño porque realmente dolió

-todo lo que quieras pero yo no busco otras perras y lastimo a la persona que amo- eso aun sonaba más fuerte y molesto –y créeme que si yo fuera Génesis te diera una patada por el trasero para que no estuvieras molestando-

-supongo que ahora le dirás que soy el malo-

-no para nada- la mire algo admirado –ahora no le voy hablar mal de ti, siempre lo he hecho- trate de suspirar y mirarla algo decepcionado –ya Sebastián, a génesis no le va a gustar nada esto-

Bajamos del auto y subimos hasta tocar su puerta

-nena ¿Cómo estás?- hay si las mejores amigas se abrazan y se besan, mientras el borracho se está cayendo –aquí esta este hombre que quiere hablar contigo-

Valeria se despidió, y me dejo ahí sentado en el sofá y ella se puso de pie con los brazos cruzados frente de mí

-te viniste sola, y raptaste a mis hijos- su mano se estampo en mi mejilla, mujeres por dios quien las entiende, ahora también golpean, esta noche solo se habían dedicado a golpearme

-te dije que me iría y que podías ver a los niños cuando quisieras además te fuiste como podría despedirme si te habías marchado sin decime una sola palabra de donde habías ido, pero si claro has de ver ido a ver tu amante- en ese momento la tome de la cintura algo molesto y la pegue mí, mientras ella trataba de zafarse

-no estaba con ella, e mas ni está aquí- soy un completo idiota

-eres un sínico, aceptas que andas con una zorra como esa-

-cálmate, yo estoy tratando de hablar contigo, pero solo te exaltas como si no pudieras pensar como una persona racional, siempre actúas como una loca-

-pero mira quien habla de personas racionales, el tipo que se largó a beber porque tiene en la mente que les quite a sus hijos-

-y también a mi mujer, a la mujer que amo, a mi todo ¿Entiendes?- estaba perdiendo la cordura, al igual que el sueño me estaba invadiendo

Solo desperté acostado en el sofá, solo estaba Génesis en la pequeña cocina

-¿Dónde están los niños?-

-en la escuela, y tú quieres algo par la cruda realidad-

-quiero disculparme por lo que sea que haya hecho anoche-

-no hiciste nada, pero tenemos mucho de qué hablar, Sebastián te quiero lejos de mí, eso quiere decir que tu trato conmigo solo será para hablar de los pequeños y madamas-

-pero ¿Por qué quieres hacer esto? Tú y yo nos amamos-

-solo es tiempo para mí, necesito poner muchas cosas en su lugar, necesito paz-

-está bien, pero yo no me alejare de ti, te amo y eso no va a cambiar, no me daré por vencido eso te lo juro- tome mi camisa y me la puse mientras me marchaba

Tenía que dejarla respirar pero solo será por tiempo y madamas, yo seguiré viniendo y buscándola, porque no la voy a perder, no lo hare esta vez.

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