Capitulo XIV

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El día había llegado y estaba un poco somnolienta y vi que Sebas se había quedado dormido en el sofá, y Dariam estaba a su lado dormido como un angelito me hinque enfrente de ellos y pase mi mano por el rostro de mi niño y me fue inevitable llorar, desde que Ariam se fue el pequeño solo hablaba lo indispensable, solo cuando había necesidad y hoy era el día en que hablaría con Sebastián para llevar a ambos niños con un profesional no quiero que esto vaya a repercutir más tarde y que ellos tengan daños que después no se puedan reparar

–papá estas aquí– Lucía se lanzó en los brazos de su padre con tanta alegría que me lamentaba tanto haberlos separado, tanto a ella como a mí nos hacía falta

–si estoy aquí con ustedes mi princesa– se sentaron y comenzaron a platicar

Mientras tanto yo hacia el desayuno y mi pequeño despertaba lentamente, casi como si solo quisiera seguir en su largo sueño –hola mi amor– el pequeño solo sonrió y pasó la mano por sus ojitos

–vamos a desayunar– los llame y todo estaba fantástico había paz y no podía pensar en madamas que no fuera en este momento tan lindo

–entonces ya regresaremos de nuevo a casa ¿cierto?– Lucía interrumpió muy emocionada

–Lucí, aun eso n está en discusión, todavía no creo que volvamos pero ya pronto ¿sí? Tu papi y yo apenas hablaremos– ella soltó su cuchara sobre la mesa dando un buen golpe –¿Qué te pasa?–

–ya no quiero estar aquí, quiero estar en mi casa, solo peleas y más peleas es lo que hay desde que nos mudamos aquí, la desquiciada nueva novia papá vino a insultarte, tu nuevo novio que es el prototipo de papá lo golpea, mis tías discutiendo por ti, y papá y tú nunca terminan de arreglarse–

–yo no tengo la culpa de nada de eso Lucía, eso no es del todo mi responsabilidad–

–estoy harta mamá de tanto drama y no sé hasta cuando vas a hacer algo por esta familia– la mire con tanto desconcierto y decepción

–Lucía no le hables así a tu madre– la mire molesta tanto que esta tal vez sería la primera vez que me exaltaba con ella de esta manera

–déjala, quiere oír verdades, ¿Qué no hago nada por eta familia?, en especial tú deberías estar agradecida conmigo por todo lo que hice por ti, siempre tratándote de disfrazar las cosas pero ya que eres tan grande para verlo todo bien es hora de que sepas muy bien las cosas que yo hice por ti–

–Génesis no lo hagas este no es el momento– lo mire hecha una completa furia

–claro que es el momento y tú también debes de escuchar ya que recalcaste que soy una asesina pues escuchen bien los dos, me manche las manos por ti Lucía por defenderte de hombre malo, y termine en la cárcel, eso ya lo sabes pero a que no sabes cómo fue mi vida durante esos años ahí encerrada, viví en esas cuatro paredes el peor de los infiernos ¿sabe cuántas noches durmió mami?, muy pocas porque siempre tenía que cuidarme hasta de mi sombra, y cuando lo hacía despertaba llorando pensando en ustedes porque tú eras una bebe que me necesitaba y tu mi esposo al hombre que amo y que solo de imaginarte solo se me destruía el alma. No te imaginas lo que fue para mí aferrarme a un recuerdo, porque tu padre se dignó y me dejo sola en ese lugar cuando yo más lo necesitaba y cuando se le paso la cobardía lo perdone y lo volvería hacer mil veces más porque lo amo, tus hermanos, tu padre y tu son lo que yo más amo en el mundo–

–mamá ya por favor, discúlpame– estaba con lágrimas en los ojos pero yo ya estaba más que a la mitad del camino

–no Lucía, tú no sabes que aun en mis noches el sueño del recuerdo de aquella escena que marco mi vida, que cuando estaba en prisión soñaba que estaba con ustedes y cuando despertaba solo veía oscuridad y la misma de celda, le debo la vida a na mujer que mucho me defendió, y si no fuese por ella tal vez la pobre niña estaría huérfana, eres una niña desconsiderada y dices cosas que yo no te he enseñado, y si no eres la única que sufres mira a tu hermano que no dice casi palabra desde que tu hermano esta, crees que no hago nada por ti, cuando tú propio abuelo trata de separarme de tu padre y si crees que es mucho drama para ti lo siento no eres la única que está harta–

–Génesis ya déjala, ya no le digas más cosas entiéndela, no deja de ser una niña–

–una niña que entiende y sabe muy bien lo que hace y lo que dice–

Sebastián se llevó a Lucía a su cuarto y yo me quede afuera con Dariam recogiendo la mesa, hasta que se fue al sofá y pusimos una película

–mami ya no quiero que pelen más– mire al pequeño que miraba entraba sus manos, no éramos los únicos afectados, el corazón de no niño dulce estaba siendo golpeado por los efectos de las discusiones

–te prometo mi amor que esta va a ser la última vez que tu escuchas algo así– me abrazo fuerte –dime porque has estado tan callado–

–quiero ser valiente como Ariam– me rompió el corazón escucharlo así, estábamos desviados a darle atención a otras cosas y él estaba más que atento a lo que ocurría

–tu eres tan valiente como él y eres único te amo tanto mi niño–

Le di tantos besos empapados de lágrimas estaba tan decepcionada que lo estaba perdiendo todo por tan estúpida tontería ya no quería más pasos en falso, quería mi familia conmigo de nuevo feliz como antes de que todo esto pasara.

–la niña se durmió llorando y quiere pedirte perdón–

–yo no quería lastimarla– él se recargo en la pared y se cruzó de brazos

–pero lo hiciste, y enserio que debemos ir a terapia todos juntos– cubrí mi rostro con mis manos y comencé a llorar

–quiero ir a casa, quiero estar contigo, quiero a mi familia de nuevo junta–

El me abrazo fuerte y acaricio mi mejilla dejando besos por mis labios, y tratando de ser tierno y tratando de buscar en mí una sonrisa

–regresemos perversa volvamos a ser lo que antes éramos, vuelve a mí me haces mucha falta–

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¿Cómo diablos te conocí? (Parte II)Where stories live. Discover now