¿Cómo diablos te conocí? (Parte II)

Epilogo

Aun podía escuchar su voz por toda la casa de aquí para allá totalmente segura de sí, de cada paso, cada mes iba a visitarle a su casa eterna y tocaba una hermosa canción para ella, extrañaba el café por las mañanas y esa risa tan escandalosa de cada mañana, su despeinado cabello al despertar y su brillo tan único, conocía cada lugar de ella, teníamos esa conexión tan especial, es evidente que para mí no había nadie más perfecta que ella, es egoísmo pensar que estaría para siempre conmigo pero siempre seré así cuando se trate de ella.

No podía actuar de una mejor manera al haber perdido a mi otra mitad, la verdad tengo el alma perdida, con la sombra de tu ausencia me dejaste muy pocas razones para seguir, muy pocas cosas que valen la pena, estoy enfermo de venganza de ver a las personas que te hicieron daño, verlas mal pero de eso se encargara la vida y su cruel destino, sé que no es correcto lo que siento pero solo quiero que mi dolor se vuelva el suyo.

Esta mañana he ido a visitarla el día estaba frio con ese color gris nostalgia que avisa que la lluvia vendrá,, el viento acariciaba sus flores y me era inevitable pensar que pasaría si ella aun estuviera conmigo:

–quizás ahora estuviéramos en parís– toque su fría tumba como si fuese su rostro –la vida es efímera, tu que te mecías con el viento, tu que fuiste radiante, hoy estas aquí callada y marchita– limpie mis lágrimas y me senté junto a ella tocando Someone like you de Gavin Mikhail

Me lamentaba por mis errores y por no poder volver el tiempo atrás, me parecía increíble que ella no estuviera aquí, que no podía abrazarle y decirle una vez más al oído cuanto la amaba, acorralarla en nuestro pequeño sofá y embriagarme su penetrante olor, hacerle el amor como en las mañanas donde su mirada se hacía cómplice de sus actos, estaba seguro que nuestra visita a parís pudo haber sido la mejor de todas, no había nada que me consolara a estas altura, en lugar de que mientras los días pasaran y comenzara asimilar lo sucedido, cada vez se notaba más su ausencia era como si el peso de la culpa se encontrara sobre mis hombros.

No entendía como algunas personas dicen que los hombres somos fuetes, pero yo no encontraba fuerte ahora me hacía falta cada día más, a pesar de que hacía más de un año ya de su partida todo se reflejaba como si hubiese pasado ayer

–me dejaste solo cuando más me hacía falta aferrarme a ti, yo te amé de verdad y aun lo hare cada día de mi vida, que créeme ya no es vida desde que me dejaste solo y te llevaste la mitad de mi–

Escuche el pisar de las hojas secas del otoño, se acercaba el recuerdo de una persona que tenía demasiado de mi Génesis.

–Sabía que te encontraría aquí Sebastián– Valeria traía flores y detrás a una pequeña distancia se encontraba Nolan –le traje esto a mi pequeña favorita– sonreí y las acomodamos

–gracias– le di un ligero abrazo –hoy es un terrible día para todos–

–Lo sé, pero Lucia te espera con tu pequeño árbol– Dariam sería un árbol en el festival de otoño

–felicidades Génesis donde quiera que estés pudiste hacer un buen papa y unos niños que te extrañan demasiado pero son excelentes, un clon de Sebastián ese pequeño güerito con ganas de comerse el mundo entero, y esa niña que es idéntica a ti con ese carácter tan fuerte y rebelde que solo tu pudiste heredarles, hermanita cuidare de ellos como lo hice contigo– cerro los ojos y toco su pecho justo del lado del corazón –te llevare conmigo siempre aquí– me indico que ya nos marcháramos

–podrían avanzar ahora los alcanzo– asintió y se perdió con Nolan entre los arboles

Mire una vez más a donde estaba –sé que no piensas volver y no sabes lo que es la agonía de haberte perdido, mi cuerpo entero te extraña, pero algún día iré por ti, ¿Estamos hechos para estar juntos? ¿No? Así que vayas donde vayas ahí te buscare y te encontrare para estar juntos de nuevo, porque el amor espera, cree y aguanta todas las cosas, te amo Génesis, te amo mi querida pervers de todas y cada una de tus versiones y cada una de las maneras en que te conocí–