¿Cómo diablos te conocí? (Parte II)

Capitulo XV

Esa misma tarde comenzamos a empacar y a subir todo a mi auto para irnos de regreso a casa para estar de nuevo juntos esta misma noche, al igual que también llamamos a Erick para que nos recomendara una buena psicóloga, para mañana mismo comenzar todos juntos la terapia, me sentía rara después de todo soy una maestra que trate con pequeños y sin embargo tratar con mis hijos era algo realmente difícil de manejar, me dolía demasiado lo que les pudiera pasar, es más aún me dolía mucho más que lo que pudiera imaginar

-esta tarde mis padres irán a la casa a visitar a los niño- me dila vuelta y puse los ojos en blanco

-pues qué bueno que venga tu madre a ver sus pequeños les hace falta su cariño- toco mis hombros y me dio un ligero masaje sobre los hombros

-pervers mi padre también vendrá- lo mire un poco molesta, y lo entendía porque no es fácil que insulten a tus familiares, pero vaya que estaba molesta -sé que no se agradan pero vamos, tratemos de hacer el intento, por nuestro bien- me alce de hombros y trate de pasar esa petición desapercibida

Llego Gabriel buscando a Sebastián y de repente los mire algo molesta, ¿Qué podían estar hablando? Las cosas no deben de ser así, Gabriel es mi mejor amigo y por lo tanto con la única que tenía que cuchichear era conmigo no con él.

-y ¿ustedes qué?- me cruce de brazos

-mi vida ya me entere que te vas de nuevo a tu casa y no sabes lo contento que estoy- se lanzó sobre mí y me abrazo fuerte

-no me quieran cambiar el tema ustedes se traen algo y quiero que me lo cuenten ya-

-no, mi vida, hoy no tocaste con suerte, porque este es un asunto entre tu rico esposo y yo- camino y se pasó la lengua en su labio inferior y Sebastián solo negó un poco mientras reía

-ahora después de ser tan hombre, te vas a volver el marido de Gabriel- tomo mi rostro entre sus manos, y me dejo besos en todas las mejillas

-solo hay una mujer en el mundo que me importa en esta tierra se llama Génesis y apellida Barquero, esa chica es un ángel y un demonio, créeme que tiene un maldito carácter-lo abrace fuerte y realmente me sentía como antes

Comenzamos a charlar y aun me sentía intrigada por lo que habían estado charlando, pero aun seguí con el tema y continuamos guardándolo todo ya que Gabriel había llegado para ayudarnos un poco.

-de nuevo en casa- Lucía abrió los brazos y comenzó a dar vueltas por todo la casa

-pero falta mi hermanito- Dariam se me abrazo realmente sentía que mi cuerpo se me debilitaba cada que él se ponía triste y fue casi imposible que las lágrimas comenzaran a caer

-vamos tenemos que estar tranquilos, y juntos más que nunca, teniendo en cuenta que hay un ángel que nos cuida y nos protegerá siempre-

Todo transcurrió en una tarde normal y salí con Gabriel a buscar algunas cosas para hacer la cena, cuando volvimos casi deje caerlas bolsas sobre el suelo

-Karina querida- vi como Gabriel se acercó a Karina y le dejo un beso en la mejilla, estaba muy confundida pero me supuse que se conocían desde antes y yo solo podía mirar a Sebastián y sentía que mi cuerpo se encendía

-¿Qué demonios hace esta, en mi casa?- los padres de Sebastián habían llegado y con ellos Karina, estaba furiosa, no había nada en el mundo que no quisiera más que romperle la maldita boca a esa gata

-mi nuera tiene unos modales, Sebastián deberías enseñarle un poco a tu mujer la manera en la que tiene que comportarse con los extraño- ese anciano me estaba poniendo de muy malas ganas