Capitulo XXIII

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–estoy segura de que Gabriel jamás hubiese querido que todo se fuera a la mierda esa noche– mire a Valeria hundida entre la bufandas de la tienda colocándolas alrededor de su cuello

–quizás pero lo hizo y sabes es mejor que cambiemos de tema–

–es cierto, sabes en un par de semanas es el cumpleaños de Nolan y aun no sé qué demonios hacer–

–es una chica– me miro en seña de rendición –vamos le gustara cualquier cursilería que le des–

–no quiero darle nada, quiero que sea algo especial, no es como que sea la más romántica de todas las mujeres pero vamos–

–no tengo experiencia en eso y créeme aun n dejo de sorprenderme que vivas con una mujer–

–ya vas a empezar, ¿Es enserio que puedo ser aceptada por toda la sociedad y tu aun no has superado el tema?–

–no es superación, creo que es algo normal y sabes que te apoyo y respeto, pero eras mi amiga desde hace muchos años y jamás me contaste que en ti había un gusto por mujeres– hizo un gesto un extraño, y puso sus ojos de manera diminuta –lo sé, quizás jamás hubiese dormido con tan poca ropa a tu lado– me alce de hombros y le dedique una sonrisa

Buscábamos un buen obsequio para una de sus compañeras de trabajo, y teníamos más de na hora en la búsqueda y finalmente cuando encontrábamos algo no nos convencíamos de nada

Mire la hora y era bastante tarde y ya llevábamos dos bolsas llenas de cosas del cual escogeríamos algo para que ese algo sea el obsequio de Merci

Al llegar a casa solté las bolsas al ver en la ventana de enfrente a una chica abriéndome los brazos

–¿Cuándo llegaste?– la mire bastante confundida pero muy feliz

Se encogió de hombros y me sonrió –hace una semana me dieron mi libertad y empecé a buscarte– Flora era bastante buena investigando, y sacando información sin que yo me diera cuenta

–me alegro tanto de verte, pero pasa cariño– nos dimos paso y había olvidado a Valeria que venía tras nosotras bastante confundida

–Hola– la mano de Flora se extendió hacia Valeria con una larga sonrisa –mi nombre es Flora, y conocí a Génesis en prisión–

–Hola, soy Valeria mejor amiga y casi hermana de Gen, y creo que esa no es la mejor presentación que debas dar– tomo las bolsas y las puso sobre el sofá, y solo tomo asiento y dedico toda su atención a las bolsas

Me parecía que se estaba portando un tanto grosera y no entendía el porqué, pero vi que Flora aun así no se quiso quedar atrás

Tomo todas las cosas y la hizo a un lado sentándose junto a Valeria, el rojo en sus mejillas se hizo intenso –eres demasiado bella, como para ser grosera querida– levanto una ceja y se cruzó de brazos

–podrías quitarte de aquí y dejarme en paz–

–por favor chicas– las mire bastante molesta por esa actitud infantil

Sebastián bajo y solo se dio a la tarea de dar las buenas tardes y dirigirse a la cocina por agua

–hay tu– Flora se levantó y le hablo a Sebastián –supongo que tú eres el esposo de esa chica– me apunto con su dedo y el solo asintió dándole un sorbo a su baso, solo vi el agua sobre el suelo, cuando cayó de la boca de Sebas después de la bofetada que le había plantado

–¿Qué demonios le pasa a esta tipa?– su mano se puso en el pecho de Flora y le dio un empujón que la hizo retroceder unos pasos

–eres un imbécil, se lo prometí a Génesis que te dejaría un gran dolor en esa carita de inocente–

–no Flora, eso ya paso– tome la mano de Sebas y la otra la pase por mejilla

Valeria se levantó y se puso a aplaudir con una risa bastante perversa

–jamás creí que esta tipa me fuera a caer tan bien–

Sebastián negó y se soltó de mi agarre, lanzando el vaso contra la pared y se fue hacia la escalera

–corre imbécil, como lo que eres un cobarde– Flora le grito, lo que lo hizo retroceder unos paso y apuño sus manos

–si fuera un cobarde, ya estarías sobre el piso con una terrible contusión, maldita estúpida– no sabía que hacer me sentía ofendida y muy enojada, solo guarde silencio y mi expresión era indescriptible

Mire hacia los lados y sentí mi pecho apretarse Sebastián corrió hacia mí al verme tan sofocada, y me soplaba con sus manos

–la alteraste y no tenías que hacerlo– Sebastián empuño sus manos y mi respiración comenzó a cortarse

Me subió al auto y salimos directo con Erick, su cara fue más de enojo que de preocupación al verme tan alterada

–te dije que no debías hacer esto, y no sabes cuan molesto estoy– me dijo mientras colocaba el oxígeno en mi nariz

Apenas y podía respirar para responderle, me hizo una seña de que me callara, y ponía de nuevo esa maldita aguja en mi brazo

–te lo advierto te quedaras hoy aquí– quería casi volar de la camilla cuando empezó a llamar a las enfermeras –no te iras Génesis–

Tomo mis brazos y me respiración era mucho más calmada –no me quedare aquí, viendo como le haces un profundo oyó en mi brazo­­­­– puso los ojos en blanco y solo me envió una mirada matadora

–pense que eras mi amigo, sabes de sobra que odio los hospitales, odio todo lo que tenga que ver con los asquerosos olores a hospital–

–que bueno que no me consideres tu amigo, y te recuerdo que soy uno de los asqueroso olores de este lugar–

Me había arrepentido de lo que dije pero ya era demasiado tarde, insulte su prefecion, y lo que el era, trate de levantarme, esta vez era en paz y no con intenciones de discutir

–ni creas que vas a ir a ninguna parte– mire su molestia, y sabia que había pensado mal y finalmente solo me quede ahí esperando a que regresara con una orden médica y con Sebastián de tras de el

Nos dimos unas cuantas miradas, mientras Erick nos platicaba el procedimiento de como serían los análisis que se me harían, cada que oia una de sus estúpidas palabras acerca de la manera en que llegaría la enfermera vampira que tomaría mis muestras de sangre

Me quede a solas con Sebastian, y sus brazos estaban cruzados y una de sus cejas levantadas, yo le di una larga y forzada sonrisa

–no me parece nada gracioso Barquero, jamas mencionaste que habias tenido problemas de salud–

–no los tengo, simplemente fue, un pequeño incidente, llamémoslo "exceso de estrés"– me alce de hombros y volvi a darle mi fea sonrisa

–llamare a mi madre, para que hoy se quede con los niños–

–¿Es enserio?, ¿Permitirá que me quede aquí?–

–claro que es enserio, deberas quedarte aquí, y yo contigo, y no me reclames nada, porque esta tarde antes de que tus amiguitas llegaran, ya me habían dado malas noticias de la sucursal de Londres, asi que no estoy de humor cariño– beso mi frente y salio de la habitación

Sabia que tenia que estar enojado, el mal rato que le hicieron pasar esas dos fue mas que suficiente

No podía dejar de morder mis uñas y hacer rollitos mi cabello, entonces me di cuenta que hace mucho tiempo no lo teñia, y no lo cuidaba, mi hermoso cabello había sido excluido de mi vida por un largo tiempo, mis únicos planes al salir de aquí eran revivirlo y hacerlo lucir perfecto

¿Cómo diablos te conocí? (Parte II)Where stories live. Discover now