Capitulo XXVII

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La boda se había aplazado unos meses mas, y después de volver de llevarle flores a Ariam, estuvimos juntos como familia y trataba de mi corazón le expresara lo que estaba sintiendo, el ya no estaba conmigo pero mi conexión de madre lo mantenía a mi lado para siempre, es algo que nadie puede entender y que ni siquiera yo puedo explicar, solo los que tenemos el dolor y el sentimiento sabemos en el fondo cual es la realidad de nuestros pensamientos.

–¿Cómo es que Ariam odiaba la oscuridad y ahora este solo ahí?– Dariam estaba muy confundido y aun no encontraba la manera de como explicarle las cosas sin que suenen crueles o malas como para no creer mas en lo que nos rodea

–estoy seguro de que estaremos juntos, no se si pronto pero seremos de nuevo una familia– Sebastian se arrodillo y dejo un beso en su frente –no sabemos como es que Ariam lo esta logrando pero no queremos que tu lo intentes, tu debes ser muy fuerte y crecer mucho y vivir tantas cosas–

–¿y porque el no lo hara?– rascaba su cabeza como si las palabras fuesen bloquedas y no pudieran entrar

–algu dia podremos responder a tu pregunta pequeño–

–¿Y porque no ahora?–Sebastian froto sus manos y estaba aun mas confundido, sabíamos que entre mas respuestas se dieran , mas preguntas surgirían

–ahora no tengo una respuesta lo suficientemente buena para decirla, pero vamos a comer pizza–

Finalmente el cuestionamiento había terminado y pudimos salir, no poda jusgarlo ni decir que era un pequeño mal criado, simplemente era un niño que quería respuestas y nadamas.

Llevar a una famila a comer pizza y tomar de la mano a la persona que amas es algo que no tengo palabra para describir, pensar en Sebastian es imaginar sus manos grandes y fuertes, con una delicadeza mayor a la de una chica de diesiseis, en unos labios ligeramente rosas y muy carnosos, sus ojos brillantes y grandes, esa barba ligeramente afeitada en forma de un candado cerrado, su manera tan formal de vestir que es lo único que no cambia, o sus pegadas camisas blancas, describirlo a el era como transportarse y hacerse una nueva persona a la cual se ilumina el rostro des tan solo decir su nombre.

–hay mami deja de mirar a papa y come tu pizza– mis mejillas se rubizaron y quería que mi cara callera en la enorme y exagerada pizza de este lugar

–esta haciendo frio– frote mis manos por mis brazos –debemos volver a casa no tenemos chaquetas y...–

De inmediato el frio empezó a hacerse mas intenso, y al parecer estaba tan hundida en mi mente que todos lo habían notado menos yo, y al volver sentí la helada tarde que estaba callendo

–eso te dije desde hace unos minutos, y no sabemos donde estabas, llevaremos la pizza a casa– asentí y de nmediato volvimos al auto

Fue un lindo fin de semana en casa, mucha nieve y películas casa toda la noche, estábamos en paz y tan tranquilos como nunca.

Sebastian se había marchado a su trabajo y los pequeños al colegio, aun había frio y era tan seco y enfurecido como nunca antes lo había sentido aquí, recordé que Valeria había pasado esa noche sola y me sentía egoísta por lo menos debi invitar al pequeño Fred, tome mi pequeño bolso donde estabn las llaves de mi auto

–¿Qué demonios?– mis llantas estaban destruidas, no sabia que era lo que había pasado, y sabia que Sebastian me haría un enorme discurso por no haberle hecho caso sobre ampliar el garaje

No tuve mas remedio que llamar a vacino para que pudiese ayudarme y al final solo me dio un estúpido numero de un mecanico que –posiblemente vendría y podría ayudarme, no tenia una linda relación con los vecinos pero a veces eran bastante estúpidos y se que no todos pero ahora estaba enojada por no saber que fue lo que le ocurrio a mis llantas

–estan listas– el tipo se limpio las manos y pague su servicio –no deberías dejar tu auto aquí las calles ya no son tan seguras–

–te agradezco el servicio y con respecto al consejo.... No te pagare mas por darme otro creeme–

Sali de prisa a casa de Valeria, estaba cerrado y las cortina abajo, la llame varias veces y parecía que no estaba asi que decidi marcherme

–¿A que veniste?– salio con una ropa deportiva y con el cabello bastante alborotado

–a verte, me gustaría que hablaramos– trate de entrar pero impulso la puerta para impedirlo –dejame pasar, todo esta horiible ahí dentro–

–lo se, y no quiero que vengas como religiosa después de misa, asi que largo–

–no me ire, por lo menos hasta que te duches y arregles la casa ¿Dónde esta Fred?, estas demente hace una semana que Nolan se marcho y tu pareces una actriz de telenovela barata, con tu ancha ropa deportiva...–

–largate, Fred esta en el cologio, supongo–mi bandibula casi cae al suelo

–no vuelvas a correrme, lo hare de verdad, y no puedo creer que dices que supones que tu hijo esta en el colegio, ¡es un niño!, como puede ser posible que solo digas que supones, déjame entrar– depues de un forzejeo pude entrar y realmente todo era asqueroso

Trate de levantar y ropa y cosas rotas la mayoría de Nolan, me fui hasta su cuarto y era lo peor estaba todo de cabeza

–ve a duchartey yo tratare de poner orden aquí–

Se marcho y vi todo regado y el armario casi vacio, agradezco que no sean adictas a la ropa si no hubiese terminado.. quizás nunca.

Termine de verla al salir con su toalla y lanzarse a la cama llorando como la mismísima Magdalena, no tenia idea de como darle una palabra de consuelo sabiendo que yo estaba contribuyendo a causale dolormuy muy

Entendia que a veces causábamos dolor con nuestras desiciones pero a veces eran por el bien de las personas que son muy importantes en nuestras vidas.

El dia comenzó hacerse mas frio mientras las horas transcurrian y una larga lluvia se observaba detrás de mi ventana, esperaba a todos con ansias por llegar, después de todo Inglaterra se volvia un lugar abrigador con inviernos cambiantes no sabias cuando seria un lindo y acogedor dia y en otras ocasiones seria frio, con neblinas algo tenebrosas

Eraamante de la música y puse algo que me relajara, y puse algop der Sam Smith yempezó a sonar Stay With Me y comencé recordar el dia queconoci a Sebastian era un dia algo caluroso en Vancouber y el cargaba suguitarra en un estuche, estábamos en el mismo salón durante el curso, y despuéscambiamos al elegir nuestros nuevos caminos, el se me hacia encantador y cadaque lo veía en grupo tocando con sus amigos trataba de acercarme pero mi miedoa verme diferente era mayor, no quería ser popular, ni que todos me tonataransolo quería que el notara que yo era la diferencia entre todo el monton y nopor el hecho de que fuera un dechado de virtudes, si no porque nadie lo amabacomo lo hacia yo, con esa magnitud, del lograr lo que parece imposible.D

¿Cómo diablos te conocí? (Parte II)Where stories live. Discover now