Capitulo XXI

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El vuelo salió y Sebastián y yo, no mencionábamos palabra desde anoche, es cierto que los hechos valen más que las palabras, los besos y las caricias estuvieron presentes desde la mañana

–¡regresaron!– lucia se abalanzo sobre su padre y me jalo del cuello, Dariam se me abrazo de la pierna y lloraba como si tuviera años de no haberme visto, lo abrace tan fuerte como pude y mi contención de lágrimas fue en vano, solté más lagrimas que nunca

–nos casaremos dentro de cinco meses– Helen salía del cuarto y nos abrazó a ambos, desde hace mucho no me daba una sola demostración de cariño y no era como que me hiciera falta, pero viniendo de "Helen todo amor" todo era extraño si ella no lo hacia

–pensé que esta era una separación definitiva, pero no me equivoque de nuevo contigo, sé que no hice lo mejor de mí para que lo de ustedes funcionara pero parecía tan absurdo de que Karina hiciera algo como dañar su relación, ella siempre fue una niña tan diferente– la mire tratando que dejara sus disculpas a un lado y entendiera que pasara lo que pasara jamás dejaría de amar a Sebastián no era mi primer amor, y tampoco sabía si sería el último pero estaba más que segura que no iba a ver nadie a quien amara más que a él.

–no tiene de que preocuparse las cosas hasta ahora se encontraran bien, no hay nada de que disculparse–

Los días estaban pasando y todo volvió acomodarse, hasta el regreso de Valeria y el confortamiento que tuvimos estaba algo más que enojada

–no vine a disculparme por lo que paso en España, solo te aclaro que tú no eres la víctima, y yo no soy la villana– la mire desde la punta de sus pies hasta su cabeza, realmente su cabello se habia obscurecido y eso la hacía lucir un poco más clara de lo normal

–lo sé perfectamente, como también sé que tú y yo ya no podremos ser amigas, bueno al menos no las mejores– su mandíbula casi cae y sus hombros se tensaron notablemente –sí, así es ya no podremos ser amigas como antes, nuestra relación se rompió–

–¡escúchate! Me estas cambiando por el idiota con el que te acuestas–

–no se trata del idiota con el que me acuesto, tu trataste de que yo me acostara con un tipo, solo por una estúpida venganza que a ti ni siquiera te correspondía–

–eres mi amiga, ¿Cómo puedes perdonar la infidelidad de un hombre?–

–no es algo que se trate de un día, estás hablando de la persona que elegí para pasar el resto de mi vida– vi como con furia limpio las lágrimas de su rostro

–me parece perfecto, porque mi relación contigo empezó casi desde que éramos bebes, y ahora me sales con semejante estupidez– la mire un y medite tres segundos antes de recibir una gran bofetada

–eres una estúpida– toque con cuidado mi mejilla, y corrí abrazarla ambas sabíamos que estábamos siendo estúpidas en nuestras decisiones pero sabíamos perfectamente que nuestra relación como amigas no se terminaría tan fácilmente y menos por una pelea de hombres

Después de la ridícula discusión con Valeria, ahí estaba yo liberada de todo lo que me rodeaba, habíamos decidido buscar una nueva chica para que atendiera a nuestros pequeños mientras no estuviésemos, sabía que eso aumentaría mis ganas por dormir aún más, tenía que visitar mi sociedad con Gabriel pero siempre recibía mi suma correspondiente en mi cuenta de banco, lo suficiente como para no visitar nuestro lugar en un largo tiempo

–esta noche saldremos, nos embriagaremos y listo– Gabriel habia llegado con bolsas de tiendas de ropa algo extravagante

–¿para qué haremos eso?– comencé a husmear entre las bolsas y vi unos cuantos vestidos un poco retro, tal vez demasiado

¿Cómo diablos te conocí? (Parte II)Where stories live. Discover now