Polaridades [Vi&Caitlyn]

Rebobina II

- No puedo creerlo, realmente te atrapé - dijo quitándole la mordaza y la venda de los ojos.

- Libérame ahora y puede que no te rompa la cara - contestó agresiva Vi.

- Hey tranquila, yo sólo quiero hablar con tu hermana - aclaró el muchacho mientras jugaba con su reloj.

- Deja de acosarla... ella quiere a otro - dijo con cierta tristeza en su voz.

- No, ella solo esta confundida, le demostraré que soy mejor que ese tal Jayce.

- Claro y secuestrando a su hermana sumas muchos puntos - dijo sarcásticamente.

- Hey, ¿por qué estabas llorando cuando te atrapé? - cambió de tema, tomando por sorpresa a Vi.

- ¿Y a ti qué te importa?

- Tienes razón, no lo hace - caminó hasta Vi - Iré a comer algo, no te muevas ¿de acuerdo? - preguntó con una sonrisa burlona y apretó la mejilla de Vi haciendo que ésta sacudiera la cabeza para evitar el contacto.

Ekko dejó el lugar que Vi rápidamente reconoció como la guarida, después de todo era un lugar amplio con armas por doquier, mapas, planos y muchas cosas más. Se detuvo al ver un tiro al blanco con la foto de un grupo de oficiales, se quedo mirando a cierta chica en aquella foto. Sus ojos volvieron a traicionarla así que los apretó fuertemente para evitar llorar, no podía hacer eso ahora, debía encontrar una manera de salir del aprieto en el que se había metido.

Minutos atrás

Vi salió de la comisaría con los ojos inundados en lágrimas, no podía creer lo que había visto, Caitlyn besándose con Jayce.

Salió al estacionamiento y pateó fuertemente la rueda de uno de los vehículos policiales, comenzó a maldecir y a golpear el auto mientras lloraba, era una mezcla de tristeza e ira, pero poco a poco se fue calmando hasta quedar sentada suelo recostada contra el auto.

Seguía sin creerlo, Caitlyn le había fallado, le rompió el corazón con ese simple pero devastador acto. Cómo pudo, luego de lo habían compartido aquella noche.

Flashback

Sólo faltaba un día para que Vi fuese a pasar tiempo con su hermana, y aunque a Caitlyn todavía le inquietaba un poco la idea no podía hacer nada para hacer cambiar de opinión a la pelirosa.

Ya había acabado su turno y se encontraba acomodando unas últimas carpetas cuando la puerta de su oficina se abrió dejando a la vista la inconfundible figura de Vi, llevaba unos pantalones remangados y en la parte de arriba un top negro, su rostro estaba de un rojo intenso y por su cuello corrían unas gotas de sudor.

Caitlyn se le quedó viendo hipnotizada, ver el abdomen levemente marcado de la pelirosa y con un leve brillo debido al sudor habían despertado algo en ella que no sabia clasificar, ¿excitación?
Tal vez...

- ¿Cait? - la llamó Vi agitando su mano para que le prestara atención.

- ¿S...si? - contestó rápidamente al salir de su transe.

- Te pregunté si querías venir a cenar a casa.

- Eh... s..si, si claro - contestó subiendo su mirada hasta los ojos de Vi pero volviéndola a bajar hasta el tonificado cuerpo de la misma.

- ¡Genial! - exclamó sonriente - Iré a guardar los útiles del entrenamiento, me ducho y paso por aquí para que no vayamos, ¿de acuerdo?

- Si, claro - le regaló una sonrisa antes de que dejara el lugar.