Lo que unos labios pueden aclamar

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Ansioso, anonado y frustrado eran los sentimientos del Rey de Gondor; ansioso pues ya habían encontrado la ruta hacia su elfo, anonado existía tal pasaje, frustrado puesto que nunca se dio cuenta de la existencia de este, los pasadizos era angostos y oscuros, el aire parecía desaparecer siendo reemplazado por un fétido olor, Haldir guiaba al grupo, sus sentidos era en lo que el humano ahora confiaba, podía sentir el latir de su corazón cada vez más frenético. La espera lo estaba matando.


─Haldir, cuanto más─


─puedo sentirlo Aragorn, Legolas está cerca, lo que me preocupa es que está demasiado tranquilo─ sintió que le fallaba la respiración, parece que su expresión lo aviso de su estado, por lo que apresuro el paso, ya no caminaban, ahora corrían, restaron importancia a cuántas curvas pasaron ni los olores extraños, pero ver el cuerpo de Legolas tendido en el suelo dentro de una maltrecha celda pudo más que todo el auto control del Rey.


─Legolas!- corrió sin importarme nada, se arrodillo a su lado inspeccionando cada parte de su amado, se detuvo en su muñeca, estaba magullada y ensangrentada, la tomo con delicadeza, quien había causado tal atentado lo pagaría.


─majestad....─


─deben encontrar al responsable de este atentado─ retiro con cuidado los cabellos del rostro del elfo, lo cargo en sus brazos con sumo cuidado. ─ Haldir dile a Faramir que lo dejo a cargo, que organice una reunión urgente con el consejo, hay algo que deseo decirles, estaré en mi alcoba─ sin nada más que decir salió con Legolas en sus brazos, ignoro la mirada que recibió por parte de sus consejeros, ahora solo debía curar a su amado.


***


─¿Dónde está Aragorn? ¿Encontraron a Legolas? ─ Faramir se mostraba ansioso por las nuevas noticias que Haldir parecía traer.


─ lo encontramos, Aragorn está en su alcoba atendiendo a Legolas, sus conocimientos como sanador creo que bastaran por el momento─


─ ¿por el momento? A que te refieres Haldir ─


─un elfo jamás dejaría que lo dejen inconsciente, no sin presentar lucha, es demasiado extraño─ la mano de Faramir sobre su hombro lo hizo callar, ¿en qué momento llegaron a estar tan cerca? ─


─sh, Aragorn sabe bien lo que hace, dejemos que haga lo suyo, no tienes que ponerte tan alterado─


─ no lo entiendes, puede que haya más historia detrás de esto─


─puedes hablarlo después con Aragorn, no creo que agregar más inconvenientes sea necesario─


─tienes razón, te encarga que realices una junta urgente con sus consejeros y te deja a cargo de todo─ con un leve movimiento de cabeza el galadhrim disponía a retirarse, Faramir en un impulso lo tomo de la muñeca, lo jalo levemente para luego, sin detenerse a pensar juntar sus labios con los de un anonado elfo.


Haldir estaba completamente ido, estupefacto, era como se encontraba el elfo, ¿Por qué no había logrado evadir el agarre del humano? ¿Por qué no lo golpeó? ¿Por qué ahora se encontraba entre los brazos del mortal? ¿Por qué permitía que el humano lo bese?


¿Hace cuantos milenios que fue la última vez que lo besaron? No, esa no era el problema, fue el ser que lo hizo, esa imagen en su mente, dispararon sus alarmas. Con una rápida llave logro inmovilizar al humano, la cara de este término contra el suelo.


─no lo vuelvas a hacer─ su voz sonaba tan fría y letal, Faramir sudaba frio, pero lo que más le dolía era el rechazo total ─ no sé en que estabas pensando Faramir de Gondor, pero si no fuera por la amistad que existe con Aragorn, ¡ahora tú no respirarías! ─ soltándolo con rudeza el elfo se retiró airado del salón.


Algo adolorido Faramir se levantó del suelo, rozo sus labios con la yema de los dedos, aunque su vida corriera peligro, no dejaría ir al elfo galadhrim.


Suspiro cansado, ahora tenía que reunir al consejo, algo le decía que se venía lo grande.

**


Aragorn sabía que lo que diría hoy le traería muchas consecuencias y no todas serian buenas, pero ya no podía dejar las cosas así, Legolas había sufrido un atentado, debía de darle su lugar para que al menos las personas lo pensaran dos veces antes de acercarse a su elfo. Estaba feliz de haberlo encontrado, pero las condiciones de su elfo no lo calmaban, estaba demasiado pálido, más de lo normal, dormía profundamente ¡y con los ojos cerrados! Definitivamente algo no estaba bien con su elfo. Su muñeca totalmente vendada y las hierbas que le dio de beber le daban algo de confianza de que su elfo se recuperaría pronto. Deposito un beso en la frente de este.


-Majestad, los ancianos ya están reunidos─ la voz de Faramir lo saco de sus pensamientos.


─las cosas cambiaran a partir de ahora mi amor. ─


**

La sala estaba en completo silencio, la tensión era palpable, todos se miraban pero nadie se atrevía a decir algo.


─como todos saben, Legolas, el príncipe heredero del reino de Mirkwood ha sido atentado, bajo lo que se me comunico como un intento de asesinato, sin embargo no se me comunico que fue apresado como si fuese un vil asesino sin antes una sentencia y no conformado solo con ello, lo encerraron una celda abandonada como si fuese un orco­ ─ a pesar de que su rostro se mostraba apacible, todos sabían por el tono de voz del Rey, este no se encontraba nada feliz. ─ si los he reunido en este momento, aparte de hacerles saber de este tan gran y terrible error que se cometió en contra del príncipe, si no para comunicarles que esta he tomado la decisión de casarme. ─


─Majestad! Sabíamos que no nos fallaría─ se atrevió a hablar uno de los ancianos


─no obstante, no descansare hasta encontrar al responsable del atentado en contra del futuro príncipe consorte del Reino de Gondor ─


Si el silencio era incomodo en un inicio, ahora la tensión era más que palpable, Faramir miro asombrado a su amigo, pues, no se esperaba que diera la noticia de tal manera.


─M...Majestad, creo que no lo entendimos bien, querrá decir su reina─


─no, oyeron bien, he decido que mi consorte será el príncipe Legolas y esta decisión no está sujeta a reclamos, el día de mi coronación se llevara a cabo la boda─ y sin esperar a oír los reclamos, Aragorn abandono la estancia.


Ahora se sentía más liberado.


Se casaría con Legolas, así tuviese que emprender la campaña al mismísimo Mordor, él lo haría todo por su amado elfo.





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