La verdad de un borracho

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Las cosas entre esos dos no había mejorados en lo absoluto, dos semana en el bosque de Fangorn y Aragorn y Legolas apenas y se habían dirigido la mirada. El enano sentía que las cosas iban de mal en peor entre esos dos y si no hacía algo todo podría terminar mal. Admiraba el hecho de que el elfo no le haya clavado una flecha en ese mismo instante.

El elfo había mostrado una admirable actitud, pero Gimli sabía que por dentro estaba destrozado, lo veía en sus opacos y triste orbes, la repentina palidez que azotaba al elfo, había algo que no era normal, su repentina actitud taciturna y ese aura que lo rodeaba le daba un muy mal presentimiento.


─ ¿Qué día es ya? ─ pegunto mientras se apoyaba en su hacha.


─tal vez el 73avo desde la partida de la comunidad─ respondió Aragorn con la vista perdida en el horizonte, un ruido pesado lo hizo girar con rapidez, torció la ceja al no encontrar motivo aparente, el dunedain se acercó hacia el lugar donde provino el ruido – nada...─


─deberíamos avanzar... ¿Dónde está el elfo loco? ─ pregunto más para si el enano, pronto se percató que desde hace un buen rato que no lo notaba, de hecho ¿hace cuánto que había desaparecido? Paso un corto momento buscando, un bulto tras un árbol llamo su atención ─¿Legolas? ─


─pueden ir avanzando...yo demorare un poco...- eso si que llamo la atención del enano, haciendo gala de su terquedad avanzo hasta llegar al lado del elfo, mas al ver aquel alarmante estado lo altero.


─ ¿pero qué sucedió? Acaso... ¿acaso alguien te ataco? ─ la palidez en el rostro del elfo sí que era preocupante, este se encontraba semi recostado en el tronco, con una expresión cansada y lúgubre, algo lo estaba dañando y debía de actuar rápido. ─ llamare a Aragorn, el sabra que─


─no!, no es necesario, solo necesito descansar....─


─¡por toda la hidromiel de Moría! ¡Un elfo pidiendo descanso! ─ Legolas sonrió y haciendo acopio de fuerza se pudo de pie y coloco una mano sobre el hombro del enano.

─ya, ya estoy bien...continuemos─



Y sin opción a refutar el enano lo siguió, pero esta vez mucho más atento que antes.

Unos días después de aquel extraño suceso se reencontraron con Gandalf, el mago estaba vivo, esa fue una gran noticia para todos y más cuando supieron con certeza que Merry y Pippin estaban a salvo.

Pero el mago reparo en el aspecto del elfo, ya lo había visto una vez y temía el motivo que creaba aquel triste aspecto en el príncipe del bosque negro. Mas ese no era ni el momento ni el lugar para hablar, ya habría su tiempo, solo esperaba que no demasiado tarde.

Llegaron al imponente reino de Rohan y ni bien descendieron de sus respectivos corceles, el elfo tuvo que apoyarse en el caballo cuando un fuerte mareo lo azoto. Rápidamente el mago llegó al lado de este, esa actitud ya era preocupante.


─Legolas Thrandullion... ¿pero qué? ─


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