Capítulo Doce. La Pijamada

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La pijamada había sido un día antes de la primera salida a Hogsmeade y justo la noche anterior a Halloween, por lo que todas estábamos muy emocionadas.

— ¿Te vas a ir con tu pijama vieja? — dijo Halley mirándome mientras subíamos al dormitorio de arriba

— mi pijama no está vieja — defendí

Cuando llegamos al dormitorio de arriba había mucha música, risas y pláticas a todo volumen. Gracias a un hechizo realizado por Alicia Spinnet y otra chica de séptimo, que no conocía, podíamos hacer todo el ruido que quisiéramos y nadie nos podría oír.

Habían varios bocadillos robados de la cocina, copas mágicas como las del gran comedor, que se llenaban con la bebida que tú quisieras y varios dulces.

A decoración era alusiva a Halloween y habían cojines por toda la habitación.

Al inicio estaba algo cohibida, me acerque a los bocadillos; no dejaba de comerlos y sentirme fuera de lugar.

— ¿Sabes que ellas no muerden verdad? — dijo Demi acercándose

— lo sé. Pero no me siento muy... Cómoda.

— ¿Y dónde estarías cómoda? ¿En los vestidores de los Slytherin poniéndole polvos pica-pica a sus uniformes? — me miró con una ceja alzada, mientras yo contenía la risa.

Los años anteriores me divertía mucho jugando bromas con Fred y George, burlándome de las personas con Lee y haciendo todo tipo de cosas divertidas, pero fui castigada tres veces —se que no suena mucho, pero si conocieran a mi padre y su política de cero tolerancia, entenderían que casi me mata cuando recibió los citatorios—. Por ello me e alejado de los problemas este año.

— tienes que divertirte — me dijo Demi — vamos con Halley

Me tomó de la mano y fui con ella hacía el grupo de chicas que teníamos más cerca.

— ¿Quieres un cambio de look? — me dijo Halley sorprendida

— si, por qué no — reí y me senté en una de las camas.

— ¿Qué quieres? — dijo la pelinegra — ¿barniz que cambia de color con tu estado de ánimo? ¿Labial que sabe a tu comida favorita? ¿Perfume de...?

— córtame el cabello — dije sonriendo. Demi y Halley me miraron no muy convencidas — ¿Qué tiene de malo?

Mi cabello era castaño claro, bastante largo hasta la cintura, pero estaba harta de eso y quería intentar algo diferente.

— ¿Estas segura? No tienes que divertirte tanto — me dijo Demi

— estaré bien

Halley tomo unas tijeras y empezó a hacer cortes.

— ¿Así? — dijo pasándome un espejo

— más — dije ya que aún lo tenía a la altura de los codos. Ella no muy convencida corto otro poco — más... — Entonces empezó a cortar hasta que Demi le detuvo la mano — si. Así está bien.

El cabello, algo disparejo, estaba a la altura de los hombros. Demi le decía que tenía mechones disparejos. Pero a mí me encantaba como se veía.

Conforme avanzaba la noche los grupos se empezaban a mezclar y todas terminamos armando un único círculo. Entonces empezamos a jugar verdad o castigo. Halley saco botellitas de bolsas anaranjadas, las cuales reconocí al instante.

— ¿Se las compraste a los Weasley?

— puede ser — dijo ella alzando los hombros.

El juego consistía en responder a una pregunta vergonzosa o beber alguna de las botellas que traía Halley o una de las pociones que habían preparado.

Los Gemelos Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora