17.

516 43 7
                                    

Me tomo unos segundos y no se si es por la sorpresa, por los nervios o qué pero me cuesta darme vuelta para ver de quién proviene aquella voz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me tomo unos segundos y no se si es por la sorpresa, por los nervios o qué pero me cuesta darme vuelta para ver de quién proviene aquella voz... aunque bien se y no necesito verlo para saber quién es. Creer y ver son dos cosas muy diferentes, imaginar y enfrentarse a la realidad también lo es. (Aunque tarde o temprano hay que hacerlo) 

Su perfume se huele desde donde estoy parada.

Me doy vuelta algo desconcertada y lo veo ahí parado, con el ceño fruncido, erguido y acercándose lentamente hacia mi... parece una típica escena de Discovery Chanel en la que el captor se alza contra la presa. Presa totalmente indefensa esperando su muerte, sabiendo que la misma viene y resignándose por completo.

Me quedo muda esperando y mi respiración comienza a volverse irregular. Lo noto algo inseguro pero igualmente sigue irradiando esa confianza tan típica de su persona. 

Lleva puesto un buzo gris, unos pantalones negros adidas para hacer deporte, unas zapatillas blancas muy desgastadas y un gorro negro que le cubre todo el pelo.

—Te ves...muy bien...— murmuro de forma inconsciente aunque lo único que quiero hacer es irme de ahí, dar media vuelta y comenzar a caminar, aunque no tenga ningún rumbo, eso no importa, ¡su presencia me está volviendo loca! ¿Cómo es posible que verlo me trastorne tanto?, ¿Desde cuando lo que me pasa con el se volvió una dependencia escandalosa y patética?, Miles de pensamientos recorren mi mente, ¿Dónde carajo está la Mae independiente, segura de sí misma y altanera?, carajo, dónde estás. 

—Mae...— repite mi nombre aferrándose al mismo como si su vida dependiera de ello. Lo clama y lo escupe entre sus dientes como si el mismo le perteneciera. 

Puta madre. Está por agarrarme una crisis nerviosa.  

Se me acerca lentamente, vacilante, la incertidumbre irradia de su cuerpo, al igual que su enorme magnificencia. Es una mezcla exquisita. 

Y haciendo todo a un lado, sin importarme absolutamente nada, me le acerco. No se qué me impulsa, si el extrañarlo a el y su tacto, el contacto físico de nuestros cuerpos uniéndose en un perfecto agarre, o qué. No me importa que se haya comportado como un infeliz, nada importa ahora, y me doy cuenta de aquello de forma patética cuando termino la distancia que hay entre nosotros y me aferro a el de manera desenfrenada. Agarro la parte de adelante de su buzo con mis puños y lo atraigo hacia mi cuerpo, mientras que el pasa sus brazos por mis hombros y apoya su cabeza sobre la mía, dejando escapar un suspiro que quizás llevaba guardado hace tiempo.

Por un rato largo nos quedamos en silencio, abrazándonos bajo el cielo estrellado y sintiendo nuestras largas y profundas respiraciones, al igual que el latido de nuestros corazones. 

Hundo mi rostro en su pecho y a su vez lo alzo unos segundos para oler el olor a aquel maldito perfume que emana y que se puede sentir desde lejos. Me aferro a el como si fuera una ilusión. Me aferro como si no lo fuera a ver más y esta fuera mi única oportunidad para demostrárselo. 

SIN FRENOS. [TOM HARDY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora