¡Otra Vez Tú!

Cap. 17: ¿Qué pasa con Jason?

Fabiola: ¿Pero en que parte de México?

Lucas: Vive a unas 5 o 6 cuadras de donde vive Tate.

Fabiola: ¿Enserio? ¿Y por qué no la e visto en la universidad?

Lucas: Por que dejo de estudiar, además, solo por el hecho de que este estudiando la universidad no significa que este en la que estamos nosotros.

Fabiola: Si tienes razón espero no verla nunca más, no soportaría que me hiciera daño otra vez.

Lucas: Descuida, ella ya cambio, desde que vive aquí se convirtió en otra Esther- dijo mientras me tomaba la mano- ya veraz que todo estará bien

Fabiola: Eso espero- dije mientras hacia una mueca y miraba hacia otro lado.

Lucas: No tienes nada de que preocuparte, Esther a cambiado mucho, ahora ya no piensa solo en ella. Solo espero que Esther no encuentre a nadie que la haga volver de nuevo a su forma de ser original, que la haga sentir otra vez odio por las personas de su pasado, en caso de que pase eso, estamos perdidos, tendrá que volver al psiquiatra y no creo que le agrade eso.

Fabiola: Si eso espero, no me imagino el día en que me digan que Esther encontró a alguien para ayudarle a hacerme daño de nuevo, a mi y a todos.

Lucas: Lo se.

Luego seguimos hablando mientras bebíamos, después de como 3 o 4 horas tuve que ir de nuevo al baño.

Fabiola: Enseguida regreso, iré al baño.

Lucas: Si esta bien.

Entre a la casa y fui hacia las escaleras, tuve que subir con mucho cuidado mientras me tomaba de la pared, pues había muchísima gente en las escaleras y haber bebido Vodka no ayuda mucho.
Cuando estuve en el segundo piso fui directo al baño, toque la puerta y estaba ocupado, espere a que saliera aquella persona y después entre, hice mis necesidades, me lave las manos y después salí.
Iba caminando por el pasillo cuando me tope con Jason.

Jason: Hola...

Fabiola: Hola.

Jason: Mmhh te ves muy linda...

Fabiola: Gracias...¡oh!...- exclame al sentir algo caer en mi ojo, era como una basurita o algo así.

Jason: Oh dejame ayudarte.

Jason veía para quitar aquella basurita, podía sentir su respiración chocar con la mía por lo cerca que se encontraba Jason de mi cara, mientras el me ayudaba yo no podía evitar mirarlo.
No entendía como ni cuando el amor mutuo que nos teníamos se había extinguido, no sala el por que, de la noche a la mañana ya nos odiabamos.
Nada de esto tenia sentido, él decía que yo lo había abandonado, pero yo estaba segura que él era el que me abandono.

Fabiola: Listo- dije mientras parpadeaba rápidamente- gracias.

Jason: De nada- dijo aun cerca de mi cara.

Nos mirábamos fijamente, podía ver un brillo en los ojos de Jason.
Se fue acercando cada vez más a mi hasta estar a tan solo unos centímetros.
Bajo su mirada a mis labios y después volvió a mirarme a los ojos, coloco su mano en mi mejilla y se acerco a mi así rompiendo la distancia que se encontraba entre nuestros labios, era un beso lento y tierno.
Cerré mis ojos y me deje llevar, pero las imágenes de aquella noche con Jason vinieron a mi mente, las imágenes del día que me entere que Jason se había venido a México, todo eso me hizo reaccionar y me separe instantáneamente de Jason, lo mire y el hizo lo mismo, entonces fue cuando le di una bofetada.

Fabiola: ¡¿Qué te pasa Jason?!

Jason: ¡¿Qué me pasa?! ¡¿Qué me pasa a MI?! ¡Lo mismo te pregunto! ¡¿Qué te pasa a ti?! ¡¿Por qué me das una bofetada?!

Fabiola: ¡Por que no tienes por que besarme!

Jason: ¡Ja! ¡Pero muy bien que me seguiste el beso!

Fabiola: ¡Si lo hice! ¡Pero por suerte reaccione pronto! ¡No pienso caer otra vez en tu juego! ¡¿Para qué?! ¡¿Para que ahora te vallas a París?! ¡¿O a Europa?!

Jason: ¡No se de que rayos hablas!

Fabiola: ¡JAJAJA!¡Si adelante! ¡Haste el desentendido!- dije y lo esquive para seguir caminando, baje las escaleras y fui de nuevo con Lucas.

Lucas: ¿Estas bien? Vienes con una cara no muy bonita.

Fabiola: Si si, lo que pasa es que....que...

Lucas: ¿Qué?

Fabiola: ¡Me han dado nauseas!- dije al no saber que decir, no le diría que había estado con Jason y que este me había besado.

Lucas: ¿En serio? ¿En verdad te sientes bien? Si quieres voy a dejarte a tu casa.

Fabiola: No descuida, ya se me paso.

Lucas: ¿Segura?

Fabiola: Si.

Luego seguimos bebiendo hasta llegar a la cuenta de no saber cuanto había bebido, solo sabia que me había excedido demasiado.