6. Tan dulce como él

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Capítulo 6

Tan dulce como él

La cena había sido demasiado buena para mi gusto, a pesar de las dudas que Matt me dejaba todo había transcurrido bien. Me sorprendí a mí misma al descubrir que quería repetirlo pero no, no volvería a caer. Mientras Matt conducía, la música sonaba en un volumen perfecto para el momento. Algunos autos circulaban por la ciudad mientras las luces nos acompañaban a cualquier lugar que fuéramos.

—¿Qué te pareció la cena? ¿Valió la pena mi invitación?—preguntó sacándome de mis pensamientos.

—Creo que sí—sonreí un poco—Gracias por esa exquisita comida.

—No hay de qué—sonrió satisfecho por ese cumplido—¿Mañana debes trabajar?

—Así es—suspiré—A la misma hora de siempre.

—¿Sabes? Este viernes hay una cena familiar en mi casa, vendrán mis padres, mi hermano y mi prima que estudió la cocina como yo...—lo miré sabiendo a donde iba—¿Te apetece ir?

—Matt...

—Voy a preparar la mayor parte de la cena, estaría encantado de que me aconsejaras—reí divertida negando con la cabeza.

—Recuerda que soy novata en eso, además, ¿Quién hará la otra parte de la comida?

—Mi prima—esos ojitos dulces que colocó me hicieron cambiar de opinión. Su cabello despeinado daban ganas de acariciarlo.

—¿A qué hora debo estar lista?

—Yo pasaré por ti a las 7:00 en punto.

—Así que aceptaste ir, ¿Estás segura de eso?—preguntó una Kim algo dudosa.

—Sí, sé lo que dije y no estoy rompiendo las reglas, el chico es...realmente agradable—sonreí un poco encogiéndome de hombros terminando mi desayuno. Recogí los platos junto a los vasos para limpiarlos.

—Bueno, iré a arreglarme, saldré con Carlos al cine—se mostró algo contenta.

—¿Llegarás a tiempo a la cafetería?

—Claro, tal vez llegue tarde pero estaré allí—guiñó un ojo dejándome sola mientras limpiaba los platos. Al tener todo limpio y estar sola en el departamento revisé mi celular encontrando un mensaje.

"Buenos días, señorita. ¿Cómo son sus mañanas en el día de hoy?"

Me sorprendí al ver el nombre. ¿En qué momento anoté su número? A mi mente vino el instante en que fui al baño en medio de la cena, rodeé los ojos dejándome caer en el sofá, Matt era un chico aparte realmente.

"Si querías tener mi número, ¿Por qué no lo pediste como los demás hombres lo hacen?"

Solté mi cabello dejándolo despeinado, debería hacerme un cambio que me haga sentir mejor, nunca antes me había pintado el cabello quizás sea el momento de hacerlo. Encendí la televisión teniendo un nuevo mensaje.

"¿Ibas a dármelo? ¡Maldita sea! ¿Por qué no te lo pedí?"

Reí divertida imaginándolo todo desesperado.

"Eso sucede cuando quieres que todo pase de una sola vez. Un punto menos por eso, señor Miller"

Cambié los canales sin encontrar nada interesante, decidí dejarlo en donde pasaban los últimos vídeos musicales. Extendí mis piernas sobre el sofá jugando con mi cabello, tomé mi celular encontrando una respuesta.

"Lo lamento muchísimo, señorita Reed. ¿Podría usted disculparme? ¿Cómo podría ganarme su perdón?"

Me sentía tan estúpida e infantil jugando con él pero no pude detenerme. Matt era tan dulce que era imposible no actuar a su manera.

"No pido mucho sólo un exquisito postre de tu parte, mucho chocolate, mucha crema pero no tan empalagoso"

Mordí mi labio al enviarlo. Mis ojos casi se salen de sus órbitas al leer la respuesta.

"Tengo el postre perfecto, lo tendrás listo a las tres"

Desde que llegué a la cafetería no pude evitar mirar a cada instante la mesa número cinco, envié miles de mensajes a Matt de que era una broma pero no obtuve respuesta, eso me colocaba más nerviosa y ansiosa. ¿A qué estaba jugando este chico? ¿Por qué tuve que ser tan estúpida de seguirle la corriente?

Al verlo entrar, no pude esperar a que llegara a su mesa lo detuve en la puerta.

—Sal de aquí.

—¿Qué?—noté su confusión.

—Sal—ordené en voz baja. Miré a Kim enviándole una señal de que me cubriera, al salir de la cafetería miré algo molesta a Matt—¿Por qué no respondiste a mis mensajes?

—Estaba ocupado...—noté la bolsa que traía en sus manos. Pude notar algo parecido a una caja pequeña.

—No debiste hacerlo, era una broma, Matt...

—Oh, vamos—hizo un puchero—¿Quieres que Duke se lo coma solo?

—No hagas eso—señalé.

—¿Qué?—sonrió.

—Suplicar, es injusto—tomé la bolsa con la caja dentro—Entra, ahora te atiendo.

Sonrió más haciendo lo que le dije, al estar sola, quité la bolsa abriendo la caja, mordí mi labio al ver tres bolas pequeñas de chocolates rellenas con crema, más crema las decoraba por fuera tanto por dentro. Pasé mi dedo por una de ellas probándola, sonreí al sentir un sabor exquisito, decidí morder una para saborearlo mejor pero me sonrojé al atrapar a Matt mirándome por la ventana. Mi celular vibró, lo tomé después de limpiar mis dedos en el delantal, era él.

"Supongo que recuperé mi punto"

Negué con la cabeza guardando la caja regresando al trabajo.

Sola (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora