26. Finalmente completa

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Capítulo 26

Finalmente completa

2 meses después

Escribía en mi celular enviándole un mensaje a Kim, recién salía del consultorio de mi doctor, todo estaba bien con el bebé, sus latidos eran más fuertes y constantes lo cual era buena señal. Había querido que viniera conmigo pero tenía unos asuntos que arreglar con Carlos, la relación entre ambos iba muy bien, la madre de Kim no estaba tan contenta pero al asegurarse de las intenciones del chico, comprendió que era lo mejor.

Decidí caminar un rato mirando algunas tiendas, entré a una donde sólo habían accesorios para los bebés. Al quinto mes pude descubrir que sería una niña, Kimberly no pudo dejar de chillar por un buen rato, todos en la cafetería no tardaron en enterarse, la señora White insistía en que debía comenzar a descansar pero siendo honesta me sentía bien, demasiado bien para mi gusto.

Sonreí un poco mirando algunos vestidos hermosos y adorables, imaginaba a mi pequeña usando uno de esos. Algunas cosas me faltaban por comprar aún, Kim quería sorprenderme con la cuna pero le pedí que me dejara a cargo de eso. Quería ser yo la que escogiera donde dormiría mi hija, tenía algunas prendas que había comprado en oportunidades cuando estaba sola.

Kimberly me agobiaba en ocasiones con tanta emoción. Incluso podía jurar que la bebé estaba igual que yo.

Cuando me disponía a salir de la tienda, alguien jalaba de mi vestido llamando mi atención. Era una niña de unos cinco años tal vez, sonreí un poco mirándola.

—¿Estás perdida, cariño?

—No—señaló mi vientre—¿Hay un bebé allí?

—Sí, así es—sentí algo de ternura por su inocencia—¿Dónde están tus padres?

—Por ahí—rió con una mirada pícara. Había hecho alguna travesura—No le digas a mi mami.

—¿Por qué estás escondiéndote?—susurré siguiéndole el juego.

—Quería jugar, siempre lo hago—se encogió de hombros. Acercó sus pequeñas manos a mi vientre—Mi mami también tiene un bebé en su barriga.

—¿Enserio?—sonreí.

—Sí, será mi hermanito—sus ojos marrones me miraron curiosos—¿Será un niño también?

—No, una niña—una sonrisa amplia se dibujó en sus labios. En ese instante sintió el movimiento del bebé en mi vientre, aquella felicidad de esa niña me hizo reír.

—Será muy bonita.

—Creo lo mismo.

—¡Michelle! Gracias a Dios que estás aquí—una mujer un poco más mayor que yo se acercó tomando la mano de la niña—Lo siento, ¿Te causó problemas?

—No, claro que no, Michelle y yo sólo hablábamos.

—Ella también está esperando su bebé—comentó la niña. Realmente era muy inteligente y astuta pero a la misma vez dulce. Aquella mujer también estaba en estado pero su vientre no era tan abultado como el mío—Será una niña.

—Felicitaciones—sonrió su madre—¿Cuánto tiempo tienes?

—Seis meses, Michelle dijo que tendría un niño—asintió mirando con algo de reproche a la pequeña—Creo que está contenta de ser la hermana mayor.

—No sabes cuanto, tanto ella como su padre esperan con ansias el nacimiento.

Michelle se soltó de su madre y fue corriendo hacia un hombre que esperaba para pagar lo que llevaba. La cargó llenando sus mejillas de besos, aquel gesto me hizo pensar en Matt. Sonreí con cierta nostalgia.


Las puertas del ascensor se abrieron dejándome llegar a mi departamento, recién abría la puerta cuando algunas personas gritaron "¡Sorpresa!" Sin entender lo que pasaba Kim se acercó explicando lo mucho que todos se esforzaron por un Baby Shower sorpresa. Estas cosas siempre debían tenerla involucrada. Algunos compañeros del trabajo estaban allí, los clientes que más solía conocer, la señora White, Carlos y para mi sorpresa mis padres habían venido.

—¿Mamá?

—Cariño—me abrazó para luego mirarme. Acarició mi vientre estando contenta de verme—Estás hermosa, Susan.

—¿Qué hacen aquí?—no pude evitar preguntar. Papá me abrazó también disculpándose por la actitud que tuvieron ante la noticia, sentí un peso menos en mis hombros al escucharle decir que aceptarían lo que decidiera. Matt estaría contento de escucharlo.

—No nos perderíamos la primera fiesta de nuestra nieta.

—Kim estuvo planeándolo por un tiempo, todos quisimos que fuera una sorpresa para ambas—explicó mamá. Volví a abrazarlos estando contenta de que estuvieran allí. Kimberly me llevó a la habitación pidiéndome que cambiara ya que tenía más sorpresas para mí.

Tomé una ducha quitándome el olor a clínica, decidí escoger unos pantalones muy cómodos y flexibles completamente negros junto a una blusa algo alargada de mangas cortas, tenía un color azul celeste. Las zapatillas plateadas me parecieron una buena elección, recogí algunos mechones de mi cabello dejando el resto suelto. Salí de la habitación mirando algunos globos, en medio de la sala se encontraban los regalos.

Fui a la cocina donde Kim servía algunos vasos, sonrió al verme, la abracé agradeciéndole todo. Era una verdadera amiga.

—Lo merecías, no exageres—me ofreció algo de jugo ya que no podía beber nada de alcohol. Lo acepté sin borrar la sonrisa—¿Todo bien en el doctor?

—Todo bien—asentí—¿Hace cuánto llevabas planeando esto?

—Mmm...—pensó. Su cabello rubio iba recogido en una trenza—Unas semanas exactamente, no, espera—se corrigió—Desde tu última cita con el doctor, le comenté a mamá que sería buena idea celebrar que será una niña, todos ayudaron.

—Ya lo veo—miré alrededor. Todos disfrutaban la pequeña fiesta—¿Cómo lograste que mis padres vinieran?

—Tuve una seria conversación con ellos—bromeó—Mamá se encargó, les hizo ver que estaban siendo egoístas al no apoyarte en este momento. Tu padre pareció entrar en razón cuando supo que sería abuelo de una niña.

Miré a papá que hablaba con un grupo de personas, reían un poco mientras mamá charlaba con la madre de Kim.

—Gracias de nuevo—giré mi rostro mirándola.

—Todavía no me des las gracias, tu sorpresa llegara en...—miró su reloj—Una hora. Carlos fue a buscarlos.

—¿Buscarlos?—fruncí el ceño sin entender—¿A quién?

—Ya lo verás.


La bandeja de aperitivos se terminaba con rapidez gracias a mí, mamá solía decirme que había pasado por lo mismo cuando se encontraba en la espera de su primera y única hija. Algunos invitados debieron irse por la lluvia que comenzó a caer. Los que quedaban siguieron pasando un buen momento, hablé con todos y de todo un poco. Llevé algunos vasos a la cocina para servir más.

Kim no tardó en venir, una sonrisa especial se dibujaba en su rostro.

—Tu sorpresa llegó.

—¿Dónde está?—seguí sirviendo los vasos.

—Deja eso—quitó mis manos de la jarra interrumpiendo lo que hacía.

—Pero Kim...—me llevó de regreso a la sala. No tardé en ver mi sorpresa.

—¡Susan!—Aris corrió hacia mí abrazándome. Tardé en corresponder el gesto—Mírate—sonrió.

—¿Qué...?—no pude terminar. Allí detrás de ella se encontraba él, dejé de respirar, todo lo demás desapareció. Matt estaba allí de pie, Aris se hizo a un lado. Las hormonas del embarazo comenzaron a atacarme, contuve las lágrimas pero no por mucho tiempo—Matt.

Se acercó a mí abrazándome, aquel perfume que había extrañado me hizo sentir completa.

Sola (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora