20. ¿Puede ser peor?

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Capítulo 20

¿Puede ser peor?

—Tú tranquila, ¿Sí?—repitió Kim abrazando mi brazo intentando animarme—Los padres suelen ser así.

—Sí, eso creo—sonreí un poco.

—Ahora, ¿Qué te parece si vamos a por un helado y luego paseamos por las tiendas?—propuso con una sonrisa. Asentí dejándome guiar por ella, algunas personas caminaban por las calles charlando entre sí o sólo para pasar el rato. Me preguntaba que estarían hablando mis padres en este momento.

—¿Todo bien con Carlos?

—Sí, ¿Por qué?

—Creo que han estado hablando mucho últimamente—rodeó los ojos—¿Cuándo admitirás que sientes algo?

—¿Cuánto tiempo tardaste en descubrir que sentías algo por Matt?—contestó con otra pregunta levantando una de sus cejas—No tenemos nada, lo prometo, sólo es una aventura.

—Una aventura de hace semanas, dentro de poco cumplirán un mes—le recordé sarcástica.

—Susan—reprochó.

—De acuerdo, de acuerdo, no diré más.

Al conseguir los helados regresamos a casa caminando con lentitud y calma, disfrutábamos del sabor de nuestros helados hablando sobre algunas tonterías de la vida, en segundos Kimberly se reía de todo, me uní a su buen humor olvidándome de los problemas. Su celular sonó en varias ocasiones con mensajes pero luego, Carlos la llamó, antes de poder burlarme o insinuar algo, se alejó para contestar la llamada. Decidí esperarla para darle espacio.

—¿Susan? ¡Hola!—saludó contenta una mujer, la reconocí al instante.

—Señora Brown, hola—correspondí el abrazo sonriendo un poco. Era la madre de Teresa, aquella mujer siempre había sido dulce y atenta conmigo, el problema que había tenido con su hija no tenía nada que ver con ella.

—¡Vaya! Casi no te reconozco—se alejó detallándome. Me sonrojé un poco—¿Qué haces por aquí?

—Vine a visitar a mis padres, caminaba un rato, mañana regreso a la ciudad, ¿Cómo están las cosas por aquí?

Teresa siempre había sido el reflejo de su madre, la única persona que no me parecía tan agradable de la familia era su hermana mayor. La chica terminaba la universidad cuando nosotras recién salíamos de la secundaria, siempre le había dicho a su hermana que estar conmigo no era bueno ya que no tenía chispa suficiente para merecer estar a su lado. Muchas discusiones aparecieron entre ellas por mí, al menos eso me había contado Teresa cuando eramos amigas aún.

—Todo bien, gracias por preguntar—sonrió apenas—Hace unos días hablé con Teresa.

Recordé nuestro momento en el parque. Su familia sabía lo que me había hecho, por un tiempo su madre no podía hablarme, se sentía pésimo por eso. Mamá dejó de tratar a su familia. Mi problema nunca fue con ellos, sólo con su hija que tuvo malas decisiones.

—Que bueno. Últimamente lo necesita mucho.

—Bueno, ser madre es algo difícil, las emociones le afectaran mucho...

—¿Cómo?—fruncí el ceño sin entender.

—¿No supiste la noticia?—se acercó un poco más para no hablar tan alto. Algunos vecinos que pasaban por allí eran demasiados chismosos—Teresa está embarazada.

¡¿Qué?! Intenté mostrarme tranquila pero por dentro estaba en shock.

—No puede ser posible, ayer me reuní con ella por la mañana y estaba preocupada por otras cosas—intenté recordar como se encontraba. Algo en mi cabeza hizo clic. Teresa nunca dijo el verdadero motivo por el que su relación terminó, sí, claro, había dicho lo del engaño...

Esperaba que no fuera lo que estaba pensando porque me enojaría muchísimo.

—Creí que te había informado de eso—pareció algo sorprendida—¿Dije algo malo?

—No, no se preocupe, debo regresar a casa, fue bueno verla, señora Brown—me despedí regresando con Kim. No pude explicarle nada, en el camino sólo dije lo necesario, tanto ella como yo pensábamos lo mismo. Existía la posibilidad de que ese niño que viene en camino sea de Max.


La cena con mis padres fue un poco más silenciosa de lo normal, no podía contarles lo que sabía, me recordarían lo mal que estaba haciendo al estar con el hermano de ese idiota, intenté comer todo mi plato pero no podía tener hambre cuando me encontraba ansiosa por regresar y hablar con Teresa. La idea que tenía en mi cabeza podía ser posible, tenía lógica, quizás realmente quería ese hombre, lo quería tanto que no pudo mentirle y fue honesta. Aquel chico no podía soportar el engaño ni el embarazo, se fue y allí ella quizo contarme para sentirse menos culpable. ¡¿Por qué no dijo nada del supuesto embarazo, entonces?!

Matt llamó antes de que me fuera a dormir, no le conté absolutamente nada, algo me decía que no era correcto decirle. ¿Por qué estaba tan furiosa por eso? Si Teresa y Max iban a ser padres era problema de ellos, ¿Cierto? Aquello no era de mi incumbencia, me reproché muchas veces, seguía sintiendo algo por ese idiota, era pequeño pero seguía allí.

Al día siguiente mis padres nos acompañaron al terminal, el sol estaba escondido entre las nubes grises, me despedí de ambos abrazándolos y no sin antes un recordatorio de lo que debía hacer. Mamá prometió visitarme pronto, el autobús se colocó en marcha una hora después.

—¿Cómo te encuentras?

Kim se preocupó al verme tan callada.

—No lo sé, sólo quiero llegar al departamento.

En todo el camino a la ciudad me mantuve despierta, no podía dormir tampoco, miré mi celular teniendo el nombre de Teresa a la mano. ¿Debía llamarla? No. No era bueno hablarlo por el celular, ¿Debía enviarle un mensaje? ¡No! ¿Qué otra cosa podía hacer? Si pudiera aparecer en su trabajo por sorpresa...

¡Ahí estaba! Sonreí un poco pero luego recordé que Matt también trabajaba con ella, no quería que el chico me viera allí, no quería que supiera del tema, tal vez si preguntaba por su turno podía hacerlo, me arriesgaría a que la chica no estuviera allí, ¿Si le escribía antes quizás me sentiría más segura? Sí, eso debía hacer. Lo primero era llegar a la ciudad y luego colocarme en marcha con mi plan.


Kim dormía en su habitación mientras que yo daba vueltas en la cama, Matt se había disculpado por no haber ido a buscarnos, había trabajado hasta tarde. Pensaba una y otra vez en el tema del embarazo, si eso era cierto entonces mucho antes se habían visto. ¡El muy descarado me había mentido al decir que habían dejado de tener contacto! Volví a estar furiosa, cubrí mi rostro con la almohada odiando el mundo, odiando a todos, ¿Por qué la vida volvía a colocarme en esta situación?

Sola (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora