Me tumbó en su cama y se fue, más tarde volvió con su madre.
- ¡Dios mío Lara! ¿Qué te ha pasado? - dijo Cristina asustada.
- Ten, tómate esto, estas pastillas son sedantes, creo que te servirán. - dijo preocupado. Y la verdad es que me fueron muy bien, al cabo de unos minutos ya dejé de temblar.
- ¿Te encuentras mejor? - me preguntó.
- Si, muchas gracias Brayan, no se que hubiera echo sin ti. - le dije y seguidamente le abracé.
- ¿Cómo me encontraste? - dije confusa.
- Lara, esos callejones me los conozco de pa a pa, paso más tiempo allí que en mi casa. - dijo riendo.
- ¿Y como reaccionó Jenny al ver que te ibas?
- ¿Jenny? Si la dejé ayer después de que te dijera eso. - aclaró.
- ¿Y por qué viniste entonces?
- Simplemente para verte, no me fiaba mucho de ese tal Kevin. - dijo. Después de una pausa lo miré.
- ¿Por qué te preocupas tanto por mi Brayan? - le solté.
- Mira Lara, llevo mucho intentando decirte esto... - empezó a decir, pero miré el reloj que estaba al lado de la cama y me sobresalté.
- Brayan, me tengo que ir, mi familia debe estar preocupada. - me levanté y me dirigí hacia la puerta.
- Lara. - oí que Brayan me decía. Cuando me giré lo encontré muy cerca de mi.
- ¿Qué quieres? - pregunté tímidamente mientras miraba esos ojazos verdes.
- Lara, me gustas, no se como, no se cuando, no se donde... Pero me enamoré de ti. - soltó finalmente.
- Brayan... - pero no pude terminar la frase. Me cogió de la cintura y me besó. Yo le correspondí y después me aparté.
- Tu también me gustas a mi. - le dije. Y seguidamente cerré la puerta y me fui hacia mi casa.- ¡Lara! ¿Dónde estabas? Son las 23:00, me dijiste que volverías a las 22:00, ¿Dónde esta Kevin? - preguntó mirando a mi alrededor.
- Mamá, terminé con él. - le dije.
- Lo siento mucho cariño. - me abrazó.
- Ahora vamos a dormir, mañana es Navidad. - dije y le sonreí.
- Buenas noches. - Me dijo.Subí las escaleras y me fui a mi habitación. Antes de irme a dormir miré por la ventana y vi a Brayan en su habitación, estaba tumbado en la cama mirando al techo. No sé que tenía ese chico que me hacía sentir así. Y ese mismo chico hace unos minutos me había besado y le había dicho que me gustaba, al igual que él. Me tumbé en la cama y me dormí.
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Tengo ganas de tres cosas: verte, abrazarte y besarte
RomanceLara Ávila es una adolescente de 15 años que está a punto de empezar una nueva vida en la ciudad de Madrid. Su familia y ella se han tenido que mudar por el trabajo de su padre y ahora tendrá que enfrentarse a un nuevo reto para ella; Nuevo ins...