¿POR QUÉ A MI?

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Cuando entré vi que había una mujer de unos cuarenta años en la sala.
- Hola Lara, soy la secretaria, me llamo Mari Carmen, pero puedes llamarme Carmen, encantada. - dijo con una gran sonrisa. Parecía igual de maja que el director.
- Igualmente. - le contesté dándole la mano.
- Bueno señorita Ávila, se estará preguntando porque la hemos traído aquí, el caso es que nos hemos enterado que tiene unas notas muy buenas del resto de la ESO en su otro centro y queríamos comentarle que en este instituto trabajamos en un proyecto que consiste en que los alumnos con buen nivel académico han de hacer de tutor durante todo el curso a los alumnos con menos nivel. - me explicó el director.
- ¿I quieren que yo haga de tutor a un alumno? - dije un poco nerviosa.
- Exactamente, y queríamos comentarle que el alumno que le hemos asignado es el señor Brayan López. - dijo el director. "¡¿QUÉ?! No puede ser, estoy soñando, si es eso, debo estar soñando". Me pellizqué el brazo para poder comprobarlo, "¡Au! Vale, no estoy soñando. No me lo creo, ¿Por qué a mi?"

Me quedé con la boca abierta y creo que la abrí tanto que el director en ver mi cara no tardó en intentar aclararme el asunto.
- Sabemos que es un alumno difícil, pero creemos que es la mejor solución, no nos podemos arriesgar a ponerle a alguien de sus compañeros, no se lleva bien con ninguno, como tu eres nueva pensamos que puedes intentarlo, aún no te conoce. - dijo con su habitual sonrisa.
- Tiene a Jenny. - dije con una sonrisa nerviosa. "Haber si cuela" - pensé. Pero creo que no coló, se miraron y empezaron a reír. Me quedé pensando un buen rato hasta que al final dije:
- E-está bien, lo intentaré.
- Muchas gracias señorita Ávila, le agradecemos su apoyo y le informamos que ya puede empezar el lunes con la tutoría, puede volver a su aula. - añadió finalmente el director.

Cuando volví a clase la profesora se me quedó mirando.
- Lo siento, estaba con el director. - dije nerviosa.
- Está bien pasa, por cierto, soy Ana, tu profesora de lenguas.
- Encantada. - le dije con una sonrisa.
- ¿Ya te has metido en problemas el primer día, nueva? - sentí como decía Brayan en tono burlón.
- Si que avanzas rápido. - añadió Jenny para seguirle la corriente. Lo que provocó que toda la clase empezara a reír, toda menos Mia.
- ¡Chicos ya está bien! - gritó Ana para hacerles callar.
- ¿Estás bien? Tu solamente ignóralos. - me dijo Mia al ver que bajé la cabeza. La miré y le sonreí.
- ¿Qué te ha dicho el director? Tu cara ha cambiado completamente desde que has entrado. - me preguntó. Suspiré.
- Me toca hacerle de tutora a Brayan. - le solté finalmente.

No podía parar de pensar en eso, pero esta vez solo me limité a mirar la cara que puso Mia.

Tengo ganas de tres cosas: verte, abrazarte y besarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora