QUERIDO HOSPITAL

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Nos interrumpieron las voces de mis padres acompañados de Carol y Mia.
- ¡Lara! ¿Cómo estás cariño? - gritó mi madre al verme y se acercó para darme un abrazo.
- Mamá por favor, duele. - dije señalando mi torso.
- Ay lo siento cariño, ¿Qué te han echo? - preguntó. Entonces fue cuando empecé a inspeccionar mi cuerpo, tenía el torso lleno de vendajes y la pierna y el brazo derecho enyesados, además de dos puntos en la ceja izquierda. Fue en ese momento que me hice la misma pregunta: "¿Qué me han echo? ¡Parezco una momia!" - pensé. No me había dado cuenta de mi estado, me habían destrozado unas malditas escaleras, empecé a temblar.
- Tranquila Lara, estamos aquí, te curarás. - dijo mi padre al ver lo que me sucedía.
- ¡Lara! Lo siento mucho. - esa fue Mia. Me abrazó con cuidado.
- Literalmente te han destrozado. - dijo Carol tapándose la boca en cuanto me miró.
- Así me ayudas mucho. - le dije con una sonrisa sarcástica.
- Lo siento. - rectificó.

En ese momento entró un médico en la sala.
- Hola Lara, ¿Cómo te encuentras? - me preguntó con una sonrisa.
- Bi-bien supongo. - le contesté con una sonrisa.
- ¿Ustedes son sus padres? - dijo señalando a mis padres.
- Los mismos. - contestó mi padre.
- Les informamos que Lara ha sufrido unos golpes muy fuertes en cuanto se cayó por esas escaleras, tiene dos costillas rotas, el brazo derecho dislocado y la pierna derecha rota, eso probablemente es lo que tardará más en sanar.
- ¿Cuanto tardará en recuperarse? - preguntó Brayan, quien había estado callado todo este tiempo.
- En unas tres o cuatro semanas ya estará bien, la tendremos en observación una semana y le daremos el alta.
- Está bien, gracias doctor. - dijo mi madre.
- Un placer, que tengan un buen día.

Una vez se fue el médico empezó el turno de los regalos. Mamá y papá me trajeron galletas, Brayan y Lucía unas flores y Mia un globo en forma de corazón que ponía Necesito tus locuras pronto, ¡Recupérate! Me hizo mucha gracia, les di un beso a todos y me entró sueño.
- Lara me tengo que ir ya, mis padres me matarán si llego muy tarde, ¡Nos vemos! - dijo Mia con un abrazo.
- Lara nosotros también, mañana tenemos que trabajar y Carol tiene instituto. - dijeron mis padres.
- Adiós, os echaré de menos.
- Vendremos en cuanto podamos cariño. - dicho esto se fueron.
- Brayan nosotros tendríamos que ir tirando. - dijo Cristina cogiendo la mano de Lucía.
- No mamá, yo me quedó aquí. - dijo Brayan.
- Hijo tienes instituto.
- Me lo saltaré, diles que tengo asuntos más importantes. - dijo mientras me miraba. Su madre lo miró a él y después a mi, seguidamente sonrió.
- Está bien, pero haz los deberes.
- Vale mamá, ¡Adiós! - dijo bufando.

- Gracias Brayan. - dije en cuanto estuvimos solos. - Tengo sueño.
- Primero tienes que comer, haber lo que tenemos hoy... ¡Sopa de pollo!
- Ay dios, huele a muerto. - dije en cuanto la olí.
- Venga come que si no luego tendrás hambre, y yo no me voy a levantar.
- La próxima vez me traes un bocata. - dije bufando. Él se rió. Cuando terminé me tumbé en la camilla, había sido un día agotador, sobretodo después de dar tantas vueltas por las escaleras.
- Buenas noches princesa. - dijo.
- Buenas noches, ¿Sa-Sabes qué es lo bueno? - le pregunté.
- Haber di, ya verás.
- Con la tontería me salté Historia. - dije riendo, lo que provocó que él también lo hiciera.
- Estás loca, pero te quiero. -dijo. Me dio un beso en la frente y se sentó en la parte baja de la camilla. Sonreí y al momento me quedé dormida.

Tengo ganas de tres cosas: verte, abrazarte y besarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora