Una Tate |Teen wolf| #TWAwards

Ki**

Esta noche todo va a salir bien, tiene que salir bien. Los torpes de Stiles y Scott intentaron razonar con el entrenador, sí, aquel señor imposible de hacerlo entrar en razón, para que anulara el partido como representante del equipo del instituto de Beacon. Consiguieron el efecto contrario, en vez de suspenderlo el entrenador piensa ser el perfecto jefe de distribución deportiva cara a la beneficencia. Muy listos chicos, ahora ya no podemos hacer nada para anular él partido de lacrosse benéfico contra Devenford. ¿Lo mejor? Que no sólo la Bestia conseguirá heridos esta noche, los machacarán en el campo.

Ya deben faltar veinte minutos para que sea la hora del partido, yo decidí dejar que Scott se fuera en el jeep de su amigo para no tener que esperar durante sus entrenamientos. Podría arreglarme, si no tuviera mi parte en el plan no-más-muertos-por-una-noche. Me visto con unos vaqueros pitillo oscuros con una blusa negra y mi querida chaqueta verde de camuflaje, por último me calzo unas converse negras de mi querido alfa.

Apuesto a que mientras yo meto el móvil en mi bolso, me despido de Melissa y cierro la puerta todos se encargan de sus puestos esta noche. Los rememoro: Mason y Corey se meterán en el autobús de Devenford para tachar los nombres de aquellos jugadores que no cumplen el perfil perfecto para la bestia (zapatos ensangrentados, talla cuarenta), Malia se cargará los cables de la televisión encargada de retransmitir el partido en directo, ya que la Bestia atacará si se enciende por las corrientes eléctricas, por último, Liam, Scott y Kira saldrán al campo a jugar y hacer tiempo para salvarnos. Yo estoy obligada a quedarme con algo poco interesante, mirar todos los zapatos de las gradas.

Me acerco al garaje y vuelvo la vista hacia el porche, ¿qué puede salir mal? Las llaves de la moto de Scott están sobre el asiento, las cojo y las introduzco para arrancar el motor. Tengo excusa, si no conduzco llegaré tarde. Me subo y doy gracias por haber atendido a Scott durante nuestros viajes de ida y vuelta al instituto; normalmente me habla de motos y con lo somnolienta que estoy no puedo hacerle callar. En fin, que coloco todo donde debe estar y me preparo para una carrera poco segura e ilegal sobre dos ruedas.

La sensación fue increíble pero llega la hora de aparcar y salir al campo. Antes de sentarme y hacer nada, antes de que el silbato suene y los jugadores corran, quiero darle suerte a alguien.

Camino entre los visitantes entusiasmados por ver a chicos (y Kira) empujándose por el campo en busca de pelea. Me impresiona lo rápido que se llena dado a las cámaras de televisión. Los pijos de Devenford se preparan en sus banquillos, con sus equipos verdes, todos altos, tanto que parece que ya han dejado el instituto. Busco con la mirada a ese alguien, si no me doy prisa no me dará tiempo, y si no me da tiempo...

--- ¿Me buscabas?

Él me susurra al oído, con su típica voz ronca haciéndome cosquillas. Me sujeta de los hombros provocándome seguridad mediante escalofríos. Muerdo mi labio inferior ocultando una sonrisa tonta antes de darme la vuelta y observar los ojos de Liam. Podría quedarme el resto de mi vida mirándolos, ahora que ya casi ha anochecido son verde oscuro adornados con sus pestañas largas. Ya no me importa lo estúpidos que parezcamos en medio de la gente imnotizados el uno con el otro, eso es lo de menos porque ahora no estamos donde antes. Ahora somos más.

--- Mmm, déjame pensar...--- coloco una mano en mi barbilla 'pensando', sus manos resbalan desde mis hombros hasta mis muñecas---. No, creo que nunca había visto tu cara en mi vida.

--- Bastante difícil, esto no se olvida fácilmente--- Liam acerca su cara hasta la mía y se detiene cuando nuestras narices rozan.

Yo me río y por un momento desvío la mirada al suelo, pero pronto vuelvo a enfrentarme a su rostro.