Una Tate |Teen wolf| #TWAwards

Saving her

El reloj del teléfono de Mel mueve las agujas aún más despacio de lo que parece. En pocos minutos deberán colarse en Eichen House y rescatar a Lydia tal y como el plan indica. Pero para bajar las escaleras sin que nadie los vea primero Kira debe cortar la energía del edificio para resetear el sistema y que la tarjeta de Stiles funcione.

Mel piensa en lo difícil que debe de ser estar allí abajo con las chicas, la tensión de cagarla en cualquier momento. Sólo desconecta cuando Scott decide avanzar hasta la puerta y esperar a la bajada de tensión más cerca para evitar pérdidas de tiempo innecesarias. Dejan todo en la sala mortuoria y caminan cautelosos por los pasillos más oscuros y desconocidos de Eichen. Sonidos lejanos retumban por las paredes huecas dejando que sea un lugar menos acogedor.

Cuando oyen pasos se esconden tras columnas muy apretados para luego continuar. Ninguno habla, Stiles está repitiéndose los pasos del plan en su mente al final de la fila mientras Liam va de segundo decidido a proteger a Mel. Scott está dispuesto a cualquier cosa con reunir a su manada y quitarse un saco pesado de la espalda. Mel piensa en lo cargado que debe de sentirse, todo el peso de la obligación de cuidar de su manada; él se siente obligado a actuar y sacrificarse por todos y cada uno de ellos.

Al llegar a una esquina se paran en seco cuando observan que delante de ellos unos guardas vigilan la puerta por la que debe pasar Stiles.

--- ¿Qué están haciendo ahí?--- susurra Scott.

--- No lo sé pero deberían de haber terminado su ronda hace cinco minutos--- contesta Stiles irritado.

--- Puedo con ellos--- dice Liam convencido de su fuerza; son dos grandes guardas.

--- Eres idiota, no vamos a pelear ahora--- contesta Mel en un susurro. Los otros dos lo miran igual de mal--- ¿Cuánto tiempo queda?

--- Tres minutos

--- Los noqueo y escondemos los cuerpos--- insiste Liam.

--- ¡Oh, por favor, para ya!--- susurra Stiles mirándolo como si fuera un desprecio. Siempre lo desespera.

Se oye un golpe fuerte en la cristalera que tienen delante, la puerta esconde a un chico. El chico en cuestión parece que acaba de levantarse, pelo revuelto, ojos hundidos y ojeras profundas bajo estes. Por un segundo parece que el chico está dispuesto a ayudarles pero abre sus ojos y los mira con impresión. Mel hace todo lo posible por hacer gestos para mandarle callar pero el chico no lo comprende y habla.

--- ¿Habéis visto al doctor?--- pregunta, nadie responde--- ¿Lo habéis visto?--- Mel observa que los guardias lo oyen--- Tengo que tomarme mis pastillas, necesito diez miligramos a las ocho quince a la una y no más de veinte con la cena

--- Vamos a avisar al doctor--- murmura Scott casi inaudible en un intento de calmarlo.

--- Doctor Fenrris, ¡Doctor Fenrris! Se lo han llevado--- exclama y aporrea la puerta--- No me han dado mi medicación, Tengo que ver al doctor--- cada vez que habla da un golpe más fuerte al cristal; debe ser un material más resistente--- ¿Dónde está el doctor? ¡Se lo han llevado!

Arma un jaleo de desesperación. Stiles se gira hacia los guardas, lo oyen pero se quedan en su sitio. Deben actuar antes de que se les ocurra acercarse.

--- Necesitamos que se calle ya

El chico sigue dando golpes y por fin los guardias se acercan amenazantes. Scott, al lado de Mel, pone sus ojos rojos y saca sus dientes afilados. Gruñe molesto y desafiante; da tanto miedo que el chico para y retrocede. Los guardias entran por otra puerta. Ahora o nunca, corren con cautela hasta la puerta. Sólo queda esperar por Kira.