Una Tate |Teen wolf| #TWAwards

Epilogue

El mensaje de Malia era esplícito. Mel tenía que estar después de la comida en el bosque. Sí, el bosque.

Pero no hubo problemas con llegar hasta allí, Scott no iba a añorar mucho su moto por tanto tiempo.

En el segundo mensaje decía que era importante, así que la curiosa de Mel no pudo concentrarse en las clases durante toda la mañana.

Tuvo también que darle un par de pequeñas escusas a su novio, pero con la promesa de quedar toda la tarde para jugar unas partidas a la consola lo convenció sin esfuerzo a penas. Ya lo tiene todo controlado, Liam no es una persona especialmente compleja, ¿no?

Stiles prometió cubrirla para que Scott no se preocupara. Se fueron a estudiar con Lydia a la biblioteca, durarán un rato entretenidos.

Las hojas secas chasqueaban bajo los botines de Mel. Ella no estaba nerviosa, ya no. Las cosas malas habían acabado para todos, todo completamente cerrado. Theo estaba de nuevo con su hermana bajo tierra, Corey y Mason estaban juntos y Kira siendo feliz arreglando sus problemas.

--- Mels--- susurró alguien a su lado.

Por un momento ella sintió un gran susto al pegar un pequeño salto. Luego se relajó al reconocer la voz de su hermana Malia. Vestida con sus típicos pantalones cortos y sudadera básicos, con una gran sonrisa de libertad.

Bueno, ella no era su hermana, ni siquiera comparten padres. Pero Mel sí sabe que Malia quiere tanto a los Tate que los trata como tales. Es algo que envida de Malia, porque Mel no pudo hablar con su padre. Ella se supone que está muerta y si su padre la ve, entraría en cólera hasta ir al manicomio. Y a nadie le gusta Eichen.

--- ¿Qué era esa cosa tan importante, Mals?

Mels y Mals, las dos rudas mujeres coyote.

Malia acababa de conseguir librarse de sus demonios, en su caso su madre. Ésta la intentaba matar culpándole de haberle quitado su poder al concebirla; haberlo pensado mejor antes. Malia se lo ocultó al resto y sobre todo a Mel para protegerlos. Luchó junto a Breaden por defensa, pero igualmente Mel le advirtió que si en un futuro necesitaba a alguien le llamara de primera.

Después de todo, estaba cansada de ser la protegida de todos.

--- Es complicado--- dijo Malia, ¿nerviosa? Imposible, esa chica no se ponía nerviosa---. Bueno, en realidad no lo es.

--- ¿Vas a decírmelo o qué?--- se burló Mel.

Las dos caminaban por el bosque. Qué bonito era el maravilloso bosque si no estabas siendo perseguido en busca de aniquilación. Y hablando de aniquilación; una chica, de nombre Hayden, antes deseaba aniquilar la manada entera de Scott. Irónico, ya que ahora pertenecía a ella. Sí, en un intento de misericordia por la pobre chica herida con pocas opciones de sobrevivir, el mordisco del alfa la salvó.

Ahora ella y Mel estaban en trámites de volver a ser amigas.

En trámites.

--- ¿Acaso siempre eres tan impaciente?--- sonrió Malia. Cogió a Mel por el cuello amistosamente y le revolvió el pelo.

Antes ellas dos se odiaban. Ahora los constantes roces amistosos fundamentanban su relación.

Mel alzó las cejas y pidió con sus ojos que la otra hablara.

--- Está bien, está bien. Sabes de sobra que no puedo retenerme con esa cara--- Malia puso los ojos en blanco y empezó a hurgar en su mochila---. Cuando yo era coyote, antes de que nuestros compañeros de manada me quitaran de ese estado permanente, mi forma coyote era agresiva.

--- Pues sigues siéndolo--- respondió Mel graciosa.

--- Olvidaré que hayas dicho eso--- repuso la otra---. Yo sólo buscaba un objeto por el cual casi me mata nuestro padre, más bien el tuyo. Los chicos intentaban buscar la manera de pararme y salvarme, pero yo estaba cegada con algo.

Ella sacó una muñeca vieja, de trapo. Estaba algo sucia, pero Mel la reconoció al instante. Sus ojos se humedecieron un poco y la tomó en sus manos con ansia.

--- Era mi...era mi muñeca favorita.

--- Era el único recuerdo que quedó de ti, y yo lo quería para recordarte. Olía a ti, a tus recuerdos; era lo más cerca tuyo que podía estar--- Malia inspiró tranquilizando sus sentimientos y prosiguió---. Formamos una gran batalla de cazadores por culpa de la maldita muñeca.

Lo recordó divertida, pero Mel apostaba a que en esos momentos a ninguno le hacia mucha gracia jugarse la vida de esa manera. Sólo de pensar en su padre con la escopeta... Ella pensaba en su padre, en volver a verlo, tal vez algún día.

--- Es genial, me encanta--- agradeció Mel. Se paró para mirar a su hermana y la abrazó con ternura---. Malia, sé que no te lo digo mucho pero...te quiero.

Malia se quedó en silencio. Disfrutando del momento, las dos juntas. Se permitió el lujo de creerse que ya no tenía que esforzarse por recordar a su hermana; ahora era el momento de hacer cosas para recordarlas más tarde. Cerró los ojos y sonrió sólo de pensar que ya no tendría que buscar un olor parecido a su hermana desaparecida, la tenía con ella. Sus cosas ya no eran tan valiosas y memoriales, ahora estaba con su propietaria.

Mel la abrazaba descansando su cabeza en su hombro, ya que estaba de puntillas. Malia, algo encogida, acariciaba su pelo por la parte trasera de su cabeza. No era un abrazo perfecto, pero se sentía como tal.

--- Yo también te quiero.

Ese susurro sí fue perfecto. Y las dos se quedaron así. Perfectamente juntas, las Tate.

Creo que más que gustar me he enamorado. ¿Os acordáis de cuando Malia era coyote al completo? En esos episodios quería la muñeca y todos la intentaban dar caza.

Bueno, me pongo triste porque esto se acaba, pero orgullosa por cómo me ha quedado.

Nos vemos en la última parte de Una Tate.

Neela os desea pizza!♥