SOL |Junhwan|

2

Flashback.

|Jinhwan POV|

Estaba cepillando mis dientes después de haber tomado una ducha. June había llegado escasos diez minutos atrás; había insistido en meterse conmigo, pero yo era consciente que si él entraba, lo último que hubiéramos hecho sería ducharnos.

Salí, viendo con apenas una suave luz el rostro de mi novio. Éste mantenía sus ojos cerrados y los brazos detrás de su cabeza.

Apenas escuchó ruido, sus ojos se abrieron, dirigiendo su vista hacia mí.

—¿Qué ves? —murmuré, con una sonrisa de lado.

—Simplemente pensaba...

—¿En qué? —dije coquetamente, caminando en dirección a la cama y sentándome encima suyo mientras él seguía en su misma posición.

Me miró unos instantes, para luego tomar mi cara y acunarla entre sus manos.

—Pensaba en lo que era mi vida antes de ti —susurró, juntando su frente con la mía.

Incliné mi cabeza de lado un poco, confundido. ¿Por qué se ponía así?

—¿Debo preocuparme?

Sonrió y acerco sus labios a los míos, besándolos con tanta suavidad, con tanto cuidado y con un amor enorme. Un amor que de verdad lograba calarme en los huesos; ese efecto sólo lo causaban sus besos. Sólo él—. No, Jini, no tienes que preocuparte.

—¿Pasó algo? —acaricié sus brazos.

June sólo se limitó a repartir besos por todo mi rostro; besó mi nariz, mis párpados, mi frente, mis mejillas y al final los labios. Todo lo hizo con una sonrisa, una sonrisa malditamente bonita—No, mi amor —aseguró.

—Amo que me digas así —me sonrojé.

June vió mis ojos un par de minutos para después, en un rápido movimiento, ponerme debajo suyo.

—Eres tan lindo —dijo besando mi frente.

—¿Qué tienes? Estás actuando extraño —admití, girando mi rostro evitando el contacto visual con él.

—Sólo estoy feliz —me hizo verle, tomándome de la barbilla. De nueva cuenta hizo posesión de mis labios pasando su húmeda lengua por mi labio inferior. Gemí, debido a lo extremadamente bien que se sentía que hiciera eso—. Voy a hacerte el amor —dijo entre besos, quitando su camisa.

Duró besándome un par de instantes, para luego dirigir sus labios a mi cuello; daba suaves mordidas que me hacían perder toda cordura.

—June...—hablé jadeando—, dime lo que pasa.

—Pasa que te amo —confesó, deteniendo lo que hacía y ahora abrazando mi cintura. Pasó sus manos por debajo y me juntó a su cuerpo—. No sabía cómo decirlo. Lamento si no es nada romántico, pero tenía que decirlo...

Puse un dedo en sus labios, haciendo que callara. Se notaba a kilómetros que no era algo que solía decir y claro que le costaba. Llevé cerca de siete meses esperando a que me lo dijera. Quería saber lo que sentiría...y sí, era como esperaba. Se sentía extremadamente bien.

—Yo también te amo, Junhoe. Te amo desde siempre. Te amé y lo seguiré haciendo toda mi vida.

En esta ocasión hicimos un largo contacto visual. Su respiración se había tornado agitada, su pecho subía y bajaba con rapidez.