SOL |Junhwan|

11

|Junhoe POV|

No podía ser posible que el chico que me causaba tanto conflicto a pesar de haberlo conocido horas atrás, se me presentara y estuviera en los mismos lugares que yo.

No quería seguir viéndolo, no quería escucharlo, no quería que estuviera por ahí caminando como si no pasara nada.

No quería verlo acercarse peligrosamente hasta mi mesa. No quería que siguiera trayendo problemas...con sólo verlo, podría llamarlo un problema. Él es un problema.

一Hola —habló dirigiéndose a todos, sentándose al lado de mi novio.

—Hola 一respondieron todos al mismo tiempo, excepto yo.

—Hola —le siguió su amigo. Éste chico es el que casi atropellaba esta mañana por venir discutiendo con mi padre por celular.

—¿Cómo están, chicos? Tú eres el de mi clase, ¿cierto? —preguntó Yunhyeong al ya mencionado chico que se encontraba sentándose al lado de Bobby.

—Sí, soy yo...tú eres Yunhyeong, ¿verdad?

Mi novio asintió con la cabeza, sonríendo.

—A ti se me figura haberte visto antes...—habló de nueva cuenta, pero ésta vez mirando al chico problemas.

—Nos vimos en el pasillo.

—Oh, es cierto...me mirabas muy extraño —rió.

—Es que me encanta tu forma de vestir. Eres muy elegante —le halagó, provocándole un suave sonrojo en las mejillas a Yun.

—Muchas gracias. ¿Cómo te llamas?

—Mi nombre es Jinhwan, pero puedes decirme Jin —respondió.

Jin. Haber escuchado eso le causó un fuerte espasmo a mi cuerpo. Mi cabeza comenzó a doler de una manera insoportable; es como si literalmente me estuvieran estrujando el cerebro.

—Amor, ¿estás bien? —habló Yunhyeong, tomando mi brazo.

Me quité de su agarre bruscamente y me puse de pie. Todos en la mesa cambiaron su expresión a una de preocupación. Jinhwan palideció y su rostro se había tornado en una mueca triste y preocupada al mismo tiempo.

—Junhoe, ¿estás bien? —susurró Bobby.

Ignoraba todas sus estúpidas preguntas y alejaba a cualquiera que intentara hacer alguna clase de contacto físico conmigo, eso incluía a mi novio. Me preguntaban si estaba bien cuando era obvio que no lo estaba.

¿Por qué con escuchar su nombre me vinieron tantas imágenes de él y yo besándonos y por qué se me hacía tan familiar? No era posible.

Duré unos instantes más de esa manera, quejándome y apretando mi cráneo con fuerza a pesar de sentir lo mismo pero con más intensidad. Todo era mental. Todo es mental. Estar en Corea acarrearía este tipo de dolores, el doctor me lo había advertido y yo decidí venir...sí, era eso. Jinhwan no era nadie en mi vida. En todo caso sólo trae conflicto y es alguien sin importancia.

—Llamaré a una ambulancia —gritó la señora que atendía la caja.

Yo me asusté. No quería que esto se supiera...yo quería quedarme aquí en Corea, pero si eso implicaba que me estuvieran dando esta clase de dolores, sé que mi padre sería capaz de mandarme de nuevo a Rusia. Ya había comenzado mi trabajo y no dejaría que algo sin relevancia me interrumpiera y me arruinara todo. Yo puedo y lo voy a demostrar.

—¡NO! —grité, caminando como pude hasta ella y arrebatándole el móvil que sostenía entre su mano y su oreja—. No le diga a nadie.

El dolor duró poco más de un minuto y al final sólo me senté apoyándome en la pared para descansar. Bobby, Jungkook y el resto miraban sin decir nada.