SOL |Junhwan|

25

|Jinhwan POV|

—Vamos a otro lugar —ordenó repentinamente. Pegué un brinquito y me alejé de él totalmente.

¿De verdad me había evadido de esa manera? Ni siquiera se dignó a corresponderme el beso.

Bufé resignado y camine detrás de él. Comenzó a subir las escaleras y yo le seguía el paso de cerca, admirando de nuevo la belleza de aquella galería que estaría próxima a abrir sus puertas.

Deje de lado los pensamientos de June y me entró la duda del porqué no inauguraba ya éste lugar. Se notaba en buenas condiciones y además ya había muchas obras por aquí. Además, también tenía la duda de si algún familiar o amigo de June sabe sobre esto. Por lo visto, las personas cercanas a él que conocen su proyecto, son nadie a excepción de mí. Ni siquiera su novio lo sabe, así que descarté que Bobby lo supiera.

Por un lado, como ya había dicho, me sentía sumamente especial: June me trajo aquí, aún sin inaugurarse y a espaldas de su novio, que aunque fuera malo, no me quitaba la chispita de felicidad.

Hablando de él, ¿por qué no están juntos ahora?, ¿se habrán peleado?, no, no lo creo. Yunhyeong estaba en extremo preocupado por la pelea que Suga y Junhoe tuvieron.

Regresando a lo importante: a pesar de que mi ex novio no me correspondió el beso, y tampoco el "te amo", no me voy a rendir tan fácil. Al diablo todas las consecuencias. Junhoe está aquí, y no me apartaré más de lo que ya estuvimos en un pasado.

Tengo la oportunidad y la aprovecharé. Estamos solos, juntos. ESTÁ CONMIGO. En un pasado pedía volverlo a ver para disculparme por haberme equivocado, y ahora que lo tengo, me hago el digno y...¡DIABLOS!, tan solo debería escucharme. Parezco un maldito maniático, posesivo.

Soy un maldito enfermo.

Soy un-...callé mis pensamientos de pronto ya que unas manos taparon mis ojos y rápidamente puse las mías encima de las contrarias, sintiendo su suavidad.

—¿Junhoe? —cuestioné con una sonrisa ladina.

—Es cliché, pero es necesario.

Solté una risita y todo pensamiento malo, molestia, tristeza, celos y demás sentimiento que pude tener, pasó a ser una ligera sensación de nervios. ¡Amaba las sorpresas!

Mi estado de ánimo cambiaba más que el clima, pero, ¿quién no se sentiría de tal manera estando al lado de alguien como June?

—Creí que ya me habías dejado en claro que no quieres nada cliché —sonreí—, pero está bien —acepté, apretando sus manos, y cerrando mis ojos aún cuando se encontraban cubiertos. Lógica mía.

Sentí el cálido cuerpo de Junhoe demasiado cerca de mi espalda, con su respiración entrecortada soplando ligeramente en mi oído, y con su olor embriagándome las fosas nasales. Amaba tanto su olor.

Me hizo caminar, guiándome y haciéndome sentir emocionado; por momentos me sentía como que me iba a dejar caer o que iba a hacer que me topara con algún objeto. Pero eso jamás pasó.

Pronto nos detuvimos y sentí el agarré de Junhoe más tenso. Fue cuestión de segundos ahí para que bajara sus manos y me sintiera libre de ver, pero no lo hice. Estaba tan maldito emocionado como un chiquillo de quince años. Como nuestra primera cita...

—Ya puedes abrir los ojos, Jinhwan —susurró interrumpiendo mis pensamientos. A su vez, poniendo una mano en mi cintura y apretándola con fuerza.

Lentamente fui abriendo mis párpados y miré frente a mí; había un tripié de madera, con una manta negra tapándolo. Ladeé mi cabeza sin entender y vi una nota pegada en ella.