- Disculpa amigo pero creo no haberte copiado bien ¡Cambio!
- Si, compañero. Aunque cueste creerlo todos los rumores indican que esa es la causa ¡Cambio!
- Pero, ¡eso es imposible..., cambio!
- Aquí en Roma parece que la tierra se haya tragado a las autoridades. Llevamos doce días sin electricidad en los que el silencio gubernamental ha sido absoluto. Ni un solo mandatario de ninguna nación, al menos que yo sepa, se dirigió a la ciudadanía de un modo u otro. Y la ONU, para no variar, es como si no existiese. La situación es caótica pues los saqueos tímidamente al principio, comenzaron dos días después de cortar el suministro eléctrico, pero ahora ante el vacío de poder, la situación resulta insostenible. El peligro acecha en cada rincón, en cada calle o avenida, en cada esquina, haciendo impensable salir por la ciudad sin ser atracado o incluso asesinado ante la más mínima resistencia, en un momento donde hasta lo más inverosímil es más valioso que la vida humana. Después de estas casi dos semanas desde el inicio de la crisis, vivimos en una jungla sin ley.
No hay un solo supermercado, farmacia, restaurante, comercio o cafetería que no haya sido desvalijado. Los hospitales, aeropuertos y el metro, están atestados de gente aterrada sin saber que hacer ni adónde ir. Sobre calzadas y aceras hay cadáveres de los que nadie se ocupa. Grupos organizados llevan días extrayendo combustible de los depósitos de automóviles, tractores, autobuses, camiones y gasolineras para colocarlo en el mercado negro; único lugar donde poder intercambiarlo con quien tenga la suerte de tener bienes para comprarlo. ¿Me copias? - "Bip"
- ¡Roger!, ¡cambio!
- Okay. El precio del litro en el mercado negro, ha subido cerca de un seis por mil respecto al día anterior a los cortes de fluido eléctrico. Y cada hora que transcurre, su valor sigue aumentando conforme disminuye la posibilidad de encontrarlo. Las pocas emisoras de radio que a duras penas logran trasmitir, lo hacen a cuenta gotas para decir siempre lo mismo: ¡no hay electricidad!, repitiendo una y otra vez que se trata de una grave avería global de carácter magnético debido a una tormenta solar. Pero esto no es verdad; ¡es mentira, maldita sea!, porque si así fuera, cualquier aparato electrónico dejaría de funcionar al ser achicharrado por la radiación. Y es obvio que esto no ha ocurrido. ¡Cambio!- ¡Nos están engañando..., cambio!
- ¡Absolutamente! Corren rumores de suicidios en masa. La policía ha desaparecido y el ejército disminuye sus efectivos fruto de las deserciones. La situación incita al "sálvese quien pueda". En otras palabras: ¡nos han ocultado la verdad amigo mío! Todo indica que el rumor es cierto ¡Cambio!
- De acuerdo. Admitamos que esa fuera la causa. ¿Cómo es posible que lo hayan ocultado al mundo? ¿Ni un solo dirigente en ningún lugar del planeta, ha tenido la humanidad suficiente para informar al mundo con la debida antelación? ¿Nadie ha previsto las consecuencias? ¡No soy capaz de creerlo! Mucha gente esta condenada a muerte, ¡cambio!
- Piénsalo bien: muchos científicos y expertos vaticinaron desde hace décadas las catastróficas consecuencias que ahora estamos padeciendo. Los medios de comunicación en manos oligarcas ignoraron sus advertencias tachándoles de charlatanes agoreros, cuando no de activistas especializados en desestabilización social. Y con el poder controlando la información, el cambio de conciencia que pretendían los expertos con sus mensajes no fue posible, pese a alzar su voz tanto como pudieron. Así sus advertencias fueron ignoradas, ridiculizadas e incluso silenciadas misteriosamente, ya que muchos de estos eruditos sabían demasiado, y al poder, en defensa de sus intereses, no le interesaba que sus mensajes trascendieran al dominio público para impedir al pueblo una revuelta. De esta forma impidieron el despertar de una conciencia capaz de provocar una sublevación popular, en contra de una vida basada en el petróleo y sus nocivas consecuencias para el medioambiente. Teníamos desde mucho tiempo atrás la tecnología que permitía implantar el uso de las energías alternativas, pero el miserable interés del poder en defender la dependencia del crudo para obtener a cambio un enorme dividendo, fue más importante que sostener la vida de millones de seres vivos incluyendo al planeta. Así la humanidad vivió de espaldas a la realidad del agotamiento del petróleo, y aunque ellos lo sabían, su repugnante codicia que no conoce límite, ha estado ganando dinero hasta extraer la última gota del subsuelo terrestre sin que importara la debacle en la que han sumido a la humanidad. La incombustible usura del poder, carente de escrúpulo y moral, ha demostrado no tener la más mínima piedad no solo por el medioambiente, sino por la vida humana y la del resto de especies que pueblan la tierra. Ahora los peores augurios se están cumpliendo. El destino de la humanidad pasa por unirnos o destrozarnos mutuamente. Pero bien es cierto que si la verdad hubiera aflorado, la mitad de la humanidad hubiera incurrido en un suicidio por pánico, ¡cambio!- Estamos destinados a desaparecer - Exclamé - ¡Cambio!
-¡Roger! - Contestó escuetamente mi interlocutor seguido de un "bip" y un breve intervalo de tiempo de silencio que pareció una eternidad.
- Pocos conseguirán sobrevivir. - Prosiguió - La población mundial sufrirá un drástico descenso debido al hambre por la escasez de alimento, además de las enfermedades fruto de la falta de higiene y medicamentos. A parte del poder más elevado, solo se salvarán aquellos que desde hace tiempo se prepararon ante el miedo a una tercera guerra mundial. Se avecinan tiempos oscuros. Retrocederemos siglos atrás. ¡Cambio!- Afirmativo. Acostumbrados a nuestros lujos y bienestar desde hace tanto tiempo, será muy difícil aunque no imposible adaptarse a las nuevas circunstancias. Muchos no lo lograrán. Agotado el petróleo, gas y carbón, no habrá electricidad para el conjunto de la humanidad. Quedaremos sin industria, ya que la energía nuclear desapareció hace ya mucho tiempo ante el empuje de la opinión pública, y la única que aún sigue funcionando, no puede satisfacer la exagerada demanda mundial. Silenciaron el punto máximo de extracción petrolífera alcanzado en el tercer lustro del presente milenio, para impedir que la sociedad reivindicara la implantación masiva de las energías alternativas, pues estas, acortarían las ganancias derivadas de la venta del crudo. Los gobiernos de espaldas a la realidad social, hicieron por sumisión la vista gorda para no interferir en los asuntos del poder oligárquico, sentenciando a la miseria a la inmensa masa humana. Ni siquiera el dinero hoy sirve, porque ahora, tan solo el intercambio de especias y materias intangibles es lo único que tiene valor. El trueque, será el comercio del mañana.
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No te duermas..., aún.
Short StoryEl título de esta obra podría inducir al lector a lo que el propio enunciado sugiere: proponer una amena lectura que retrase sucumbir al placentero sueño. Sin embargo la intención de este manuscrito es provocar justo lo contrario; es decir, invitar...