La puerta (3/3)

2 0 3
                                    

- ¿Por qué el despertar de la conciencia como algo bueno e innegable, siempre ha estado vetado al hombre?
- Nunca se os ha escondido ni prohibido nada. Fue y seguirá siendo el propio hombre quien así mismo se niegue la verdad.
- Pero, ¿por qué?
- Desde los más remotos tiempos de la humanidad, vuestra insaciable ansia de poder, sembró el temor tergiversando la verdad como arma para ocultar las respuestas a vuestro existir, porque sencillamente la verdad, es la libertad. De esta forma el poder se adueñó del miedo de la muchedumbre para impedir que el pensamiento colectivo despertara a la conciencia, obligada a dormitar por voluntad del poderoso. Esa es la injusta desigualdad que habéis creado para hacer más próspero al rico y más pobre al mísero.
- Pero la verdad siempre estuvo ahí, esperando ser descubierta.
- La verdad indubitable comienza tras la ventana que observa la conciencia, detrás de la cuál, se encuentra la puerta de la iluminación. Muchos la hallaron. Sin embargo no creéis en ella porque la verdad es demasiado sencilla para ser aceptada como tal, algo que la alta jerarquía eclesiástica o política conoce. Por tal motivo, la jerarquía corrompió los hechos adulterando la evidencia. La verdad en realidad, es demasiado poderosa para ser repartida a cada uno de vosotros pues patriarca solo puede ser uno: el que no admite rival. Si la verdad se hiciera presente mediante el despertar de la conciencia, te aseguro que los pilares religiosos, financieros, militares, económicos, sociales y civiles que rigen vuestro mundo, serían removidos hasta sus cimientos. Y esa, es la niebla que el más elevado poder humano no desea disipar, pues entonces el poder y con él su estilo de vida, desaparecería de inmediato. Esa es la clave de la vida: ser consciente de la oculta e infinita fuerza latente en lo que ya sabes, en lo que reside dentro de cada uno de vosotros para evolucionar a un estado de inteligencia superior, pero deberá ser desde adentro, no desde afuera.
- Deseo conocer la realidad del ser.
- Existe una clara y permanente conexión entre el cuerpo físico y el ser, lo que eres en realidad espiritualmente y no humanamente. Ahí reside la trascendencia: la esencia del ser. Descubrirlo, corresponde a cada uno de vosotros conforme a vuestro libre albedrío pues como te dije, para ello os fue entregado.

Conmocionado a la ineludible lógica y sentido común que frase tras frase le mostraba la verdad, Hombre quedó ensimismado en sus percepciones bajo un estado de paz indefinible; abstraído en un inusitado sentimiento de intuición natural que le condujo a un veredicto firme y decidido.

- Nada me liga ni ata a la vida que hasta aquí llevé. No deseo vivir más como hasta ahora. Hoy, comienza el primer día del resto de una nueva vida para mí.

Girando sobre si para otear de nuevo la efigie del gigante rocoso, Hombre dirigió la mirada hacia el infinito postrado a sus pies, para encontrar gran dicha al contemplar nuevamente la armonía del extraordinario paisaje que lo rodeaba, donde allá, no demasiado lejos valle abajo, dos caminos con destinos opuestos esperaban su decisión: de un lado el sendero de retorno que lo condujo hasta la gran roca, y de otro el desconocido camino que tras bordear la mole, le llevaría a la experiencia.

Tras un momento de reflexión y desde el convencimiento, Hombre dirigió sus pasos hasta llegar a la entrada de la cueva. Allí se situó en el centro tomando asiento sobre el suelo para cerrar sus ojos escuchando el silencio del interior de la cavidad, en plena sintonía con el silencio de su ser para dejar fluir con absoluta naturalidad, los pensamientos que vinieron a su mente sin analizarlos, libres de crítica y juicio, tan solo, observándolos sin conclusión alguna.

Pasado un tiempo, una quietud incompresible al sentido humano se hizo presa de él. Fue en ese instante cuando una espontánea pequeña lágrima involuntaria y transparente, resbaló por su mejilla.

- Nunca me he sentido más feliz que en este momento.
- Te has desecho de las cadenas artificiales. Es tu pensamiento liberado de la condición e influencia humana que esclavizaba tu razonamiento. Ahora estás dentro del ser natural que habita en ti.
- No puedo explicar lo que siento.
- La conciencia aparece cuando tu necesidad por la verdad, es tan grande como tu necesidad por respirar. Has cambiado de ventana, pero no has hecho más que empezar. La experiencia será tu camino sobre el cual encontrar la sabiduría del ser manifestada. Explicar su paz es imposible a la comprensión humana, porque sencillamente supera vuestra endeble capacidad de raciocinio. Ahora, la vida más allá de tus cinco sentidos, se muestra en toda su infinita magnitud.
- Si tú eres la fuente de energía creadora y yo, procedo de la misma energía suprema que tú, yo soy una parte más de la creación y en consecuencia, del conjunto de la creación. Por tanto ¡somos uno! De esta forma me convierto en dios de mi vida y destino al crear mi camino con mis elecciones. Así comprendo que en realidad todo es lo mismo, idéntico en su esencia espiritual aunque no en su forma física. Así, es como constantemente te manifiestas a los ojos y oídos, sentimientos y percepciones del hombre para experimentarte a ti mismo a través del todo lo que tú creaste.
- Ahora ya sabes cuál es el verdadero secreto espiritual vetado al hombre por el hombre, capaz de mover montañas; más poderoso que todo el poder material que el ser humano infatigablemente busca para su propia comodidad.

Y dicho esto, la oración espontánea y profunda apareció.

- Gracias por esta vida que fluye por dentro y fuera de mí. Gracias por este día, por cada día, por todos los días, por este instante, momento y presente. Gracias por mi salud, por la ropa y el calzado que en mi peregrinar necesito vestir, por mi consciente existir, por la quietud, prosperidad y abundancia espiritual que tengo. Gracias por tu amor, respeto y comprensión, gracias por dotarme del libre albedrío, por escuchar mis oraciones, por formar parte de mí como yo de ti unidos en un solo ser. Gracias por darme tu cuidado y protección en tu bondadosa generosidad para colocar todas y cada una de las piezas del gigantesco puzzle de mi vida en el justo lugar que yo quiero y deseo para hallar la calma que tanto anhelo y necesito en mi camino por la vida.

Pero la voz..., no respondió.

- Aquí dejo cada pesada piedra de mi camino: mi ego y posesiones, mis iras y rencores, mis creencias e ideales, mi pasado..., aquel que forjó el momento en el que me encuentro abandonando todo condicionamiento, criterio, juicio y censura. Aquí..., termina el sueño material y comienza mi realidad espiritual. Ahora yo soy..., libre.

Tan insondable y extensa era su aceptación del todo, que Hombre no pudo caer en la cuenta del silencio de la voz, más nada le importó, porque el lenguaje de la vida le hablaba desde el centro de la naturaleza que le rodeaba. Y entonces supo que la voz, fuente creadora del todo y la nada, seguía con él, acompañándole en cada instante y momento de su vida, de su existir.

Tras incorporándose, dejó atrás su mochila para salir nuevamente de la cueva a meditar, contemplando la hermosa verde campiña bajo las montañas en riguroso mutismo lleno de paz mental, bajo un cielo al tardecer tornado en múltiples nubes de abstracto dibujo, de innumerables matices blanquecinos plasmados sobre un azul pastel de distintas tonalidades y un tenue color naranja impresionista trazado por el sol, hasta que la noche cayó.

Con la mente quieta y sin miedo a la oscuridad, ni temor a la soledad, Hombre miró el firmamento con dulzura, admirando sus mil estrellas suspendidas con su luna creciente justo en el momento en el que una gran estrella fugaz, hizo entrada en el acto dejando tras de si una gran estela color verde azulada. Extrayendo del interior de su mochila una manta, se arropó hasta quedar dormido. Y cuando su despertar se produjo a la mañana siguiente, se acercó al curso del riachuelo cercano donde el frescor del agua aseó su rostro. Después de un largo trago para saciar su sed, observó el impertérrito monolito de piedra en forma de Goliat: la parte externa del hombre vencida por la parte interna de David..., del ser.

Tras una leve sonrisa, se dispuso a caminar hasta llegar a la intersección de los caminos donde por su izquierda se advertía la estrechez de la senda; pedregosa y cuesta arriba, divisando sobre la vertical de la lontananza, un cielo cubierto de nubes color gris negruzco amenazante de lluvia, bajando lentamente para formar niebla en lo que parecía un lúgubre día, frío y húmedo.
A su derecha, tras lo que parecía una puerta con arco de piedra, una amplia y ancha vereda, limpia y recta, invitando al caminante a ser recorrido sin premura.
Decidido, Hombre la traspasó divisando el manto del trigo sembrado a ambos lados, en dos interminables alfombras tejidas por un verde amarillo acariciado por una mansa brisa bajo un cielo claro y luminosidad fogosa.
Preso de satisfacción y en paz consigo mismo, echó a caminar para encontrar al viejo sabio llamado Experiencia.
La clave del cuando, quedó resuelta.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 30, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

No te duermas..., aún.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora