La puerta (2/3)

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- ¿Cómo debo llamarte?
- Como tú desees hacerlo.
- ¿Eres Dios?
- Dentro de vuestros preceptos religiosos, unos me llaman padre, otros señor, algunos me llaman Dios, también creador, y los que me ignoran niegan mi nombre, pero el título es algo puramente conceptual que corresponde a vuestras humanas creencias teológicas. Sencillamente; yo soy el que soy.
- De acuerdo, amigo, ¿por qué no te manifiestas?
- Ya lo estoy haciendo en este momento.
- Tu voz no muestra tu imagen.
- ¿Necesitas una imagen para creer en mi?
- Necesito ver a quien me está hablando.
- Entonces sigues mirando a través de la ventana equivocada.
- Dime pues, ¿cómo puedo saber donde encontrarte?
- Una vez más, demuestras oír pero no escuchar. ¡Sal de la cueva!
- Eh, espera ¿Ya hemos terminado?
- ¡Sal de la cueva! - Resonó en un eco interminable entre las paredes de la cavidad.

Contrariado, Hombre avanzó despacio hacia el exterior. El contraste con la luz directa del sol, le cegó por un momento. Cuando recuperó la contracción de sus pupilas, de nuevo la vida se mostraba con la misma verde intensidad de la tierra en contraste con el azul del cielo, donde calma y paz, fundían el arriba con el abajo.

- ¡Ya estoy!

Pero no obtuvo respuesta.

- ¿Puedes oírme? - Gritó transformando su voz en una amplia reverberación rebotada contra las montañas en un eco casi incesante.

En ese instante, un negro mirlo de pico y patas naranjas, se encontraba sobre la copa de un árbol cercano emitiendo diferentes tonalidades con sus bellos silbidos, llamando su atención. Al poco, otro mirlo de apariencia más corpulenta, comenzó a contestar al primero desde una rama próxima en lo que pareció una apacible conversación vecinal, mientras una cálida y ligera racha de viento, formaba un suave rumor agitando vehementemente los árboles acariciando a su vez el rostro de Hombre, casi al compás del unísono movimiento del bosque. Y aunque el sol estaba en todo lo alto, no le impidió observar el manso giro de un águila dibujando círculos en el cielo hasta desaparecer tras la colina cercana, donde la pendiente de un riachuelo, encauzaba las aguas en sus márgenes emitiendo su característico sonido al golpear contra las piedras de su curso.

Colmado en indescriptible quietud con su mente vacía de todo pensamiento, Hombre escuchó el devenir de los diferentes sonidos dejándolos pasar, sin analizar, con la mente vacía observando como de pronto de entre el verde del follaje, asomó un ciervo de grandes proporciones bajando lentamente por una escarpada cuesta hasta llegar a la otra orilla.

Cuando el animal terminó de beber, levantó su grueso cuello para situar su vista sobre el humano en un encuentro de miradas, donde Hombre, sintió extrañamente fundirse con las múltiples percepciones exteriores para invadir su ser bajo un sentimiento y conmoción cuya armonía era inefable.

Fue en aquel instante cuando Hombre comprendió.

- ¡Estás aquí!
- Nunca me he ido de tu lado - volvió a sonar la sedosa voz -Siempre he estado aquí, en cada instante y momento, en cada presente, en cualquier forma, en cualquier sitio, continuamente, para todo aquel que quiera encontrarme.
- Yo no era consciente de tus mensajes...
- Este es tu "cuando". Acabas de cerrar la ventana artificial a través de la cuál cada mañana mirabas al exterior. Esta es la clave; abrir la ventana natural que existe en ti para observar tu interior.
- Si esta vasta paz que ahora siento es la que existe tras esta ventana..., no quiero cerrarla.
- Todos esperáis un milagro, - replicó en un delicado tono cargado de ternura, - pero no os dais cuenta que os encontráis en mitad del milagro. Deseáis que me haga presente, sin saber que siempre estoy expectante. Me llamáis buscando desde el exterior, sin saber que siempre me encontraréis en el interior.
- ¡Quiero quedarme aquí!
- Si no puedes cambiar la vida, al menos, modifica tu modo de verla y entenderla. Si transformas la interpretación de ella, tu perspectiva será distinta.
- Está bien. Puedo intentar transformar mi forma de ver y entender la vida, pero el ser humano funciona a base de ilusiones y alicientes.
- Si pudieras "observar" la incognoscible felicidad que hay dentro de ti, no necesitarías ilusiones ni alicientes que tan solo pertenecen al ego. Dentro de ti, hay tanto que observar escuchando su silencio, que perderías la ilusión por aquello que en realidad no te hace falta para vivir. Así por ello te digo: ¡vive desde adentro y vivirás feliz afuera!
- Debo desprenderme del ego.
- No seré yo quien deba decirte que has de hacer, pues tus decisiones corresponden a tu libre albedrío ya que para eso os fue entregado, pero te diré que si renuncias por completo a él, tu apego por los bienes materiales, personales y emocionales, desaparecerá, igual que todo condicionamiento que te impide despertar para ser libre.
- Si, pero ¿qué me queda entonces?
- Evolucionar.
- ¿Hablas por mi o por la sociedad? ¿No es suficiente el nivel de logro alcanzado por la humanidad?
- La evolución entendida desde el planteamiento humano, está en profundizar en el conocimiento de lo que puedes tocar, ver u oír, y eso está bien, porque os enseña el por y para qué del mundo que os rodea. Pero no puede ilustraros en aquello intangible, inmaterial y espiritual que no corresponde a este mundo. Por este motivo, ciencia y filosofía jamás irán juntas de la mano, pues esta última, trata de profundizar en aquello que la ciencia no es capaz de explicar, mientras que la ciencia, necesita ver y tocar para creer.
Por otro lado contáis con la barrera de vuestras religiones que os instruyen una serie de reglas, dogmas y conductas fundamentadas en el condicionamiento y la influencia humana, donde dios juzga y castiga vuestros actos con la intención de hacer suyo vuestro miedo y así, conducir los rebaños adonde el poder religioso conviene fuera de toda verdad para satisfacer sus intereses. Sois ateos de nacimiento, por tanto, la evolución espiritual no necesita adoctrinar, convencer ni influenciar, manipular o atemorizar, tampoco dividir y menos aún cometer sacrilegios en la defensa de unas creencias en nombre de un dios despiadado y vengativo.
Mirad vuestra historia; la religión destruye, la espiritualidad crea..., la devoción fracciona, la conciencia une.
- Es fundamental la religión para el hombre. Da respuestas...
- Puedes tener el absoluto convencimiento de la existencia de una inteligencia suprema, sin la necesidad de creer un evangelio escrito por el hombre.
- Pero; es la palabra de dios...
- ¿Qué dios?

Hombre no supo que contestar.

- Puedes creer en la esencia de la creación - continuó la voz - sin ser devoto inmerso en un rebaño. Puedes sentir la fe sin la necesidad de un culto. Puedes creer en una energía cósmica como esencia del todo, sin dogma que aleccione. Todo lo que es, hay y existe, procede de la unidad, del misterio de un dios como así lo llamáis, como fuente de energía creadora que no necesita recibir postración ni culto alguno.
- Pero mi educación me enseñó a serte fiel, a cumplir una doctrina, arrodillarme ante ti, besar los pies de tu imagen y adorar iconos sagrados.
- El cristianismo tiene iconos, el islamismo no. ¿Cuál de las dos es la religión? Te aseguro que hay más respeto y grandeza en un hondo sentimiento de amor hacia una simple flor, que hincar la rodilla para adorar a una o mil imágenes. Si la creación es el todo como parte inherente de la creación, ¿a que parte hay que adorar? ¿Qué o quién "del todo" es la parte adorable?
Si permanezco en todo sitio y lugar manifestado a mi mismo, ¿cómo vais a venerar infinito número de formas e imágenes en las que me revelo? ¿Cabe todo eso en una sinagoga, en una iglesia o mezquita? La esencia del ser único se manifiesta a todos por igual. Por tanto a quien debéis entregar vuestro amor, es a todo aquello que observáis, escucháis, oléis, sentís y percibís en el mundo natural, y no a los escritos adulterados por la conveniencia de unos pocos para someteros a sus deseos de esclavitud.
- Si, pero, si no hay imagen a quien dirigirse, ¿a quien debo alzar entonces mis plegarias?
- La oración no debe singularizarse hacia un ente en concreto. Esto es algo que ha sido malinterpretado deliberadamente. Una plegaria debe realizarse como un acto de sincera gratitud por aquello que tu corazón deba agradecer de manera franca y espontánea. Es un gracias al aire que respiras, al calor del sol y al alimento del agua que os da la vida: un gracias a la tierra que os permite vivir.
- Entonces, ¿el verdadero camino es la evolución espiritual?
- La evolución tecnológica es un complemento humano. La evolución espiritual, un requisito de la conciencia del ser para lograr la plenitud y el sentido existencial. Este es el verdadero propósito de la vida; adquirir la experiencia necesaria hasta alcanzar la iluminación que de respuestas a todas tus preguntas. Así es como la verdad, os hará libres.
- Tengo muchas preguntas. ¿No puedes contestarlas tú ya que eres el todo y por tanto todo lo sabes?
- Como ya te he comentado, el propósito de la unidad es experimentarse así misma en todas y cada una de las infinitas formas y maneras reveladas en el universo. Si contestara a tus preguntas, no podría manifestarme a través de ti, pues sin experiencia, no puedes alcanzar sabiduría.
- Cuando cambie de ventana y mis ojos se abran, está en mí escoger el camino que me lleve a encontrar las respuestas mediante la experimentación, hasta que mi energía, ahora hecha carne, en esta u otra vida, encuentre la puerta de la iluminación existencial.
- Empiezas a comprenderlo. Vuestra historia habla de varios seres iluminados como Bhudda, Jesucristo o Mahoma por citar algunos, pero hubo otros muchos que huyendo del culto a la persona, formaron parte del anonimato. La más alta virtud de un iluminado es la sencillez, y su más grande poder la humildad liberada de cualquier apego material, social o emocional; todo lo contrario a como día tras día el ser humano lo entiende. Por tanto, un iluminado no necesita reconocimiento, fama, prestigio u honor, tampoco posesión. Hay muchos de ellos transitando vuestro mundo; siempre los hubo y siempre los habrá: seres conocedores del misterio de la vida, desde el primer momento en el fueron conscientes de si mismos como parte integrante de la unidad. La bondad de su amor por la totalidad de la obra creadora, les lleva a predicar sus enseñanzas con el ejemplo del silencio y no con el alarde, pues desconocen otra conducta. Así comprenden que la única posesión que tienen es su espíritu, y no la forma corpórea encarnada en esta vida.
- ¿Dónde podría encontrar a un iluminado?
- ¿Necesitas a alguien que despierte tu conciencia?
- Hasta ahora, no he despertado. Si encontrara un maestro, tal vez podría enseñarme el camino.
- El iluminado jamás detiene su camino. Es un constante peregrino que no busca respuestas, sino que las encuentra en su largo caminar mediante la contemplación y la meditación. Cuando hay sed de conocimiento y estás preparado, el sabio que llevas dentro se cruzará en tu camino.
- Si no lo encuentro, ¿cómo puedo saber cual es el camino hacia la iluminación?
- No te preguntes como puedes descubrir la luz, porque entonces estarás buscando un fin. No busques, ¡encuentra! Tan solo has de ir cerrando progresivamente tus ojos al exterior para abrirlos a tu interior. Y cuanto más te acerques a ello, más cerca estarás de encontrarla.

No te duermas..., aún.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora