No te duermas..., aún.

La Leyenda (8/8)

- Entonces; ¿consideras más fuerte la inteligencia que la fuerza? - Por supuesto que si. ¿Aún no lo entendéis? Cuanto mayor sea tu grado de conocimiento, más difícil me será adueñarme de tu pensamiento. Es entonces cuando la violencia aparece para imponer mi criterio si no puedo convencerte. Por ello es tan importante el conocimiento como herramienta del amor que deseche al temor. Así tu, eres quien inclina la balanza hacia un lado u otro, pues solo tú eres el único dios de tu vida que decide tu destino en base a estos dos únicos sentimientos y te aseguro que el resultado no será el mismo.

- Pero yo soy libre de pensar lo que deseé. - Dictó un muchacho sobresaliendo de entre el gentío.
- Nada ni nadie te impide pensar en libertad. El problema es que pienses de manera condicionada por quien influenció tu pensamiento sin ser consciente de ello. Una idea impuesta sutilmente en tu mente, sin que repares en ello, puede determinar por completo tus actos, comportamientos, pautas y costumbres para que te dirijas, hagas o digas lo deseado por quien manipuló tu pensamiento. El mejor ejemplo lo tenéis en el hombre blanco que desde hace mucho tiempo, hizo suyo lo ajeno mediante el uso del miedo para conseguir la supremacía racial que goza.
- Ellos poseen armas y nosotros solo palos y piedras.
- Emplearon su inteligencia y recursos para fabricar algo con lo que persuadirte, pues aquello que mata, genera miedo. Y si aprecias tu vida, harás lo que te digan por temor a perder lo más valioso que tienes. Así es como siempre ha sido y será mientras el hombre piense con temor y no con amor.

Un murmullo de comentarios se extendió en un eco creciente, momento que el viejo sabio aprovechó para beber agua que una niña le acercó en un cuenco de coco.
- Sigue anciano... Cuéntanos más de la leyenda.
- Las sociedades se dividieron según los cometidos impuestos por jerarquía piramidal - prosiguió pasando la mano por su boca para secar sus labios, - imponiendo leyes, criterios y tendencias siempre en avenencia con sus intereses. De esta forma se fraccionó a las masas en diferentes clases sociales, estableciendo que costa imponer a cada escala social, que pertenencias usurpar y que posesiones confiscar.

El pescado y la carne pasaron a formar parte de su dieta. La caza indiscriminada de todo tipo de especies por puro placer y no por hambre alcanzó auge. Dividieron la tierra en fronteras adornadas con banderas, símbolos y estandartes, dotándolas de comercio y finanzas autónomas como herramienta dinamizadora de locales envidias y recelos destructores.

Por superioridad muscular la mujer fue humillada al sentir miedo de sus instintos naturales y fortaleza mental, mucho más astuta, fría y calculadora que la del hombre. Se impuso la discriminación racial por el simple color de la piel, provocando dolor y sufrimiento en pueblos y razas que por desprecio fueron esclavizados, cuando no exterminados impunemente en defensa de un corrupto dogma, como así lo demuestra la historia al narrar como los mayores asesinatos, violaciones y barbaries, se cometieron en nombre de una teología de fanática doctrina adulterada para engrandecer al poder, sus oradores y secuaces en detrimento de la plebe, que privados de conocimiento, carecían de libertad y derechos. Y quien osara caminar por camino distinto, sería marcado como proscrito del sistema establecido.

La codicia de aquellos seres por el más y más junto al inconformismo de ser y tener más que los demás, carecía de límite, aunque para ello, provocara las penurias y miseria de quien fue pisado para que el poder ascendiera.

- Dinos viejo. ¿No es todo esto lo mismo que ocurrió en su planeta de origen? ¿No fue aquella la misma razón que les hizo abandonarlo cuando la vida en su mundo pereció por el mal que habían sembrado? - Preguntó un hombre dirigiendo su ciego mirar hacia la voz maestra.
- La historia se repite hermano - Contestó el anciano.
- Pero es incompresible. Ellos conocían su pasado, su origen...
- ...Oculto, adulterado, tergiversado; no lo olvidéis. Resulta imposible hallar la verdad cuando ésta es escondida, más aún cuando la mente humana olvida pronto la historia pero no así las nuevas enseñanzas aunque estas sean falsas.

- Esto está pasando ahora - Grito alguien desde lejos.
- Estamos sentenciados. - Vocifero otra voz al otro lado del corro. - Y volverá a ocurrir...
- Ellos, - continuó el sabio con grave tono, - con su falta de escrúpulos hacia la madre tierra, contaminan con sus fábricas la atmósfera que todos respiramos intoxicando aguas y tierras con sus vertidos; veneno de especies de los cuales el hombre se alimenta en el colmo de la más extrema necedad. Es en un ejercicio de inconsciencia, elevar la estupidez por encima de la inteligencia que caracteriza a nuestra raza, tomando sus decisiones desde el más absoluto delirio por el dinero en su indiferencia bajo la ignorancia hacia quien nos da la vida, diezmando sus pulmones con los que purificar el aire que respiramos, anulando su capacidad de regular térmicamente el clima planetario, provocando la desertización de las tierras y contribuyendo al calentamiento global de la atmósfera debido a los gases que producen el calor que desde hace años venimos padeciendo para enfermar nuestro planeta. El hombre avanza hacia el progreso involucionando hasta cotas insospechadas, sin hacer nada por un declive planetario que ha provocado y que se acentúa hasta lo insoportable para la propia naturaleza. Solo queda pues ahogarnos bajo el yugo de la opresión, la avaricia y usura, volviendo a cometer el mismo error que destruyó el planeta de origen de nuestros ancestros con la maldad por doctrina, capaz de aniquilar toda prosperidad en un mundo superado por la tecnología que el ser humano ha creado, dando la espalda al hambre de los pueblos, dando la bienvenida a la guerra, la desigualdad y la falta de equidad para retroceder intelectualmente. Así, dentro de poco, si no ha empezado ya, comenzará un genocidio encubierto para diezmar a una población a la que no puede alimentar ni satisfacer de energía si el modelo implantado no es erradico del sistema. El destino del hombre pasa por volver inicialmente a las cavernas que aquellos visitantes ocuparon cuando decidieron quedarse en este bello planeta, ahora mancillado para nuestra desgracia. Lo que le ocurre a la tierra no es venganza, sino el resultado de nuestros actos.

- ¿Que será entonces del hombre? - Preguntó un joven que entre sus brazos sujetaba a su hijo de meses.
Absorto, inmóvil, como si de una estatua se tratara, los ojos del viejo sabio comenzaron a humedecerse sin que nadie pudiera advertir cual era el sentimiento que produjo el brotar de sus lágrimas. Finalmente, tras un breve intervalo de tiempo, un halo de voz susurró:
- No puedo contestar a eso porque el ser humano aún no ha escrito el capítulo final de su historia. Tan solo puedo decir que el hombre actual, es la descendencia directa de aquellos seres buenos que ocuparon este planeta y que hoy, nos contemplan sonriendo desde las estrellas como a seres primitivos incapaces de aprender de su pasado, de su historia y en consecuencia de sus errores y equivocaciones. La leyenda de nuestra especie continuará tras nosotros cuando ya no estemos, hasta convertirse en un eco de sí misma cuando el sueño del ser humano por destruir el planeta se haga realidad. Y a decir verdad, no parece que haya nubes de hierro capaces de llevar a nuestra raza a otro lugar.