[Mabill] One-shots

Cuídate

Otra vez, se despertó fuera de la cama, en el suelo. La verdad se me hace divertido ver como se revuelca hasta caerse y ni siquiera despertarse por el golpe, solo seguir babeando mientras murmura "lindo panda..." o algo. Aun así, luego me siento molesto porque por culpa de aquello amanece adolorida.

Su hermano, el Pino, le cuenta de su sueño con mucha emoción, que molesto y curioso es a veces, bueno siempre, por eso metió sus narices en mis asuntos y me tuve que ocupar de él. Ahh, bueno, esa es otra historia, después de todo está en el pasado, solo me tengo que ocupar de atormentar a Estrella Fugaz, es su castigo por romper un trato, claro.

Ella desayuna con mucha energía, se traga los cereales y luego habla con la boca llena para hacerle reír a su gemelo, y claro que es tan chistoso que hasta yo me rio, pero ese chico se pasó con su risa, esa risa tan ridícula sí que me hizo reír, a Estrella Fugaz y a mí. Me parece perfecto que ella se riera pero no en ese mismo momento que tiene la boca llena, ¡ella casi se atraganta! Tuve que hacer algo antes de que se muriera, o claro, no podría atormentar a nadie más.

Por suerte ella no murió, seguía igual de radiante para ir de camino a la escuela con su hermano. Él iba directo a la parada del autobús, pero ella se tomaba su tiempo para contemplar el cielo, los pájaros que recién cantaban, las flores de los vecinos, las mariposas, los colores, todo, ella estaba encantada por todo a su alrededor; era tan adorable mientras daba vueltas y luego trotaba hacia su hermano entre risitas alegres. Tropezó y casi se cae, pero yo la sostuve y logró ponerse de pies sin problemas. No quiero que una tonta raíz entrometida arruine mi tormento.

El autobús se detuvo en frente de ellos y el primero en subir fue Pino, y con una risa sarcástica, porque su hermana bromeó con él con que las "damas primero", vaya, siempre logra hacerme reír. Pero él no iba a dejarle salir victoriosa después de su broma, él fue y se sentó con un compañero suyo. Estrella Fugaz se quejó y levantó los brazos diciendo "¡Dipper! ¡Siempre nos sentamos juntos!". A lo que le respondió "Hoy no, te lo mereces por llamarme mujer". Ella bufó y fue a sentarse sola. Luego subió la chica con problemas nasales, siempre se le caían los mocos y se limpiaba con su propia mano. Estaba a punto de sentarse con Estrella Fugaz, podía ver que ella se apegaba más a la ventana mientras suplicaba mentalmente que no se sentara con ella. De repente el autobús se detuvo con fuerza y aquella chica casi se cae encima de Estrella Fugaz, pero yo la empujé hacia Pino, él quedó como estatua y con un poco del moco de la chica en su ropa.

Estrella Fugaz bajó las escaleras, tan radiante como despertó, detrás de ella su patético hermano, pero eso no importa. Ella saludó a algunos conocidos y entró a la escuela para buscar sus cosas en el casillero. Puso su combinación y abrió la puerta de metal llena de decoraciones tiernas, stickers y esas estúpidas fotos de famosos con su edad. De repente alguien dijo "¡Hey chica suéter! ¿De dónde sacaste ese? ¿Del basurero?" y ella, odiosamente, bajó la mirada con tristeza. ¡No tiene que escuchar a esos bravucones! Solo yo puedo atormentar a Estrella Fugaz.

Claro que ella volvió a estar feliz, pues esos bravucones, luego de lo que dijeron, "sospechosamente" se disculparon con ella y se salvaron gracias a su gran corazón, y más les vale que cumplan con su trato o les haré sufrir... en fin, yo no tengo nada que ver con eso, enserio, solo estoy para atormentar a esa chica. Sip.

Pero que cara de preocupación puso cuando su carismático profesor dijo de repente "¡Prueba sorpresa!", ella no había puesto tanta atención a las clases como su gemelo. El adulto pasó por cada pupitre y colocó sobre cada uno la evaluación de los alumnos. Estrella Fugaz se volteó hacia su hermano y él le miró aún molesto por lo que pasó, esta vez no se iba a salvar por el curioso Pino.

¡Oh vamos! ¿Te vas a rendir tan fácilmente? ¿Por qué quieres llorar? No, no eres tonta, ¿por qué piensas eso? Deja de arrepentirte, haces que esto me aburra. Mira, que no te caiga ninguna lágrima. ¿Lo ves? ¡Ya está! ¡Bien! ¡Sigue sonriendo! No permitiré que un pedazo de papel se gane mi protagonismo.