[Mabill] One-shots

10 Ex's

-Suficiente ¡Ya suelta lo que querías decir o me voy! –

Las chicas hicieron silencio. Grenda buscaba con su mirada una forma de salir de ese momento incómodo, Candy miraba expectante la reacción de Mabel y ella agachó la mirada. Pacífica estaba levantada de su asiento, dispuesta a retirarse hasta que la castaña se atrevió a hablar.

-Quiero terminar con mi novio... -

Eso bastó para que Pacífica rodara los ojos y volviese a sentarse. Mabel solía decir mil tonterías para hacerse de valor y decir algo importante, pero la rubia no tenía la paciencia suficiente para aguantar sus tonterías y ver como se la pasaba riendo con sus amigas de más tiempo.

- ¿Tanto te costó decir eso? ¡No es como si nunca le hubieses terminado a alguien! – Mabel hizo un puchero recibiendo las quejas de la rubia.

-Pacífica, deberías entender que no es fácil para Mabel terminar con un novio...- Murmura Candy, temerosa del carácter de Pacífica.

-Vamos... - Vuelve a suspirar. - ¡Entre todas nosotras eres la que más Exs tiene! Ya deberías haber aprendido a terminar con uno cuando ya no te gusta... -

- ¡¿Y qué si tengo muchos Exs?! – Exclamó la castaña. - ¡No es mi culpa que todos sean iguales! Siempre terminan decepcionándome... - Apoya su cara sobre sus manos.

Miró a sus amigas, Grenda seguía con el mismo novio apuesto desde hace cinco años, Pacífica andaba con su hermano Dipper sin ningún problema, solo tenían mini discusiones, pero luego se arreglaban, y Candy era la única que no tenía novio en el momento y ¡solo tenía un ex! No le ganaba a Mabel con sus 9 Exs. La castaña se sentía humillada en cierto modo, no podía creer que era la única de su grupo de chicas a la que le iba mal en el amor.

- ¿Estás segura de que quieres terminar con él? – Pregunta Grenda.

-Es cierto – Interrumpe Pacífica. – Que no sea como tu primer ex al cual te arrepentiste de haberle terminado y cuando lo buscabas ya no estaba... -

Y es por eso que le daba pena decir sus intenciones, sus amigas siempre le avergonzaban con sus errores del pasado, y lo peor es que tenían razón, pero a nadie le gusta que se lo recuerde lo mal que hizo.

Caminaba por la calle a un paso moribundo, solo pensaba en su actual novio. Al principio su relación era tan mágica y romántica, eso la hizo enamorarse de él, pero cuando comenzó a notar su personalidad... y es que Andrew a veces era un tanto mezquino, soltaba algunas palabras sin pensarlo dos veces que terminaban lastimándola, solía olvidar comportarse cariñoso con ella y le hacía dudar si realmente la quería, y lo peor de todo eran sus ataques de celos.

- ¿Dónde estabas? Te estuve buscando – Pregunta Andrew al encontrarla caminando por una calle conocida. Mabel suspiró, su corazón se le aceleraba por verle, y no exactamente por estar contenta si no por los nervios de decirle como se sentía realmente.

-Siempre quieres saber dónde estoy – Responde mordaz la castaña. Andrew se sorprende ante esa respuesta.

-Es porque me preocupas – Parpadea curioso por su estado de humor.

-Más bien parece que me quieres al lado tuyo todo el tiempo –

-Y... ¿eso está mal? –

Mabel le miró directo a los ojos, Andrew seguía expectante de su novia.

-Eres muy posesivo, a veces me lastimas con tus palabras, me haces sentir como una tonta y te olvidas de ser detallista como los primeros días – Soltó de repente, lo dijo sin pensarlo tantas veces por miedo a arrepentirse. Andrew abrió más los ojos, como si acabase de darse cuenta de algo, y le sujetó rápidamente del brazo como si estuviese por escaparse de él. - ¡Ey! – Se quejó Mabel intentando que le soltase.