[Mabill] One-shots

Deals: Es un trato.

A veces entraba en duda. ¿Realmente era él? ¿Era posible esa pareja al menos? Pero después de muchas horas acosando a la pareja pudo ver muchas pistas, que él ya no se molestaba en ocultarlas, y observó como a veces utilizaba su magia para sorprender a su novia, que por cierto él odiaba con todo su alma ver esas escenas. Ya no cabían dudas.

"Con el tiempo te acostumbrarás" le había dicho el hermano de su amor jamás correspondido. Pero él no planeaba rendirse, no aún, mucho menos ahora que sabía de quién se trataba su nuevo novio. ¡Pues claro! Él fue quien le invocó en primer lugar, y también fue su primer secuaz en sus planes para dominar el mundo, que por cierto todos esos planes se fueron a la basura.

Lo conocía como la palma de sus manos, o en eso mantenía su confianza, ya que hizo algunos tratos importantes para el demonio en un pasado un tanto lejano. Sabía sus debilidades, primero, siempre respondía a las invocaciones, y en segundo lugar se encontraba el hecho de que nunca se negaba a un trato. Se sonrió con tan solo finalizar sus planes.

-¿Llamabas, oh gran Guideon? – Preguntó sarcásticamente aquel demonio triangular con su característica voz. Aún no olvidó el tiempo en que se peleó con él por los celos, pero fingía como si nunca hubiese ocurrido.

-¡Bill! ¡Ya lo sé todo! – Le fulminó con la mirada.

-¿Sabes qué? – Se encogió de hombros como si intentara ocultarlo.

-¡Tú! ¡Eres el maldito Valentín! ¡Ese rubio oxigenado que me quitó a mi adorada Mabel! – Gruñó poniéndose rojo de la ira con tan solo recordar los malos momentos que pasó con él. Bill desvía su mirada y se ríe cínicamente.

-Oye, calma pequeño...- Levantó las manos en forma de defensa y volvió a mirarle con su pupila afilada. –Yo no te quité nada – Respondió sencillamente, invitando la duda a la mente del albino, justo hasta que finalizó con un:-Ya que no se te puede quitar lo que no tienes-.

Guideon estalló e intentó atacarle pero fue completamente en vano ya que Bill flotó un poco para salir de su alcance.

-¡BAJA DE AHÍ! ¡COBARDE! – Gritó el, ahora, despeinado chico.

-Escúchame gordinflón- Guideon estuvo a punto de protestar pero él le interrumpió. - y escúchame bien – Bill se volvió serio al hablar, hasta se cruzó de brazos. – Tienes suerte de que esté condicionalmente libre, de no ser así te estaría volviendo a hacer bailar adorablemente por la eternidad– Su ojo se volvió rojo. - ¡Y es cierto! ¡Estoy con Estrella Fugaz! ahora ella es mía, nunca fue tuya después de todo...- Se encogió de hombros volviendo a molestar al albino con su risa histérica.

-¡ERES UN---¡ ¿Cómo es posible de que ella esté contigo? ¡NO ES JUSTO! – Pisó fuerte barias veces.

-Oye niño, si no sabes nada de la historia no te quejes como si no fuera justo, y para que sepas...- Entrecerró su ojo y al mismo tiempo desvió su mirada.- Ella... está totalmente...- Juntó sus manos y las levantó junto a su moño. -¡Feliz con nuestra relación! – Pestañeó miles de veces. Guideon tuvo muchos deseos de regresar el almuerzo. – Yo tampoco creí que me fuera a corresponder, bueno, es una larga historia que te lo contaría un día con más tiempo, pero ¡lo hizo! Y no necesité ningún método de hipnosis o algo por el estilo –Siguió contando orgullosamente, ignorando la mirada furiosa del albino.

-¡No importa lo que digas! Seguiré pensando que hiciste algún truco...- Bill rodó su ojo con exasperación mientras hacía un ademán con su mano como si lanzara algo a la basura.- Y... ¿Sabes qué? ¡Te propongo un trato! – Gritó desesperado. Bill volvió a mirarle con sorpresa.

-¿Un... trato?- entrecerró su ojo con sospecha, pero no se resistió. -¡Bien! ¿Qué me propones? – Frotó sus manos con emoción.

-Quiero que dejes a Mabel, ¡rompe con ella! – Y al decir esto, Bill deja de demostrar emoción y le mira con aburrimiento para luego enojarse.