Y no te diste cuenta

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Apenas había subido el sol. Mabel dormía tan plácidamente, era una lástima que su hermano se haya despertado antes que ella.

-¡Mabel! ¡Despierta! ¡Arriba dormilona! –Comenzó a sacudirla para despertarla, provocó que ella frunciera el ceño y se quejara.

-No, nunca, dormiré para siempre...- Se volteó para darle la espalda. Su mellizo se rio dejándole unos segundos de descanso, pero luego se tiró encima de ella con la idea de molestarle lo suficiente para que le hiciera caso.

-¡Vamos! ¡Ya es de día! No me hagas cantar desafinado...- Se puso de costado mientras sonreía de par en par. Mabel se quejó aún con los ojos cerrados.

-No, por favor, ten piedad sobre mí...- Murmuró con sueño.

-Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña – Comenzó a cantar el castaño, haciendo todo lo posible para desafinar su voz. La chica gruñía intentando taparse los oídos pero su hermano detenía sus manos. –Como veían que resistía fueron a llamar a otro elefante -.

-Ya, para con esta tortura...-Gimió Mabel en forma dramática. Su mellizo le soltó aún divertido. Ella por fin abrió sus ojos y sonrió al igual que él. –Está bien, tu ganas...- Dipper se levantó de la cama dejando que ella se levantase mientras él festejaba victorioso.

Se prepararon el desayuno mientras se hacían bromas entre ellos, Dipper comía de una forma tan graciosa que hacía reír a la castaña hasta que le dolieran las costillas.

-¿Qué rayos tienen estos cereales? Es como si estuvieras tomando jugo Mabel – Comentó divertida la castaña y él se encogió de hombros mientras desviaba la mirada, como si pensara qué responderle.

-Es que... la verdad... estuve pensando que no te valoro lo suficiente... ¡Asique quiero pasar todo el día contigo! – Finalizó con una gran sonrisa. Mabel se conmovió y dejó salir un "Awww" de sus labios.

-Eso es muy lindo, gracias Dipper -.

-De nada, hermana mía, no hay de qué – Respondió él con tranquilidad. De repente se escuchó un golpe proveniente de su habitación.

-¿Qué habrá sido eso? – Preguntó la castaña mirando hacia el techo. Luego escuchó la silla de Dipper arrastrarse.

-No te preocupes, iré a averiguar yo mismo -. Y fue a la habitación por un momento.

-¿Y bien? ¿Qué fue? –Preguntó una vez que regresó con ella. Dipper llevaba una expresión de preocupación.

-Fue horrible Mabel...- Frunció el ceño con temor y asustó a su hermana, con sus manos detrás de él. – Escuché algunos ruidos más cuando me acerqué, abrí la puerta... y lo encontré en el suelo...- Contó como si fuera una historia de terror. Los ojos de ella se agrandaron con miedo.

-¿Qué cosa, Dipper?-.

-Una mano...- Respondió el con el rostro pálido. Mabel no entendía, pero sonaba terrorífico cuando se imaginó una mano cortada en el suelo de su habitación.

-¿Una... mano...? ¿Y qué pasó? -.

-Pues intenté levantarla... pero entonces...- Bajó la mirada como si estuviera horrorizado. Mabel pegó un grito ahogado del susto. Su mellizo le estaba haciendo cosquillas por los costados de su cintura -¡ME HIZO ESTO! ¡WAAA! -.

-¡JAJAJA! ¡PARA DIPPER! ¡ESTÁS LOCO! ¡JAJAJA! -. Ella recibió las cosquillas con risas histéricas. Dipper se estaba divirtiendo mucho con aquello. Después de muchas súplicas y risas, al fin se habían calmado.

[Mabill] One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora