Estatua de piedra

4.1K 424 56
                                    


Noches sumergidas en un caos de pensamientos, pequeños segundos de meditación al comparar situaciones, pesadumbre ante esa conclusión injusta. Sentía que todo estaba mal, ¿Por qué tenía que ser así? ¿Por qué tuvieron que llegar a eso? Podría haber sido mejor, un final feliz en donde todos estén involucrados.

Le odió, le temió incluso, provocó el deseo de venganza por todo lo que le ocasionó a su familia. Sin embargo... después de ganar... después de festejar y volver a respirar con tranquilidad, sin sentir una mirada sobre ella... después de tener su cumpleaños número trece en donde se adentrarían a la adolescencia... después de todo eso... lo recordó.

-¿Realmente tenía que terminar así?... ¿No había alguna solución favorable para todos? – Observó el cielo con melancolía. Pero sus ojos se dirigieron hacia aquella estatua de piedra con musgo que le había crecido en el transcurso del tiempo en que fue abandonado, aunque no se trataba de una estatua cualquiera, ya que no siempre lo había sido.

-Los gnomos me secuestraron e intentaron volverme su reina...- Recordó al mismo tiempo que se recostaba sobre la estatua, sentada en la fría hierba. –Y no solo ellos, hemos conocido a muchas otras criaturas o personas extrañas en nuestras aventuras... y todas nos atacaron alguna vez... pero tarde o temprano nos hicimos amigos de ellos...-. Sintió una suave pero fría brisa que le puso la piel de gallina, inconscientemente, sin embargo no era una gran excusa para irse aún. – De todos... excepto de ti...- Volvió a guardar silencio mientras admiraba los colores del atardecer.

-Nos aliamos para derrotarte... y luego de eso no volvimos a pelear... todos fueron felices para siempre... excepto tú...-. Suspiró y juntó sus piernas con su pecho para luego abrazarlas. - ¿Sabes? No parecías alguien malo a primera vista... parecías gracioso... - Sonrió levemente, lástima que no durara por mucho tiempo. – Si tan solo... no hubieras sido tan egoísta... no-no, espera... no es lo que quise decir... después de todo Pacífica y Guideon fueron muy egoístas y sin embargo son amigos nuestros...-. Pensó por un momento cuál era la palabra que buscaba, pero se rindió. –Ni siquiera sé si me estás escuchando... y si lo haces... tú sabes a lo que me refiero, eras loco pero no tonto ¿verdad? – Soltó una pequeña risa, pero al igual que su sonrisa, no duró mucho.

Se levantó en silencio y caminó lejos de él, siguiendo el camino de vuelta a casa. Sin decir adiós.

Pasaron los días, pero él seguía allí, de piedra sobre la tierra, lleno de musgo, asiento de inocentes y pequeñas aves. Las nubes tapaban violentamente los cielos, gotas de agua espantaron los pájaros para que buscasen refugio, sapos croaron pasando por al frente suyo sin ser afectados por él. Se escucharon chapoteos a lo lejos, que luego se hicieron más cercanos, hasta que apareció la misma chica. Le cubrió de la lluvia bajo su paraguas, mirándole con simpatía al monstruo que estuvo cerca de quitarle su vida.

-No estaré mucho tiempo aquí contigo... solamente iba a decirte que... - Desvió la mirada como si estuviera pensando en las palabras adecuadas. – Bueno... en realidad creí que se me ocurriría algo para decirte en el camino... pero no tuve suerte...- Finalizó entre risas para luego borrar otra vez su sonrisa. Miró hacia su quieta y dura mano extendida, una idea de estrecharla se le vino a la cabeza, pero la ignoró, y en lugar de eso colocó su paraguas ahí. Se sentó cuidadosamente sobre una de las piedras junto a él y pasó su brazo por detrás de la estatua.

-Solo quería estar un momento contigo... aunque es como no estar con nadie en realidad... y si no me escuchas entonces todo este tiempo estuve hablando sola ¿no crees? – Luego comenzó a reír y se dio una bofetada a sí misma. –Vaya, hasta yo misma creo que he perdido la cabeza... - Suspiró con un poco de vergüenza de sí misma. -... Oye... tal vez... ¡podríamos haber sido buenos amigos locos!... intercambiar ocurrencias descabelladas, ponernos bizarros, tener una loca aventura extraña... suena divertido ¿verdad? – Mostró su dentadura con ortodoncia, pero aún hablaba con un ser de piedra inmóvil que no respondía, eso hizo que cerrara la boca con neutralidad. -...Bueno... sigo hablando con una estatua después de todo... ¿O debería llamarlo tu cadáver? – Desvió la mirada y se mantuvo en silencio, apreciando el sonido de las gotas al caer.

Se levantó y tomó el paraguas para luego marcharse, otra vez, sin decir siquiera adiós.

Sin embargo no fue la última vez que visitó al ser de piedra con el brazo extendido. Iba cuando se le daba la oportunidad, cuando estaba aburrida, cuando se acordaba de él, o simplemente cuando estaba triste y necesitaba hablar consigo misma o, en caso de que pudiera escucharle pero no responderle, con él.

-Sabes... No podemos ser amigos... no ahora... porque tú no estás... pero insisto en que hubiera sido asombroso si tan solo... - Se quedó con las palabras en la boca, sin embargo suspiró como si se deshiciera de ella. – Aunque siento que ahora somos amigos... digo... siempre me escuchas... - Bromeó para luego codearle a la roca musgosa, pero luego se sobó el codo con dolor. –Ay, mala idea... -. Se rio de sí misma. -¿Lo ves?... hubiéramos sido grandes amigos... a no ser que ahora te esté molestando y desees que me vaya y deje de regresar... pero ni siquiera sé si me escuchas...- Se encontraba sentada en el suelo enfrente suyo, pero decidió apoyar su cabeza en donde salía su brazo extendido, solo para poder ver el cielo oscureciendo con más comodidad.

-Hoy me quedaré más tiempo contigo... no importa si anochece...- Sus ojos cafés admiraban gustosos al cielo, degradado de naranja y morado, tan hermoso y majestuoso, diminutos pero decorativos puntos brillantes se atrevían a mejorar el cielo. –Por si te interesa saber... Los tíos Stan y Ford viven grandes aventuras... Pacífica ahora es más humilde y libre... Guideon dejó de ser tan ambicioso y está aprendiendo a ser un chico de su edad... El viejo Mc Gucket está viviendo feliz en su nueva mansión, hasta mejoró su relación con su hijo... Soos se casó con Melody y están esperando un hijo... Wendy sigue siendo genial y Robbie al menos está con Tambry, no quiero decir nada, pero gracias a mí –. Se rio por un momento. – Y en cuanto a Dipper y a mí, vamos a crecer juntos, y estoy muy feliz por eso... - Finalizó con una sonrisa.

Enfrentó a la cara de la piedra, un ojo quieto, lleno de musgo y tierra. –Todos somos felices... y al parecer todos te olvidaron...-. No tenía por qué sentirse así por él, nunca demostró ser un buen ser, y su condena la tomaba merecidamente. Sin embargo no podía evitar sentir tristeza por él. – Creo saber que eres el único que no está disfrutando este "final feliz"... y lamento que haya tenido que ser así... de verdad me gustaría que todos seamos felices, incluso tú, aunque no lo merezcas... si tan solo...- Suspiró con cansancio y volvió a su anterior posición. El cielo ya estaba más oscuro, de no ser por las estrellas sería completamente de un color azul oscuro.

Sus ojos estaban fijos en el cielo, como si fuera a presenciar un sorprendente suceso en cualquier momento. Y aunque no tenía ninguna certeza de que algo como eso fuera a ocurrir, sus ojos se asombraron al ver una estrella fugaz pasar con gran velocidad. Mabel jadeó con asombro, su abierta boca se volvió una sonrisa. -¡Una estrella fugaz! ¡Mira! – Señaló al cielo como si su acompañante pudiera seguir su mano a tiempo y ver lo mismo que ella vio. –Es genial, muy pocas veces pude apreciar una...- Se abrazó a sí misma y dejó caer su cabeza encima de la estatua.

-¿Recuerdas que tú solías llamarme estrella fugaz?... realmente no me molestaba ese apodo, de hecho me gustaba...

El bosque estaba oscuro, solo la luna junto a las estrellas iluminaban el cielo. Era una lástima sus ojos le habían traicionado y fallaron su misión de mantenerse abiertos, no podía apreciar el cielo en su forma final del día. Recostada junto al demonio de galera y pajarita quien observaba con melancolía a la joven de cabello castaño.

"Lo siento tanto..." Susurró adolorido el demonio mientras acariciaba con tranquilidad su cabellera.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

N/A: ¡Uff! en este one.... me inspiré para escribir lo más formal posible y no sé si me desvié.... pero ¡Tadá! iba a ponerle más a la historia pero decidí dejarla ahí.... -por la flojera- (?

Espero que les haya gustado y gracias por todo! n.n


[Mabill] One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora