Good Doctor

Capítulo 52 (FINAL)- La Falla de San Andrés (Parte 2)

Aterrizaron en el estadio de Levi en cuanto llegaron a San Francisco. Al bajar del helicóptero todos quedaron con la boca abierta. Caos por todos lados. Heridos de gravedad tirados en el pasto con paramédicos, doctores y civiles intentando ayudarlos. Familiares llorando y gritando el nombre de algún ser querido desaparecido. La policía intentando mantener el orden. El terror de que ocurriera un segundo terremoto.

Era una suerte que el estadio no se haya derribado, así podía existir un punto a dónde llevar a los heridos.

-Logan.- dijo Charlie.- Órdenes.

Logan como médico de guardia, tenía que decirles a quien tratar, pero no había ni si quiera por dónde empezar.

-A la mierda.- gruñó Logan.- Da lo mismo, solo vayan y salven una vida.- caminó y desapareció entre la multitud.

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-Hora de muerte, 6:45 p.m.- dijo Jessica quitándose los guantes y tapando la cara del hombre al que no pudo salvar.

Tomó un papel y anotó la hora en que murió para después guardarlo bajo la manta. Después se movió al siguiente: una niña con un gran corte en el abdomen que dejaba sus vísceras expuestas. Estaba inconsciente, pero su madre a un lado de ella gritaba histérica.

-¡Por favor ayúdela!

-Lo haré señora, lo haré.

Agarró su enorme maleta roja y sacó todo lo necesario. Se puso otros guantes de látex y soltó un suspiro, la niña estaba demasiado grave, tanto que no podían desperdiciar recursos intentando salvarla si de todos modos era altamente probable su muerte. Tomó una botella de agua y roció las vísceras con ella, después mojó varias gasas y las cubrió con ellas, al final con plástico aislante cubrió las vísceras y lo selló bien.

-Es todo lo que puedo hacer por ahora señora.- le dijo a la madre y marcó la frente de la niña con un marcador negro, para que los paramédicos no desperdiciaran tiempo llevándola a un hospital.

Odiaba tomar ese tipo de decisiones, jugar a ser Dios y decidir quien vivía o moría.

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-¡¿Por qué no lo ayuda?!- gritó la muchacha.- ¡Haga algo!- empujó a Charlie pero este no se movió.

La miró con ojos tranquilos y soltó un suspiro.

-No hay nada que se pueda hacer.- contestó Charlie.- Lo siento mucho.- miró su reloj de muñeca.- Hora de muerte 6:50 p.m.- se quitó los guantes blancos anotó en un papel la hora, se lo puso en la ropa al muchacho y se alejó de ahí.

En cuanto llegó con el chico inconsciente se dio cuenta que su corazón se había detenido. Había una especie de tranquilidad en sus caras cuando morían. Le tomó el pulso y en efecto, estaba ausente. Podía hacer RCP e intentar reanimarlo. Pero la regla internacional para víctimas de número masivo se lo impedía: no reanimar a alguien sin pulso, por gasto de energía, tiempo y recursos en personas que tienen más probabilidades de ser salvadas.

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Logan dejó la marca roja en la frente del niño indicando que tenía preferencia para trasladarlo al hospital y se movió al siguiente paciente.

-¡Doctor Lerman!- le gritó un militar antes de que llegara con el señor tirado en el césped.

-¿Sí?

-Hay unas personas atrapadas en un edificio a unas siete cuadras de aquí. De seguro necesitan atención médica pero estamos escasos de paramédicos y militares para traslados. Quiero que usted y su Équipo Élite vayan por ellos.