Finalmente llegó la hora en que mi bus partiría.
Apenados, me fuiste a dejar hasta la estación de buses.
No te quería dejar.
Era muy poco el tiempo que había pasado contigo.
Pero no podía hacer nada contra eso.
Así eran las reglas de mi vida.
Nos despedimos con un abrazo, y un "hasta pronto".
Cuando te observe alejarte, no pude evitar pensar que sería la ultima vez que te vería.
"Un polvo más para su lista" - suspiré apenado.
Al conectar mis audifonos, mi celular vibró en mi mano.
Era un mensaje.
Un mensaje tuyo, Sebastián.
Un mensaje que me sacó una sonrisa de oreja a oreja.
"Me gustó mucho estar contigo, creo que por fin encontré lo que andaba buscando hace tiempo".
¿Era realmente posible que estuvieras sintiendo la misma conexión que yo en esos momentos?
Al parecer sí.
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Sebastián
Short StoryA veces no hay próxima vez, a veces no hay segundas oportunidades, a veces es ahora o nunca.