Luego de una semana de vernos, pretendía volver a visitarte.
Esta vez sin mentiras de por medio.
Pero ocurrió un problema.
Masre se negó rotundamente.
Peleamos mucho.
Lagrimas caían por mis ojos y por los de mi madre.
Me sentía decepcionado de mi mismo por hacerla sufrir.
Te hablé de inmediato,
Necesitaba saber que estabas ahí.
Que todo estaría bien.
Pero tu solo te diste la vuelta y te fuiste por tu propio camino.
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Sebastián
Short StoryA veces no hay próxima vez, a veces no hay segundas oportunidades, a veces es ahora o nunca.