Lograste calmarme.
Lograste callar las malditas voces.
Y me besaste.
Me besaste como solo tu sabías hacerlo.
Luego me tomaste, y me acercaste a la cama.
Tocaste mi cuerpo lentamente.
E hicimos el amor.
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Sebastián
Short StoryA veces no hay próxima vez, a veces no hay segundas oportunidades, a veces es ahora o nunca.