9

13.8K 1.2K 76
                                    

Luego de unas dos horas, dijiste que te molestaba la luz que se colaba por tu ventana.

Amablemente me ofrecí a cerrar tus cortinas.

Sorpresa fue cuando al volver a girarme, te encontré recostado en el lugar donde estuve anteriormente.

No supe que hacer.

Por dentro las ganas de acomodarme a tu lado eran gigantes, pero no estaba seguro si era lo correcto.

Si era lo que tú querías.

Evitando cualquier situación incomoda, tomé tu lugar, a los pies de la cama.

Pero ahí fue cuando tu dijiste que me acercara a ti.

Te hice caso por inercia.

Y al instante de llegar a tu lado, me abrazaste y apoyaste tu cabeza en mi pecho.

Me derretí al segundo.

Comencé a acariciarte el cabello y dirigí mi mirada hacia ti.

Específicamente a esos lindos y carnosos labios.

¿Que pasaría si lo beso? - pensé.

Al parecer, te diste cuenta de mis pensamientos y sonreiste.

Poco a poco caí en cuenta que tu cara se acercaban más y más, hasta que sin previo aviso, te apoderaste completamente de mis labios.

SebastiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora