Llegó nuestra primera fiesta juntos.
Y déjame decirte, fue fantástica.
Bailar contigo se sentía como bailar con un puto ángel.
Tu cuerpo se amoldaba perfecto a mis movimientos.
Y nuestros labios fluían como nunca antes.
Esa noche note algo que jamás había visto.
Noté una mirada distinta en ti.
Una mirada que algo me quería decir.
Una mirada de amor.
De sinceridad
Ya no me mirabas como alguien más en el mundo.
Ahora me mirabas como si yo fuera tu mundo.
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Sebastián
Short StoryA veces no hay próxima vez, a veces no hay segundas oportunidades, a veces es ahora o nunca.