Capítulo 19. ''Adivina quien viene a cenar...''

943 52 1
                                    

Noah.

Era lunes e ir al instituto era una pesadilla para mí. Quizás por el hecho de que desde la mañana que dejé a Aria en su casa no he vuelto a llamarla, ni a mandarle un jodido mensaje, ni a hablar con ella. Sí, efectivamente, soy un puto cobarde. No sé como voy a explicarle lo que paso en mi casa. No puedo decirle que me golpee con un mueble y por eso tengo un moratón en el ojo y los puños heridos, no. Pero tampoco puedo decirle la verdad, que mi padre me maltrata tanto física como psicológicamente desde que murió mi madre.

´´Ella sí te dijo su oscuro secreto''. Mi subconsciente es un cabrón que solo vive por y para torturarme, pero tiene razón. Ella confió en mí para contarme lo que le paso, para volver a revivir ese recuerdo que la marcó de por vida y yo no tengo la suficiente seguridad para contarle lo que me pasa, por eso no la merezco. Ella es una chica valiente que no le teme a nada y que es capaz de hacerle frente a las durezas del pasado, pero yo no, yo soy un cobarde que se esconde detrás de la mentira para que la  vida parezca feliz y normal, cuando es una auténtica pesadilla.

Ella tiene que saberlo, tiene que saber quien soy en realidad y a partir de eso que decida si vale la pena o no gastar su tiempo conmigo, lo que no voy a hacer es volver a separarme de ella porque no podría soportarlo, ahora menos que nunca ya que sé que me quiere, que de verdad me quiere y ella sabe que yo siento lo mismo, he abierto mi corazón y no tengo intenciones de cerrarlo.

Llego con mi moto al instituto y veo la reja de color negro que separa mi burbuja de mi realidad, de Aria. Tengo que comportarme como un hombre y enfrentar la parte oscura de mi vida aunque me destruya por completo.

-          Noah… -su voz, es su voz. No sé si estoy preparado para enfrentarla después de lo que vio esa mañana, pero tengo que hacerlo, por ella. Me giro y allí está, tan perfecta como siempre. No sé como lo hace, pero cada día está más bonita.

-          Aria. –me acerco a ella y le coloco un mechón de su suave cabello detrás de la oreja, ella apoya su majilla en mi mano –Lo siento, siento no haberte llamado pero es que…

-          Noah, shhh –me interrumpe posando un dedo en mis labios, yo lo beso y ella lo aparta llevándoselo a sus labios y repite lo que he hecho. –Mira, yo he escondido lo que me pasaba durante cuatro años, y sé que tú escondes algo. A mí me costó mucho contártelo por eso entiendo que a ti te pase lo mismo, solo quiero que sepas que cuando quieras contármelo aquí estoy, siempre. –se acerca y se pone de puntillas para acercar sus labios a los míos, a los que recibo con ganas. Una voz nos interrumpe segundos después.

-          Que bonita pareja hacéis. –es Ben con un tono de voz de mofa. Su voz me provoca una arcada casi incontrolable, me giro hacia él con la expresión más fría y hostil que soy capaz de colocar en mi cara. Al parecer funciona porque veo como se estremece.

-          Lo sé. –agarro a Aria de la cintura, acercándola a mí. Ella coloca su mano en el bolsillo trasero de mis pantalones –Mi chica es preciosa, así que embellece a cualquiera que se encuentre cerca. –frunzo el ceño y niego con la cabeza –Oh no, es verdad, contigo no funcionó. Ella estaba contigo y seguiste siendo igual de feo y estúpido, supongo que eres la excepción pero tranquilo, a veces no está mal ser especial. –le guiño el ojo y veo como hierve la ira a fuego lento en sus ojos.

-          Te veo muy gracioso, pero no decías lo mismo cuando yo estaba con Aria y tú estabas vestido de bicho peludo, ¿no? –sonríe –Aria eligió, supongo que se ha vuelto a equivocar, por lo que veo. –mira a Aria y le sonríe –Aria, no tardarás en darte cuenta de que este –pone cara de asco –no merece la pena, cuando se acueste contigo te tirará a la basura, -adquiere expresión divertida y se cruza de brazos –puede ser que incluso ya lo haya hecho, y sí es así no te preocupes, si todavía no te ha dejado tirada y embarazada es porque no ha encontrado un juguete nuevo después de ensuciarte.

Quiero morir, vivir contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora