Capítulo 21. Disparos al anochecer.

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Noah.

Cuando bajamos de la habitación de Aria son bien entradas las diez de la noche. Bueno en mi defensa diré que no estuvimos todo el tiempo hablando de mi padre o el suyo, más bien pasamos el tiempo besándonos. Sí, hubo muchos besos, creo que ambos necesitábamos escaparnos de la realidad de nuestra existencia e irnos al único lugar en el que podemos respirar. Los labios del otro.

Bajo por la escalera con la mano de Aria entre las mías y, por primera vez desde que empezó  el día, una sonrisa en mi rostro.  Aria me aprieta la mano y me hace parar cuando llegamos al último escalón.

-          ¿Estás listo? –sabía que se refería a que si estaba listo para contar a su madre quien es en realidad mi padre. La verdad no sé si lo estoy, pero por ella soy capaz de hacerlo.

-          Sí. –asiento con la cabeza y ella me da una pequeña sonrisa. –Vamos.

Cuando llegamos al salón oímos unas voces que proceden de la cocina. Mierda, esto quiere decir que él sigue aquí, y la verdad no me apetece hacer más el papel de hijo comprensivo. Y menos delante de Aria, me da asco.

Entramos en la cocina, y están riendo y bebiendo una copa de vino blanco mientras terminan la cena. No creía que mi padre era capaz de confraternizar con gente, yo pensaba que solo era capaz de hacer daño a cuantos se pusieran en su camino. Mira por donde, me equivocaba.

-          Hola chicos. –dice Andrea con una sonrisa extraña, ¿está borracha? –Ya nos estábamos preguntando si había que subir a ver que hacíais.

-          Estábamos estudiando. –responde Aria haciendo una mueca, me mira y sé que ella también se ha dado cuenta del estado de su madre. –Mamá, ¿has bebido? –esta ríe y mi padre hace lo mismo, pero sé que es completamente fingido.

-          Un poco. –admite –Pero es que estamos pasándolo tan bien que se me ha olvidado completamente que pasaba. –frunce el ceño –Me siento mal.

-          ¿Qué? –digo alzando mi voz mirando a mi padre. Él se encoje de hombros pero por la mirada que me da sé que sabe perfectamente que algo pasa. -¿Qué le has hecho?

-          Vas a descubrirlo, aproximadamente –mira su reloj –en unos  segundos.

Y efectivamente lo descubro.

Andrea se desmaya sobre la isla de la cocina, haciendo un golpe sordo e impactando tanto a Aria como a mí.

-          ¡MAMÁ! –Aria se dispone a acercarse a su madre cuando mi padre saca una pistola y la apunta con ella.

-          Para, ahora mismo. –dice con voz hueca y Aria hace lo que le dice.

Me acerco a ella y la coloco detrás de mi cuerpo. Está llorando inconsolablemente y yo estoy bastante asustado, aunque permanezco impasible para no preocuparla más.

-          ¿De qué coño se trata todo esto? –grito a mi padre. Él lanza una carcajada sonora.

-          Hijo, ¿crees que soy gilipollas? –se sienta en un taburete, aun apuntándonos con el cañón de la pistola –Sabía que estabas saliendo con esta chica cuando me dijeron que te peleaste en un bar de carretera, desde entonces llevo observándote bastante tiempo. Al principio me importó una mierda que te follaras a esta chica, lo has hecho siempre de todos modos, pero cuando me enteré de que esta, a diferencia de tus otras putas, tenía dinero la cosa cambió. –mira a Aria, quien está temblando, con una mirada sucia –Luego me enteré de que esta chica tenía una madre que era soltera y mi mundo se hizo aun mejor. Llevo fingiendo que me gusta su madre durante dos semanas, y es bastante asqueroso –mira a Aria –no te ofendas, pero no suelo salir con asesinas.

-          ¿Y tú que eres? –responde Aria fortaleciendo su voz. Aprieto más el brazo que tengo alrededor de su cintura –Eres un asesino, no creas que te vas a salir con la tuya. –mi padre ríe y eso provoca un estremecimiento en el cuerpo de Aria.

-          Pero mira, si sabes hablar. –se levanta del taburete acercándose a nosotros, yo me interpongo entre el cañón y el cuerpo de Aria.

-          No te acerques a ella. –le digo con voz fría –O te juro por lo que más quiero, que es ella, que te mato. –esto parece divertir a mi padre.

-          ¿Cómo? Me gustaría ver que lo intentases, pedazo de mierda. –me mira a los ojos –¿No te das cuenta de que haces desgraciada a toda la gente que se acerca a ti? Esta pobre chica y su madre van a morir por ser tan idiotas de meterte en sus vidas. –niega y se acerca más a mí. Empujo a Aria para que se aleje de mi padre –Das asco. –me escupe.

-          Sí, doy asco por que soy hijo tuyo.

-          Vamos a hacer una cosa, ¿quieres? Me dejas que me folle  tu novia y a su madre, que coja todo su dinero y las dejo vivir. Hoy me siento generoso.

-          Tú las tocas y estas muerto. –miro a Andrea y luego de nuevo a él. -¿Qué le has hecho?

-          Veras. –se  rasca el brazo con el mango de la pistola. –Le he dado un pequeño sedante. La verdad es que me has jodido el plan. Pensaba dormirla y luego robar su dinero, pero te han expulsado y has venido aquí a joderme el plan así que estoy haciéndolo sobre la marcha.

-          Deja a mi madre en paz. –dice Aria con voz suave detrás de mí.

-          No. –me da un empujón haciendo que me golpee bien fuerte con el frío suelo de baldosas y entonces agarra a Aria, acercándola a él. –Ahora te voy a enseñar lo que es un hombre niña.

-          ¡Suéltala! –me levanto de un golpe, derribándolo al suelo y apartándolo de Aria.

Se le cae la pistola, que repiquetea en el suelo hasta parar debajo de la mesa. Me lanzo hacía ella para cogerla cuando alguien me agarra del brazo y me golpea con un vaso en la cabeza. Este se hace añicos y oigo a Aria gritar, aunque el sonido se me hace brumoso a consecuencia del fuerte golpe.

Mi padre me da la vuelta y me empieza a golpear en la cara, muy fuerte. No tengo fuerzas para levantarme, ni para responder, solo para hacer aquello que se me da tan bien, quedarme quieto y dejar que él abuse de mi lo que quiera.

Pero esta vez no estoy solo, esta vez también corren peligro Aria y su madre por lo que tengo que hacer algo. Algo para salvarlas de este cabrón.

Haciendo uso de toda la fuerza que me queda, en este febril cuerpo, le lanzo un gancho, golpeándolo fuerte en la mandíbula. Le pilla por sorpresa por lo que se aparta de mí, lo que me da tiempo a volver a golpearle, está vez con los pies en el estómago. Suelta un grito y me patea fuerte en el costado, me levanto como puedo y le lanzo varios puñetazos, a la cabeza, al estómago y fallo el último que iba dirigido a su pecho. Aria vuelve a chillar y a sollozar audiblemente cuando me mira, por lo que supongo que no debo verme muy bien ahora mismo. Miro a Aria que me observa, pero de pronto sus ojos se amplían y mira detrás de mi hombro. Me giro y veo a mi padre con la pistola en la mano, a la que acaba de quitarle el seguro y está apuntándome con ella.

-          Te lo dije, hoy me siento generoso. Por eso voy a acabar  con tu inútil vida.

Oigo un disparo y de pronto, todo esta negro.

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LEED MI NUEVA NOVEELA!! : A FINALES DE VERANO!

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Quiero morir, vivir contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora