Capítulo 6. Quiero protegerte.

1K 59 2
                                    

NOAH.

PI, PI, PI.

Dios, ¿ya son las siete?, no me puedo creer que la noche haya pasado tan pronto. La luz del amanecer traspasa las cortinas de color marfil lanzando un suave resplandor sobre la almohada, sobre mis ojos. Me los froto y me incorporo, tengo un leve dolor en el brazo, supongo que debo darle las gracias a mi padre por eso, anoche vino borracho y quiso volver a recordarme que yo soy el culpable de su desgracia. Ya no me importa que lo haga, quizá después de todo tenga razón y toda la culpa es mía.

Voy hacia el cuarto de baño para darme una ducha rápida, pero antes cojo el móvil. Tengo un mensaje. Quizá sea de Aria, ese pensamiento hace que me aparezca una sonrisa involuntaria en mi rostro. Leo la pantalla, no es Aria es Kim.

Kim: Cariño ayer no me llamaste, te eche de menos. ¿Quedamos hoy?

No me apetece quedar con ella, y no voy a hacerlo. Me duele herir sus sentimientos pero voy a intentar quedar hoy con Aria.

Yo: Kim hoy no puedo quedar, si termino pronto te mando un mensaje.

Kim: ¿En serio?, ¿no quieres quedar?

Yo: No es que no quiera, no puedo.

Kim: Como quieras, adiós.

Yo: Adiós.

Un peso quitado de encima. Ya que tengo el móvil en la mano decido mandarle un mensaje a Aria, necesito una de sus contestaciones sarcásticas.

Yo: ¿No crees que es demasiado tarde para que estés durmiendo aún? Recuerda que tenemos biología a primera hora, niñita.

Espero y espero y sigo esperando. Solo han pasado dos minutos desde que le envié el mensaje pero estoy ansioso.

Mi móvil vibra y automáticamente me relajo.

Aria: Eres imbécil me has despertado, yo que estaba soñando con tu torso desnudo… En fin no me queda más remedio que soñar con Ben.

Noto una pizca de algo de irritación al leer el nombre de su acosador Ben, no son celos, nada de eso.

Yo: Sabes que prefieres soñar conmigo y mi torso desnudo, aunque sé que te gustaría soñar más aún con otras partes de mi anatomía ;)

Aria: Imbécil.

Yo: Enana.

Y con esto, voy hacia la ducha.

Veinte minutos después vuelvo a coger mi móvil, y encuentro otro mensaje de Aria.

Aria: Y para que lo sepas, no estaba soñando contigo. Estaba siendo irónica, no sé si tu estupidez lo capta.

Yo: Tranquila, lo he captado. En diez minutos cumplo tus sueños.

Aria: ¿Qué sueños?

Yo: Dentro de diez minutos vas a verme.

Aria: Estoy ansiosa.

Yo: Lo sé.

Llego al instituto en mi pequeña, mi moto, mi pertenencia más preciada. Me la regaló mi tío Raphael cuando cumplí dieciséis y desde ese momento nos convertimos en muy unidos, me llama un par de veces a la semana, y yo le miento diciendo que todo me va genial con mi padre, que tenemos una relación increíble y que no paramos de hacer cosas juntos. A veces no está mal mentir cuando con ello puedes hacer feliz a alguien, y sé que hago feliz a mi tío cuando yo mismo soy feliz.

Quiero morir, vivir contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora