Mis Pesadillas

Un Donador

Me dirigía a casa, estaba lloviendo a cantaros, era de noche, el frio era insoportable, entonces veo a un adolecente de trece o catorce años caminado bajo la lluvia, en mi dirección, no traía paraguas ni abrigo, "Los descuidos de la gente", cuando estábamos a un metro de distancia él se detuvo frente a mi

Hice lo mismo por la intriga, entonces con una sonrisa me dijo: "Amigo podrías darme tu riñón, necesito una operación de urgencia", me sorprendieron sus palabras, solo me aleje de él y me fui a la acera del frente, ese chico no me despego la mirada hasta que me aleje lo suficiente de él.

Al día siguiente cuando salía de la universidad y me dirigía a mi casa, alguien me hablo, era ese mismo chico que de nuevo me pidió mi riñón para su operación, honestamente me daba escalofríos lo directo que era, pero sentía pena por él, solo lo ignore y me aleje.

Pero continuo así por una semana y lo encontraba en varios lugares a los que iba aunque una vez al día nada mas, finalmente hable con él y le negué a su petición de forma amable, se que tenía dos riñones y podría darle uno pero sinceramente no sabía nada de este sujeto y no creo ser compatible con él para ser su donador en su cirugía.

Paso unos días y no lo volví a ver, pensé que entendió el mensaje, una noche caminaba a casa luego de terminar mis asuntos, y detrás de mi oí de nuevo esas palabras, esta vez si me moleste e iba a acabar con esto, pero cuando iba a darme vuelta sentí un golpe en la cabeza y perdí el conocimiento.

Desperté en una camilla, no podía moverme, entonces entraron unos hombres vestidos de médicos, dijeron que todo estaba listo para la cirugía. "Cirugía, esperen yo no estoy de acuerdo con esto" dije mientras trataba de levantarme, entonces llego aquel chico que siempre me pedía uno de mis riñones, traía una sonrisa psicópata, y dijo que procedieran con la cirugía.

Ni siquiera me dieron anestesia, sentí los cortes y vi como me sacaban el riñón, cuando me lo extrajeron finalmente pensé que todo había terminado, y maldije a todos esos infelices, pero entonces aquel chico dijo algo horrible.

"También quiero el resto de sus órganos"-"como diga", me conectaron a un aparato extraño para mantenerme vivo creo yo, y me abrieron el pecho de lado a lado con un separa costillas, fue un dolor insoportable y oí como mis costillas crujían y se rompían.

Vi como me extrajeron cada órgano, hasta los pulmones, sentí cada corte y cada cosa que me hacían, finalmente vi como tenían mi corazón latiendo en las manos de uno de esos pseudomedicos, todo se ponía borroso.