La tensión se sentía, podía cortarse fácilmente, las miradas de odio iban y venían, era el momento exacto para entrar en acción, o las cosas iban a empeorar.
No lo dude ni un segundo, asi que tome a Madison del brazo y la saque de ahí, los gritos se escuchaban a lo lejos, pero no importaba, no iba a permitir que le hicieran daño, habíamos sido separados ya, y no lo iba a permitir nuevamente.
No sabía donde ir, tenía que alejar a Madison de la locura que rodea a su familia.
Ella cometió muchos errores, al igual que yo, quizás merezcamos la muerte a final de cuentas, pero mientras quiero pasar con ella.
***
Frío, no me sorprende edte tipo de clima si hablamos de Londres.
Pero no me importaba si estaba junto a Madison, quien se encontraba sentada leyendo en el balcón.
Aunque vivir en un lugar apartado puede ser aburrido, me gusta, hay paz y tranquilidad, alejado de todo y de todos.
A sido el lugar perfecto para escapar de los problemas, aunque se que si regresamos a New Orleans estos volverán igual.
Me acerco hacia Madison y me siento junto a ella abrazandola por la espalda.
-Otro día más en nuestro perfecto paraíso.-siento que sonríe al escucharme, se voltea y deposita un suave beso sobre mis labios.
He notado que el haber apartado a Madison de aquel caos, la ha cambiado un poco para bien, ya no siente esa necesidad de estar alerta las 24 horas del día.
-Un día más en este perfecto paraíso junto a la persona que quiero estar el resto de mis días.
He de decir que me siento a gusto.
Por ahora quiero de dejar de pensar en todos los problemas que aún están presente.
Con la visita de Klaus hace una semana, diciendo que Charlotte esta cual loca buscandonos, me ha puesto nervioso en cierto a punto.
Haré lo que sea para proteger a Madison cueste lo que cueste. Es una promesa que le hice a ella y a mi mismo.
