(NARRA MADISON):
Siglo XIV(1300)
Me encontraba de regreso en mi pueblo original. Estaba muy distinto, cada vez la gente creía más en vampiros. A lo lejos pude visualizar a Rebekah con un hombre, el hombre le besaba la mano mientras ella sonreía. Rebekah se volteó inmediatamente a mi dirección, a lo que desaparecí.
-¡Miren estos monstruos!- gritó un hombre en una tarima- Estas bestias se alimentan de nuestra sangre y merecen morir- habían al menos 4 vampiros atados en unos palos con estacas en el corazón-
Visualicé a lo lejos a Niklaus y a Elijah hablar entre ellos mientras señalaban a Rebekah. Luego de una caja, que era del tamaño de un armario, sacaron a un vampiro.
-¡Estas bestias se queman con la luz del día!- gritó uno de los hombres que se encontraban en la tarima, tenían un tatuaje que empezaba por su brazo-
El vampiro empezó a quemarse y luego empezó a arder en llamas para terminar cayendo sobre el piso, sin vida. Empecé a caminar hacia una de las casas más alejadas del pueblo y encontré una pequeña casa donde toqué la puerta. Salió una señora algo mayor, perfecto, no tenía verbena.
-Me dejarás entrar, soy tu nieta- usé compulsión- Soy Madison Petrova-
-Puedes entrar, Madison-
Al entrar vi que había otra muchacha que aparentaba unos 15 o 16 años. Me sonrió.
-Yasamin, ella es mi nieta Madison- dijo presentándome- Madison, ella es Yasamin- sonreí, perfecto, nada mejor que tener una aliada-
-Madison, el desayuno está listo- entró mi "abuela", su nombre era Marie-
Me senté en su pequeño comedor.
-Buenos días, Madison- me saludó Yasamin-
-Buenos días, Yasamin- le contesté-
-Quiero presentarte unos amigos- me sonrió- Te van a agradar-
-¿Cuáles son sus nombres?-
-Alec, Nilcerny Norah- me contestó-
-Son unos jóvenes encantadores- dijo Marie, puso un par de huevos estrellados en mi plato-
-Claro, Yasamin-
-¿De donde eres?- preguntó Yasamin-
-Soy originaria de Bulgaria, pero aquí viví parte importante de mi vida- contesté-
-¿Cómo nunca te había visto?-
-Digamos que, me volví a mudar- le sonreí-
Al terminar de desayunar salí con Yasamin directo al pueblo, haría lo posible con tal de esquivar a los Mikaelson. Aunque parte de mí deseaba verlos. Rebekah estaba cerca, pude escucharla.
-Yasamin, espera aquí-
A velocidad vampírica llegué donde estaba Rebekah, me empecé a mover a sus lados a velocidad vampírica mientras pronunciaba su nombre. Luego regrese donde Yasamin.
-¿A dónde fuiste?-
-Acompáñame, agarré su mano y me dirigí al bosque. Nunca en mis 300 años había convertido a alguien, no desde Mary Porter. Mordí mi muñeca y le dí de mi sangre a Yasamin, ella empezó a gritar como loca.
-No grites- dije usando compulsión y la mordí hasta que sentí que ya no tenía más sangre entonces la solté y cayó al suelo. En la noche se despertó-
-¿Qué, que pasó?- dijo algo alterada-
-Eres un vampiro-
-No… no puedo ser como ellos- dijo llorando-