(NARRA MADISON):
Una vez que Kol y yo llegamos fuimos directo a la mansión Mikaelson. Estaba tan aburrida que decidí molestar un rato. A velocidad vampirica recorrí el salón empujando a Klaus haciendo que cayera.
-Hola Nik- dije con una sonrisa burlona haciendo que Elijah y Rebekah rieran- Hay que festejar. Lo lograron- dije mirándolos-
Nik rió y me agarro de la pierna haciendo que cayera encima de el.
-Wow, amor. Si me deseas solo tienes que pedir- dijo riendo a lo que yo golpee su pecho y me paraba-
-Podríamos celebrar- dijo Kol entrando-
Rebekah y Elijah rieron.
-Perfecto, pero que no sea con el cavernícola de tu hermano- dije mirando a Niklaus una vez que el ya estaba parado y el alzaba las manos-
-Tu empezaste, amor- dijo Klaus guiñándome un ojo a lo que yo le dirigí una de mis peores miradas ocasionando que el riera-
Rebekah y yo, nos dirigimos al famoso Grill, ya que Kol, Elijah y Klaus tenían otras cosas que hacer.
Al entrar vimos que no habían muchas personas y también. No se encontraba nadie conocido.
-Rebekah- dije llamándola- Vamos a divertirnos- dije y me acerque a un chico- No gritaras- dije usando compulsión, para morder su cuello-
Voltee a ver a Rebekah que estaba usando compulsión en un grupo de chicos para que bailaran y no gritaran. Y así hicimos con cada integrante dentro del Grill.
-Ya necesitaba divertirme- dije gritando por la música-
-Créeme, yo igual. Necesitaba esto- contesto Rebekah antes de morder a un chico-
Fui al bar y agarre dos botellas de Bourbon y le lance una a Rebekah haciendo que esta la cachara. Abrí mi botella y la lleve a mis labios. Luego a velocidad vampirica me dirigía un chico de cabello castaño y ojos grises. Directamente lo mordí en el cuello dejando que el hambre se apoderara en mi hasta que lo deje caer muerto.
-Bekah, ten- dije lanzandole el micrófono para que cantara "burn" de Ellie Goulding mientras yo estaba bailando mordiendo a gente al azar.
Esto es diversión.
Ya iba por la sexta botella y yacían 15 cadaveres sobre el suelo. Estaba totalmente manchada de sangre. Mi blusa blanca era prácticamente roja y mi boca estaba llena de sangre.
Unas horas mas tarde todos los integrantes del Grill yacían muertos sobre el suelo y Rebekah y yo salíamos tambaleándonos hacia el coche. Olíamos a botellas de alcohol y estábamos llenas de sangre. Reímos al arrancar. Llegamos a casa de los Mikaelson y bajamos muertas de risa, abrazadas y tambaleándonos.